31 ene 2009

Peléate con Hitler y échate a dormir... o no

Galería: Un niño de nueve años que no sabe pronunciar muy bien, un James Bond con complejo de Robin Hood, un profesor de instituto transgresor y un sex symbol en horas bajas con una cuenca ocular hueca. Desaparecidos Iron Man y Batman de las pantallas, son los superhéroes que nos quedan a la vista. El enemigo es común y lo atacan desde cuatro películas distintas de tres nacionalidades diferentes. Estados Unidos trae 'Resistencia' y la debutante 'Valkiria'; Gran Bretaña, 'El niño con el pijama de rayas', ya muy veterana; y aún resiste 'La ola' alemana. Diferentes formas de afrontar el nazismo. Para rematar, pronto podremos disfrutar de 'El lector' con Kate Winslet haciendo de ama de llaves de un campo de concentración. Ella se alinea del lado del führer, o del 'furias', según.

Cruise, un niño revoltoso, una clase conflictiva, 007 y Kate Winslet

Decía Enrique Cerezo hace un par de semanas que el cine nacional está estigmatizado, que el españolito se lamenta de que su industria sólo produce comedia costumbrista, drama social o Guerra Civil. Citaba a Frank Capra y a Ken Loach como exponentes de los mismos temas de quienes nadie se quejaba. Piscinazo. Corramos un velo muy tupido mientras descubrimos que Garci no es Capra y que a Fernando León le queda una miajita para ser Loach. Lo que es cierto es que nos podríamos quejar más de Holocausto que de Guerra Civil este año. Inaudito.

¿Estaremos asistiendo a una epidemia antinazi o es que el drama exterminador de sociedades vende en época de vendimia de premios? Si echamos un ojo atrás, podemos observar que en los últimos 20 años se ha recompensado en los Óscar —siempre circunscribiéndonos a la categoría de Mejor Película— a 15 dramas, a tres películas de aventuras (con alto contenido emocional, eso sí: 'Braveheart', 'Gladiator' y 'El retorno del Rey') y a tan sólo dos comedias ('Shakespeare enamorado' y 'Chicago'). Además, durante el periodo referido, grandes réditos han tenido dramones como 'La lista de Schindler', 'La vida es bella', 'El pianista' o 'El hundimiento'. La Alemania nazi como foco de interpretaciones nominables.

Si hasta lo denunciaba la propia Winslet en un premonitorio episodio de 'Extras' en el que acometía su enésimo asalto al Óscar vestida de monja asedidada por el Tercer Reich:

Escena del tercer capítulo de la primera temporada de 'Extras' (inglés)


Sin embargo, por falta de calidad o por saturación, este año la estrategia no ha sido tan exitosa como en anteriores ocasiones. Analizamos caso por caso:

  • 'La ola': Número uno de taquilla en Alemania, se cayó de la precandidatura al Óscar en favor de 'El Complejo Baader Meinhof'. El estudio de la psicología infantil de los alemanes contemporáneos lanzaba desalentadoras conclusiones con respecto a un posible nuevo Holocausto: Un experimento de instituto que fomenta el neonazismo hace que los jóvenes se encuentren como Pedro por su casa. Le queda el consuelo a Dennis Gansel del aplauso de la crítica europea y alemana.
  • 'El niño con el pijama de rayas': Pelearse con el éxito editorial de John Boyne no era cosa sencilla. Y no porque la novela tenga gran calidad sino porque la ha leído todo el mundo. Si algo tiene este drama disfrazado de libro infantil es su factor sorpresa, que, una vez disuelto, hace tremendamente difícil liquidar las páginas finales. Vera Farmiga fue apuntada como posible nominada al Óscar por parte de la prensa española en la presentación de la cinta en el pasado San Sebastián, aunque la justicia cósmica dejó fuera unas lágrimas del montón dentro de una película del montón que sólo conseguía emocionar a base de estridencias sonoras. Bruno no entiende que Hitler es el jefe de su padre y eso acaba por costarle caro.
  • 'Resistencia': Épica, altruismo extremo, unos ojos muy azules y sobre todo un director con oficio, sabedor del gusto de los votantes de Hollywood. 'Diamante de sangre', 'El último samurái' y 'Tiempos de gloria' le avalaban como artesano fiable para que Daniel (el Bond más actor desde Connery) acometiera su asalto a las esquivas estatuillas. Nada de nada. Su gran precisión narradora y los medidos golpes de efecto no han convencido al comité seleccionador, que ha debido pensar que es más correcta que buena. La historia: Un grupo de varios miles de judíos polacos afrontaron los ataques alemanes camuflándose entre pinos.
  • 'Valkiria': Bryan Singer, avezado estudioso de la materia, ya apuntó en su anterior tentativa pre Marvel, 'Verano de corrupción', trazas de caballo ganador a ojos del productor Tom Cruise, quien, en un nuevo intento de ser tomado en serio, se prestó a interpretar un personaje aristado, antipático y mutilado (en 'Nacido el 4 de julio' le funcionó), el coronel von Stauffenberg. Los problemas de producción y el templado resultado final han hecho que la carrera de Cruise continúe en un impasse. Ni siquiera planear un atentado contra Hitler le devuelve el carisma. 0 nominaciones.
  • 'The reader': Es la única película que ha merecido consideración por parte de la Academia norteamericana. Este intenso drama tejido por el director de 'Las horas' y 'Billy Elliot' comienza como un tórrido romance robinsoniano para derivar en un juicio de guerra. De estreno el próximo día 13 de febrero, ha conseguido 5 nominaciones (Película, Director, Actriz Principal, Fotografía y Guión Adaptado) y la Winslet cuenta con opciones más que buenas para mojar —a pesar de que fue en la categoría de secundaría en la que obtuvo el Globo de Oro en detrimento de Penélope Cruz—. Su otra nominación esperada era la de 'Revolutionary Road', que, pese a estar dirigida por Sam Mendes ('American Beauty'), no enseñaba insignias nazis en ninguna escena. Para la jovencita de 'Titanic' sí se ha cumplido el titular (y sin cláusulas).

30 ene 2009

Cuscús (Abdel Kechiche, 2007)


'La graine et le mulet', 'La semilla y el mújol' (tipo de pescado), se tituló 'Cuscús' en Fancia, país productor de esta infinita comedia dramática culinaria, lo que, en palabras de Oristrell, es un subgénero en sí mismo. Hay gente que vive por y para el fútbol. Otros se pasan el día haciendo fotocopias y mandando faxes. Están también los médicos, que se llevan los problemas a casa: pacientes en la retina que copan el pensamiento y quitan el sueño. Banqueros deprimidos por la crisis. Profesionales entregados, todos. Los mejores en lo suyo piensan en trabajo y hacen de su experiencia laboral tema de debate en las reuniones sociales. Se dice que no compartimentan y aburren. Más vale saber hablar de lo que dan por televisión o dejar que los demás te cuenten. Si no acabarás solo.

Por ello, 150 minutos se antojan demasiados para pasarlos escuchando y viendo a una familia norteafricana asentada en Francia que no para de hablar de cuscús de pescado, posiblemente el tema más monocorde que quepa en una cabeza amueblada. Se estrena inadvertidamente tras ganar tres Césares (incluido el de Mejor Película) el año pasado y cinco premios en Venecia 2007. Excelentes credenciales de cara a aquellos que valoran los festivales y las estatuillas. Y muy en boga en los tiempos de Goyas y Óscares que se avecinan. Excepto si eres artista multipremiable o escultor de galardones. En ese caso, cállate o vas a aburrir a todos.

Valoración: 3/10

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Valkiria (Bryan Singer, 2008)


Tom tuerto y manco es más apuesto y galante que casi todos los terráqueos. No por su gran altura (sólo 1,70 metros separan su cabello más rebelde del suelo) ni por su nariz de piñón que —no lo oculta— se ha roto dos veces haciendo el saltimbanqui. Fue la mayor estrella del firmamento y ahora mendiga un poco de caso afeándose y trabajando con el contrastado autor Singer. Al principio, 'Valkiria' —vilipendiada comercialmente por la serie B que ofreció Antena 3 esta misma semana—, parecía maldita. Iba a ser pequeña hasta que llegó Tom con una saca repleta de millones. Ahora es grande, hinchada de presupuesto, hipercalórica en cuanto a planificación artística, ambientación y extras, pero fría en su última expresión, como una partida de ajedrez planteada con precisión pero sin alma.

Y no es que Cruise no dé lo mejor de sí mismo. Es la idea de desarrollar un festín conspirador milimetrado pero apoyado en gente a la que en realidad nos da igual lo que le pase. Por sus defectos pasados no les exoneramos pese a su cierto mérito (quieren acabar con Hitler). En la cuenta del 'haber' sería injusto no subrayar cierto suspense: se sabe lo que ocurrirá y, sin embargo, a veces se nos olvida. Hay estructura y fundamentos. Pero también una sensación reumática similar a cuando tienes los huesos algo revenidos y se acerca la tormenta.

Valoración: 6/10

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'Mal ejemplo' (David Wain, 2008)


No toda comedia posmoderna es brillante como no todo el cine viejo tiene categoría 'Cinco estrellas'. Hay que distinguir un logro parcial y aislado de una agradable tontería, y, más aún, de una pieza perdurable. La obra maestra es casi inencontrable. Así pues, establecemos, y siempre circunscribiéndonos al cubículo posmoderno, porque Hawks, y su Hepburn, y su 'screwball', quedan muy lejos, que 'Virgen a los 40' es una cinta casi perfecta, agridulcemente clásica y perenne. Que 'American Pie' y 'Supersalidos' fueron dos revoluciones que cambiaron el panorama y los listones del humor imperante en la actualidad, que mezclaron chusquedad con ternura y llegaron a mucha gente, lo cual, empero, me parece conveniente e incluso deseable.

Con agradable tontería me refiero al género Vince Vaughn, sobrecargado de adrenalina verbal para enmascarar fallos en la estructura que no se han pulido porque pasan desapercibidos entre tanto chiste de culos. Los logros parciales los pueden albergar muchas. No tiene mucho mérito contar con Paul Rudd (el Mike de Phoebe en Friends, autor parcial del libreto) y Sean William Scott (Stiffler) y conseguir química o un par de golpes de lucidez a golpe de extremo cinismo. Pero no, 'Mal ejemplo' no pasa del Nivel 1. Y tampoco lo pretende.

Valoración: 4/10

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27 ene 2009

¿Qué es lo que no quita el pie de encima a Cruise para que no levante cabeza?


Está nervioso. O lo parece. Como quien no sabe de dónde le va a venir la primera colleja. Como el subalterno que va a hablar con el jefe por primera vez y duda si éste estará al corriente de que ha hecho fotocopias personales a sus espaldas. Solícito, por ponerle una etiqueta, se muestra serio, casi triste, al empezar. Correcto pero sin brillo. Presenta Valkiria, su enésimo intento de resurrección.

En un momento determinado de la rueda de prensa que ofrece en Madrid, atiende atento a la pregunta de un periodista andaluz que acaba diciendo: “Muchas gracias”. Antes de que le descifren el contenido de la pregunta -no parece que su relación pasada con Penélope le haya preparado para afrontar a los periodistas españoles sin intérprete-, responde con otro “Muchas gracias” al estilo japonés, con reverencia y solemnidad. Le dicen que la pregunta es para el guionista, pero él no se destensa. El oficinista que esta mañana encarna Tom no sabe si el jefe es consciente de que cuando nadie le ve, a veces hace llamadas personales desde su cubículo.

Fino, fibroso, con ropa ceñida oscura, que no logra sin embargo atenuar el bronceado de su piel, contesta a todo tirando de chuleta. “Mi carrera no está más cuestionada que otras veces”. “Sólo quiero hacer películas”. “Hago películas para audiencias amplias pero sin descuidar la calidad de las mismas”. Hasta que topa con la palabra Cienciología. Una televisión le ha preguntado sobre la acogida en Alemania de su última película cuando durante el rodaje el año pasado protestaron por su afiliación a lo que en el país teutón consideran como una secta. Él no tuerce el gesto. O no ha entendido o no quiere entender. Es el traductor el que no deja acabar la pregunta. Revuelo de periodistas. “Que diga él si no quiere contesta”. “Lo ha dicho”, aclara el intérprete.

No es desvelar nada nuevo el decir que Cruise sigue los preceptos de la religión creada por L. Ron Hubbard. Ni tampoco que fue su primera mujer, la actriz Mimi Rogers, la que le inició en tal culto. Él siempre ha mostrado gran gratitud por lo que ha obtenido de su confesión; le atribuye la cura de su dislexia.

¿Es eso lo que más molesta de Cruise? ¿O es que su actuación en el programa de Oprah el 23 de mayo de 2005 todavía no ha sido aceptada ni siquiera tras su intento de lavado de imagen en el mismo escenario el año pasado? Tras sus gritos, saltos y promesas de amor eterno hacia Katie Holmes (16 años menor que él), la que se convertiría en su mujer el 18 de noviembre de 2006, Paramount, la compañía a la que había estado ligado la mayor parte de su carrera, decidió discontinuar su contrato. Se pasó a United Artists y al amparo de Robert Redford acometió su primera tentativa de reflotamiento: Leones por corderos, pasando desapercibida tanto para la crítica como para el público (14 millones de recaudación por 35 de presupuesto). Mejor le está yendo con la presente Valkiria, que lleva recaudados cerca de 80 millones, si bien es cierto que nadie ha aplaudido en exceso el papel de Cruise. Parece que también habrá que pedir perdón para acercarse al cine a ver esta. 100 millones 7 pelis seguidas

No goza de gran popularidad. Se puede apreciar en el ‘estrellometro’ del imdb pro, que mide el número de impactos informativos de las estrellas del cine. Un discreto puesto 23 (no encabeza la lista desde hace cas cuatro años) le sitúa detrás de hasta 9 estrellas adolescentes por pulir.

Parece pues que tanto la Cienciología como Oprah han erosionado parte de su carisma. Ahora cabe cuestionarse los efectos colaterales de su onda expansiva. Basta recordar que Katie Holmes, prometedora actriz salida de ‘Dawson crece’ con gran proyección tras protagonizar ‘Batman Begins’ ha visto cómo la prensa del corazón ya no la considera una actriz seria sino más bien como a una coqueta ama de casa. De igual modo, un poco antes, su relación con Penélope Cruz hizo que la imagen de ésta empezara a deteriorarse en nuestro país por su supuesto afán de arribismo. Era fácil, claro, ponerse del lado de la perdedora en la contienda, Nicole Kidman, que pasó a convertirse tras Moulin Rouge, y ya sin Cruise en las fotos, en la actriz más importante de su momento.

Lejos del sempiterno fulgor de Brad Pitt, que vio su aura multiplicada tras su enlace con Angelina Jolie, con Jennifer Aniston abandonada por el camino, Tom se intenta reivindicar día a día. Puede que sea por los efluvios tóxicos que desprende que Will Smith no se atreve a salir del armario religioso que lo cobija: "Soy cristiano", afirmó el pasado marzo. "No tienes que ser judío para ser amigo de Steven Spielberg, no tienes que ser musulmán para ser amigo de Muhammad Ali y no tienes que ser cienciólogo para ser amigo de Tom Cruise", añadió el protagonista de 'Siete almas', todavía en nuestras carteleras.

En tiempos recientes, la industria americana del Cine nunca ha sido un ambiente excluyente en cuanto a ritos o filias. A nadie le molesta que Shirley McLaine hable con los espíritus o que Richard Gere sea budista. En ámbitos deportivos, Akeem Olajuwon, Lew Alcindor y Cassius Clay no levantaron tanto revuelo juntos al rebautizarse con los nombres de Hakeem Olajuwon, Kareem Abdul-Jabbar y Muhammad Ali como Cruise.

Hollywood, meca de las dietas basadas en alimentos de un solo color, del Feng shui y del sexo tántrico no perdona a Cruise por ser el portavoz de L. Ron Hubbard. No sería muy extraño de no ser porque otros famosos como Larry King, Dustin Hoffman, Oliver Stone, Constantin Costa Gravas, Mario Puzo, Aaron Spelling o Gore Vidal son reconocidos partidarios. ¿Será que un brinco en un sofá puede costarle la fama al que fue la mayor estrella del mundo? ¿No hay perdón posible ni resurrección a la vista para el chico de Siracusa?

El Tom humillado busca redención

Está nervioso. O lo parece. Como quien no sabe de dónde le va a venir la primera colleja. Es una estrella caducada. Se plantea si alguna vez volverá a brillar como antes. No sabe en qué momento dejó de ser el preferido de las audiencias. Pero Tom Cruise lo quiere remediar.

Tom Cruise durante la presentación de 'Valkiria' en Madrid

'Valkiria' es una película ambiciosa, pretendidamente comercial pero muy rigurosa. En ella Tom interpreta al coronel Claus von Stauffenberg, quien, el 20 de julio de 1944, acometió el último de los 15 intentos de asesinato que sufrió Hitler en su delirio. Curiosa elección para intentar reflotar una carrera que en 2006 pareció tocar a su fin. Política, nazis y nada de persecuciones de tejado a tejado, las que hicieron de él el actor más famoso de los 90.

Los brincos que pegó en mayo de 2005 en el programa de Oprah fueron el segundo clavo de un ataúd que había atravesado por primera vez su filiación a la Cienciología. El actor de aficionó a ejercer de pastor, a extender la fe y a captar adeptos, lo que no hizo gracia ni a sus fans. Su inesperado divorcio, su ridículo histrionismo, los morreos que se pegaba con Katie Holmes y sus llegadas en moto a los estrenos no hicieron más que rematarle.

Parece que Tom se ha dado cuenta y ya el año pasado se embarcó en una película seria bajo la dirección de Robert Redford. Sin embargo 'Leones por corderos' fue un gran fracaso como debut en United Artists después de que la Paramount le despidiera en 2006 por bajo rendimiento. Ahora, un clavito más se antoja casi insostenible. Porque nadie ha cuestionado su método interpretativo ni la elección de los prestigiosos directores con los que trabaja. Es él y el aura excéntrica que desprende los que provocan que ir a ver una de sus películas sea algo por lo que hay que pedir perdón. Como aplaudir a Elia Kazan, delator de rojos en el Hollywood 'mccarthysta', cuando recogió su Óscar honorífico. Algo olía a podrido.

Sabe que está en el ojo del huracán, que la industria a la que tanto dio se ha vuelto en su contra y se le ha quedado una cara perpetua de "¿Tú también, Bruto?". Y sin embargo...

Y sin embargo choca que el mejor relaciones públicas de la industria se vea en una de éstas. No tiene la gracia de Jim Carrey ni la indolencia grave de Keanu Reeves y por descontado que le faltan centímetros para jugar un partido de baloncesto contra Vince Vaughn con garantías, pero en el negocio de vender al Tom producto no hay otro que se le equipare.

Hoy estaba en Madrid, venía de Rusia y Alemania y quiere dar la vuelta al mundo (está "ansioso") para enseñarles el partido que el director de 'X-Men' ha sacado de él, manco y tuerto. Mutilado como en 'Nacido el 4 de julio' pero sin nominación al Óscar. ¿Tú también, Academia? ¿Será que ya no es suficiente con que los guapos se afeen? La cuestión ya no es si Cruise está decepcionado por no haber sido nominado este año por 'Valkiria' o, lo que más choca, por la paródica 'Tropic Thunder', en la que se ríe de sí mismo y por la que fue considerado para el Globos de Oro. La cuestión es que Tom ya no tiene el mojo y la cuestión es que ha sido él solito el que se ha metido en este berenjenal.

El productor Cruise vela por el Cruise actor. Le dice que se enrede firmando todos los autógrafos del mundo. Perdiendo minutos de su vida que no volverán. Recompensando a todo aficionado que se encuentra por el camino y que le ponía verde por su carrera errática antes de hacerse una foto con él. Metiendo en la saca de los fans a los que se espantaron con sus espasmos. Por ello ha alterado su orden de trabajo y promoción del día para apostarse a las puertas del Teatro Real varios minutos antes de la 'premiere' V.I.P española de su película en Madrid. No asistirá el Príncipe de Asturias, que amablemente ha declinado la invitación por carta. No descarten que vaya a la Zarzuela y se lo pida personalmente. Uno a uno, todos de vuelta a las taquillas. Así nos quiere.

25 ene 2009

La perla indie de 2009 se llama 'Push'


Su nombre completo es 'Push: Based on the Novel by Sapphire' y suyos han sido tanto el Premio Especial del Jurado al Mejor Drama como el Premio del Público en el Festival de Cine Independiente de Sundance 2009 que hoy ha tocado a su fin. La cinta ha sido dirigida por Lee Daniels —cuyo debut en 2005, 'Shadowboxer', contó con la participación de Cuba Gooding Jr., Helen Mirren y la cantante Macy Gray—, que se ha apoyado en un reparto casi desconocido en esta ocasión (con la excepción del rockero Lenny Kravitz, en su primer papel de drama) para hablar del difícil desarrollo de una joven de Harlem con sobrepeso, embarazada y analfabeta.

De momento no hay acceso al tráiler de la película en la red aunque sí una entrevista que concedió Lee Daniels a la organización del festival en fechas recientes (ver vídeo de la izquierda).

También hay que destacar la meritoria Mención Especial del Jurado que ayer recibió el español Chema García por su cortometraje 'El ataque de los robots de Nebulosa-5', del que ya os hablamos el otro día. ¿Resultará ser finalmente el de Elche nuestro próximo Vigalondo?

A la espera de que 'Push' llegue a nuestro país, os dejamos con la lista de sus predecesoras en el palmarés, la mayoría fácilmente accesibles mediante alquiler o compra por Internet. Algunas, grandes clásicos de nuestro tiempo alternativos a la industria. (Para más información sobre cada una de ellas, pincha los títulos).

—Consulta el resto del palmarés de Sundance 2009 pinchando aquí.

24 ene 2009

La evolución del macho 'hostiador' (de Errol Flynn a Jason Statham)


La estilosa calvicie y los agresivos abdominales del 'machoibérico' inglés Jason Statham no tienen que ver tan sólo con el gimnasio, la pechuga de pollo y los batidos de proteínas. Son fruto de un proceso evolutivo tan antiguo como la existencia del cine mismo. Dicen los poco originales que es el heredero de Bruce Willis, pero eso es limitarse demasiado, por más que compartan corte de pelo y una tendencia natural a acabar descamisados. Debido a sus cualidades natatorias (doce años en el equipo nacional inglés de salto, con unos JJ.OO. incluidos, le avalan) podría emparentarse con Johnny Weissmuller, el gran Tarzán sepia. Además, su pasado como modelo tiene que ver con el de Brad Pitt. No en vano ambos sirvieron de maniquíes a una marca de vaqueros judía muy famosa.

Treinta y seis años, londinense, de padres artistas y residentes en Canarias, es famoso desde que Guy Ritchie le hiciera una prueba para encarnar al Bacon de 'Lock and Stock', el debut de ambos, aconsejado por uno de los buscadores de talentos de la agencia French Connection para la que Jason hacía sesiones fotográficas. Luego, el ex de Madonna le llamaría dos veces más.

Los pasos pormenorizados que ha dado un renacentista de este calado —más fan de Bruce Lee ("Lee es mi héroe y nadie ha superado lo que él hizo hace más de 30 años") que de Laurence Olivier— hasta convertirse en una estrella de la serie B sólo interesan a los iniciados, a los que no teman meterse entre pecho y espalada las fantasías acrobáticas de Jet Li ('El único', 'El asesino') o los desvaríos megalómanos de Luc Besson (guionista y productor de la saga 'Transporter') en busca de asentar en Francia una subdivisión garrafonera del Hollywood más palomitero y menos artísticamente ambicioso.

Lo que no se puede rebatir a aquellos que se empeñan en sacar parecidos razonables es que el protagonista de 'Luz de Luna' y el actor británico han sido catapultados a la fama por interpretar a sendos personajes protagonistas en dos importantes trilogías de acción. 'La jungla de cristal', reivindicadísima hoy como una de las mejores películas de acción de todos los tiempos, tiene en 'Transporter', de la que esta semana se estrena la tercera parte, su espejo posmoderno. El héroe discreto (policía/conductor) que no se quiere meter en problemas, y sí cumplir puntualmente con su deber, se encuentra por arte de magia metido en fregados descomunales, en los que, claro, tira de músculo mientras su rostro esculpido en cemento esboza un gesto burlón.

No ha afrontado Statham grandes retos dramáticos por el momento. 'Revolver' —thriller cabalístico pajamentalista que por fin pudo estrenar Ritchie la semana pasada en nuestro país gracias al tirón de 'RocknRolla'—, en la que sufría brotes severos de esquizofrenia durante su ininteligible segmento final, puede tomarse como la excepción que confirma la regla. Pero eso no le quita el sueño: "Nunca vas a ganar un Óscar por hacer 'Crank' (cuya segunda parte está pendiente de estreno)... ni tampoco por ninguna otra de las películas que he hecho". ¿Cómo criticar a quien no se toma en serio a sí mismo? Como los personajes a los que interpreta (hasta las últimas consecuencias: casi nunca tira de dobles), es difícil pillarle en un renuncio.

Y en caso de que algún día quiera convertirse en un actor respetable, siempre hay tiempo para el viraje. Tuvieron que pasar muchos años de carrera para que Arnie se encontrara con Verhoeven o James Cameron y unos cuantos más hasta que James Mangold se decidiera a someter a Sly a una dieta hipercalórica en 'Copland'. A todo bruto le llega su sanmartín. De lo que no hay duda es de que en su registro no hay otro mejor que Statham, ni ningún chófer más pirado e indestructible que su tres veces Frank Martin.

Tráiler de 'Transporter 3', de estreno esta semana



Repasamos ahora los antepasados lejanos y recientes de 'El turco':

Cabe diferenciar a los que son sólo duros de los que son duros y reparten estopa en formato balas o patadas voladoras. En el primer saco se podría introducir a todos los fumadores listillos del cine negro (Fred McMurray, Humphrey Bogart, James Cagney, padres de los ulteriores Dean y Brando) y a los aventureros del cine coloreado (y del que estaba por colorear). La lista es infinita y obviamente discutible. Lo único cierto es que mejor no tener altercados con ninguno de ellos. De todos y cada uno de los que se plantean a continuación toma apuntes Frank Martin para conformarse como el mejor antihéroe de la cartelera.

Errol Flynn

Años 30: Errol Flynn ('El capitán Blood') tomó el digno relevo del patriarca descafeinado Douglas Fairbanks (que diera vida al El Zorro y también a Robin Hood). Los héroes de aquella época eran tan ligeros que parecía que se iban a romper y en ocasiones se maquillaban mucho más que las mujeres a las que solían cortejar. No se encamaban con ellas todavía (al menos dentro de plano). Quien dude de la hombría de Flynn, sólo tiene que revisar en DVD el duelo final a espada que le enfrenta a Basil Rathbone en 'Robin de los Bosques'.


John Wayne

Años 40: Más de tres películas por año rodó John Wayne en esta década, entre ellas 'Fort Apache', 'Río Rojo' y 'Tres padrinos'. Cuando John Ford se dio cuenta del gran potencial dramático que atesoraba, le regaló 'El hombre tranquilo' en el año 52. Su cumbre, 'Río Bravo' (Howard Hawks), no llegaría hasta el 59, otra vez haciendo de sheriff inquebrantable. Vio cómo otros grandes quisieron calzarse las botas de tío más famoso del 'far west', pero nunca sería lo mismo. Fue el referente de su amanerado sucesor James Stewart, quien tuvo a su pequeño Ford en miniatura en Anthony Mann. Más en la corriente de Wayne se situaría Gary Cooper en la claustrofóbica 'Sólo ante el peligro' (1952).


William Holden

Años 50: Una carrera repartida entre los años 30 y 80 fue la que tuvo William Holden, pero su cumbre macarra (en 'El crepúsculo de los dioses' era más víctima que otra cosa) tuvo lugar en estos 50. 'Traidor en el infierno', rodada en el 53, fue la peli de presos que nunca sobra en la filmografía de todo 'hostiador'. El Dardo al que interpretó Burt Lancaster en 'El halcón y la flecha' estuvo más en sintonía con Flynn que con un matón de gimnasio, pero el cinismo y la flema McClane se encontraban ya presentes.


Steve McQueen

Años 60: En esta década los buenos modales se perdieron y se tendió hacia un ensuciamiento que alcanzaría sus máximas cotas en los 70. En esta franja temporal se gestó el histórico carisma de Lee Marvin ('A quemarropa', 'Doce del patíbulo', ambas de 1967) y surgieron dos grupos de angelitos que no dejaron títere con cabeza: 'Los Siete Magníficos' (formados por Charles Bronson ('Yo soy la justicia'), James Coburn, Yul Brynner y Steve McQueen ('Bullitt'), entre otros) y el 'Grupo Salvaje' de Peckinpah, con Holden de nuevo a bordo. Tampoco nos olvidemos de Sean Connery, el único James Bond que no ha sido un fiasco travesti hasta la aparición de Daniel Craig. El doctor No fue el primero en inflarle las narices; corría el año 62


Clint Eastwood

Años 70: Diez años que llevan la impronta de Clint Eastwood marcada a fuego. Antes de convertirse en uno de los directores (o el director) más respetados de toda la industria, empezó repartiendo tiros en el oeste del spaghetti y después alcanzó su mayor gloria pop descargando su calibre 44 contra todo aquel que desafiara su autoridad en la trilogía del malhumorado Harry Callahan. Quizá sea el más peligroso de toda la galería que os proponemos, el tipo en el que debían estar pensando cuando diseñaron la billetera de Jules Winnfield. No os aturdimos con más nombre en este epígrafe porque sólo sobreviviría uno de ellos, y sería Harry.


Sylvester Stallone

Años 80: "Chuck Norris tiene dos velocidades: Caminar y Matar". Puros 80. La bravuconería de 'Walker Texas Ranger' en estado de máxima efervescencia recuerda a una década que ha envejecido cruelmente para las grandes audiencias pero que se reivindica como pocas para los amantes de la serie B. No podemos perder el tiempo diciendo qué tal o cuál título encumbró a cada uno de los Van Damme (la elasticidad), Stallone (el autofustigamiento), Mickey Rourke (los demonios internos), Bruce Willis (la socarronería), Schwarzenegger (la hipertrofia) o Michael Paré (la caspa), porque nos quedamos sin scroll. Si hasta tiroteadores de pacotilla metidos a superdetectives había.


Vin Diesel

Años 90: La década del grunge vivió de las rentas y de la madurez de quienes resistían en activo del periodo anterior, esta vez ya totalmente integrados en la industria. Fue hasta que en el año 98 irrumpiera discretamente quien sería muy importante en el presente: Vin Diesel. Tras ver su película 'Strays', en la que hacía de actor, director y guionista, Spielberg le fichó para hacer de francotirador con cuerpo de armario ropero en 'Salvar al soldad Ryan'. El musculado actor sería cabeza de cartel de títulos de referencia como 'xXx', 'Diablo', 'Pitch Black' o 'Babylon A.D.'


Jason Statham

Años 00: 'Transporter' se rodó en el 2002; en el 2005 vendría la secuela y esta semana se cierra el triángulo... por el momento. Compañeros de promoción de Jason son su más duro competidor (Diesel al poder), Dwayne Johnson ('El rey Escorpión', 'Tesoro del Amazonas' y 'Doom') o Hugh Jackman ('Operación Swordfish', 'Lobezno'). Pero si por algo hemos decidido darle a 'El Turco' el título de farruco por excelencia de esta categoría es porque, fiel a sus principios, es el único que se siente totalmente a gusto con la etiqueta sin intentar hacerse el tierno (Diesel perpetró 'Un canguro superduro'; Johnson, 'Papá por sorpresa' y Jackman, 'Kate & Leopold'). Imperdonables.

¿Cuál es tu favorito? ¿Cuál te falta?

23 ene 2009

El gran Stan, el matón de la prisión (Rob Schneider, 2008)


Le recordarán de otras sales gruesas: 'Gigoló', 'Estoy hecho un animal' o cada secundario robaplanos de la filmografía Sandler. Ha debido pensar Rob Schneider que para lo que suele contar, se atreve él solo. Y se pone delante y detrás de la cámara. La verdad es que tanto da. Si no se leen los títulos de crédito, te puedes creer que la ha filmado un habitual, él mismo o la virgen santísima.

Porque no se puede hacer nada mejor con ese guión: un agente inmobiliario comete fraude y, temeroso de que le violen cuando le corresponde entrar a prisión seis meses después, contrata los servicios de un sensei (David Carradine, aka 'Kung Fu', aka Bill) para que haga de su trasero un fortín inexpugnable.

'Comedia' aliñada con peleas o peleas aliñadas con 'comedia' o nada de eso en absoluto. Reconozco que cuando intentan hacerme reír soy bastante condescendiente. Procuro hacer las concesiones preceptivas a la comedia escatológica de cuño 'new-age', comprar billetes para el autobús al surrealismo chusco que conduce Apatow, pero también sé ver el vacío absoluto y las gracias sin gracia. Ahí lo dejo…

Valoración: 3/10

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Transporter 3 (Olivier Megaton, 2008)


La película no es ambiciosa. Como las dos anteriores de la franquicia, plantea un viaje nada intelectual desde el punto 'A' hasta el punto 'B'. El sujeto protagonista, musculoso y de frente despejada, es un profesional con la cabeza sembrada de reglas. Reglas para esto, reglas para lo otro. Es el único chiste que se permite. Las reglas y la excepción a las mismas. Todo lo demás pretende ser un higiénico manual de estilo de cine de persecuciones, con la preceptiva pirueta sobre dos ruedas robada sin pudor de cada capítulo de 'El coche fantástico'.

No hay efectos especiales sino una vuelta a los 80, a la artesanía del guantazo, que llega puntual cada cuarto de hora. No tiene objeto guardar para el instante final los mejores golpes, porque si la chica se salva o no, o si el chantaje se ejecuta exitosamente, son meros mcguffins con respecto a la trama principal de violentas (que no sangrientas) coreografías. Hay que reconocerle al director una gran honestidad a la hora de no inflar de filosofía un producto de consumo tan descarado, quizá el anuncio de coches más elaborado que se recuerda.

Valoración: 5/10

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Revolutionary Road (Sam Mendes, 2008)


Kate sale más delgada que en 'Titanic'; Leo, menos guapo. Ella más rubia; él más moreno, con el pelo más corto y engominado, como si se lo hubiera peinado con una brocha bañada en miel. Ambos actores llegan maduros a una meta convergente que se planeó hace mucho tiempo. Cuando se cortejan, se besan y se casan (por fin, esta vez), ya no parece que él le esté haciendo un favor como hace 11 años. Todo ello tiene lugar en los cinco minutos iniciales y Sam Mendes ya apunta gran oficio como demiurgo de la elipsis. Los hijos de la pareja, meros accesorios serán tratados como fantasmas de manera que se aísla a los sujetos de estudio, cobayas —eso sí, divinos— los dos.

Encuadrada en los 50, época de tiros altos, justo por debajo de la pechera, el director vuelve a hablar como en su debut insuperado de las disfuncionalidades matrimoniales surgidas por el fracaso del 'american dream' con grandilocuente desamparo, teatralmente, fiel a sus raíces. Dijo Trueba en una ocasión que 'Maridos y mujeres' era la película más violenta de los 90. Desde hoy tenemos firme candidata para esta década que pronto se acaba.

'Revolutionary Road' tiene un arranque algo errático tras su expeditivo clip inicial. Le lleva nada menos que ochenta minutos revelarse como el gran thriller romántico que es. Hasta entonces, pausada y enfática, utiliza la infidelidad como catalizador positivo para el avance del amor, rememorando los 50 con minuciosa precisión pero tirando de la moral fílmica actual. Eso es refrescante. Un polvo urgente quitaba las mismas penas en tiempos de Eisenhower que ahora.

Valoración: 8/10

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María Valverde se nos hace mayor



21 años tiene Valverde. Guapa; no, mejor, bella. Simpática, por no decir arrolladora, de las que saludan con dos besos al llegar y dice: “Hola, soy María”, como si no lo supiéramos. Han pasado seis años desde que empezara a engatusarnos con ‘La flaqueza del bolchevique’. Goya al canto. La mejor revelación de 2003 sigue revelándose día a día. Madurando, casi siempre de Lolita, más pequeña que un botón, pero hoy no, esta semana presenta ‘La mujer del anarquista’ en la que encarna a la esposa de Juan Diego Botto, y a la madre de Ivana Baquero, a la que sólo aventaja en siete años. El secreto no es el maquillaje, es que es toda una actriz.

22 ene 2009

Spoiler: ya hemos visto la peli más nominada

Forest Whitaker, con su voz frondosa, boscosa, lo dijo hasta 13 veces: 'El curioso caso de Benjamin Button', lo último de Brad Pitt, puede llevarse una cantidad ingente de Óscar el próximo día 22 de febrero. El esquema es el de 'historia más grande que la vida': visto ya. La particularidad es que empieza al final y acaba al principio, pero no como 'Memento', es que el protagonista nace viejo y rejuvenece hasta su muerte.

Parece que está un poco estropeado, pero en realidad es que es muy joven todavía

La gente de la calle, ustedes, lectores bienhechores, no tienen por qué saber qué les parece la decisión de la Academia de Hollywood cuando opta por proclamar un día de enero como hoy las que para ellos fueron las mejores películas del curso anterior.

El preceptivo retraso de las obras estrenadas allí hace que quienes no tiran de tecnología p2p se encuentren con que hay veces en que ni siquiera después de la ceremonia de entrega se han estrenado en España las candidatas a todos los premios.

De las cinco finalistas que pelearán por la más importante estatuilla sólo 'Mi nombre es Harvey Milk' se puede ir a ver ya a los cines españoles. Las demás:

  • 'El curioso caso de Benjamin Button' (6 de febrero)
  • 'Slumdog Millionaire' (13 de febrero)
  • 'El desafío: Frost contra Nixon' (13 de febrero)
  • 'The Reader' (13 de febrero)

...se estrenarán durante las próximas tres semanas con el tiempo pegado para hacer porras con fundamento.

Todas ellas diseñadas con tiralíneas, académicamente, y, no por azar, recién estrenadas al otro lado del Atlántico, que las películas que no están recientes en la retina tienden a ser ninguneadas (por ejemplo 'Wall•E' y 'El caballero oscuro', ambas con menos pre-premio del esperado).

Como esta es una afrenta que no puede quedar así, nosotros, que sí hemos visto ya la peli con más nominaciones, les chivamos unos cuantos datos para que mañana, a la hora del café, puedan fingir que la han visto delante de sus compañeros, convirtiéndose en los más 'cool' de toda la oficina:

  • La increíble historia del hombre menguante es un flashback gigante. Cate Blanchett en su lecho de muerte recuerda su relación con el gallardo protagonista. No hay 'happy end'. Se ve venir, pero, por si acaso, que lo sepáis.
  • El discurrir inverso de sus edades hace que los 'protas' sólo sean sexualmente compatibles en el nudo de la cinta. Son, con diferencia, los minutos más coñazos y menos sustanciosos de la trama.
  • Brad (Benjamin) conocerá a muchas hembras en su vida, pero siempre estará lastrado por el amor de Cate. Toda la película se centra en la lectura que la hija de la moribunda hace del diario de su padre, documento que recoge todo el tórrido romance.
  • No hay evolución en el personaje de Brad Pitt. Es un yayo que cuando se ve con fuerzas se hace marinero; cuando estalla la II G.M., su barco se desplaza al frente; después se hace empresario, luego motorista mochilero y más tarde acaba, senil perdido, en una especie de jardín de infancia.
  • Pierde la virginidad cuando los demás estamos perdiendo dientes de leche.
  • Su padre, que al principio reniega de él y lo abandona, decide finalmente dejarle en herencia una fábrica de botones. Acaban tan colegas. No te puedes enfadar con el viejo joven. Simplemente no puedes.
  • La parte en que Cate baila es de lo más grimoso del año, pero no os preocupéis, pronto la atropella un taxi y se queda coja, con lo que dejamos de ver tutús.
  • Si te gusta la historia del reloj que avanza al revés que sale en el minuto diez, puedes salirte del cine. Los siguientes 150 minutos no están a la altura.
  • ...y ahora curiosidades...

  • El director David Fincher, que hizo la película para Warner, acabó renegando del proyecto por pedirle los ejecutivos de la compañía que acortara la duración: "Recuerdo que Alan F. Horn (presidente de la Warner Bros) me dijo: 'Me gusta la película pero llevo corbata y por eso te voy a tener que pedir que la hagas más corta'. Creo que era una forma dulce de hacerlo y tenía razón. Entonces corté unos seis minutos". El metraje final es de 164 minutos.
  • Las tres colaboraciones conjuntas entre actor y director, 'Seven' y 'El club de la lucha' y ésta última, se encuentran todas entre las 100 mejor valoradas de la historia por iMDB.
  • Es, posiblemente, la película más contracorriente que haya firmado el también autor de 'The game', 'Alien 3', 'La habitación del pánico' o 'Zodiac'.
  • Cate Blanchett, cinco veces propuesta al Óscar y sin embargo fuera de la quiniela el año en el que participaba en la película más premiable de su carrera. Ganó la estatuilla en 2005 por 'El aviador'. Ambos ya fueron marido y mujer en 'Babel', en la que Pitt quedó excluido de las nominaciones contra todo pronóstico.
  • Esta es la segunda vez que Brad Pitt puede hacerse con el eunuco dorado. En 1996, su trabajo en '12 monos' le hizo entrar en la puja de los cinco mejores secundarios. Finalmente el Óscar sería para Kevin Spacey ('Sospechosos habituales'), con quien coincidiría más tarde en 'Seven'.
  • La mujer de Pitt, Angelina Jolie, también opta en esta edición al Óscar a la Mejor Actriz Principal por su papel en 'El intercambio'. Como para él, es su segunda vez, aunque, a diferencia de él, ella si ganó. Fue en el 2000, en categoría secundaria, con 'Inocencia interrumpida'.
  • El guión basado en un relato corto de F. Scott Fitzgerald fue adaptado por Eric Roth, responsable, entre otros, de los libretos de 'Lucky you', 'El buen pastor', 'Múnich', 'Ali', 'El dilema', 'El hombre que susurraba a los caballos', 'Mr. Jones' o 'Forrest Gump'.
  • Precisamente con 'Forrest Gump' se ha comparado mucho a la película que nos ocupa, por dibujar las dos el retrato de un personaje que, al cruzarse de manera episódica con los demás protagonistas, influye en sus vidas de una manera decisiva. De hecho, hasta la semana pasada en que Paramount interpuso una denuncia, existía un corto en youtube que mostraba escenas semejantes de las dos películas montadas en paralelo.
  • Algunos de estos secundarios son Tilda Swinton (Mejor Secundaria en 2008 por 'Michael Clayton'), Jason Flemyng (que interpreta a su padre y ya coincidió con Pitt en 'Snatch'), Taraji P. Henson (su madre adoptiva en la película, nominada contra todo pronóstico este año en la categoría de secundaria en claro perjuicio de Kate Winslet en 'The Reader').
  • Julia Ormond, con la que Brad Pitt comparte títulos de crédito como hicieran en 'Leyendas de pasión', no aparece en ninguna escena junto a él. Su papel es el de hija del rubio actor.
  • La única condición que puso el dos veces nombrado Hombre Más Sexy del mundo por 'People' fue rodar todas las escenas de su personaje, para lo que tuvo que se tuvieron que utilizar abundantes efectos especiales. Según Fincher: "Lo más complicado al reemplazar la cabeza de alguien fue "respetar siempre la distancia entre sus ojos y la clavícula".
  • La película ha recaudado 104 millones de dólares desde su estreno en Estados Unidos el pasado 25 de diciembre. Estos deben sumarse a los 14 millones que de momento ha acumulado en el resto del mundo. El presupuesto ascendió a 150 millones.
  • El día de su estreno no consiguió superar a 'Marley and me', la última comedia romántica de Jennifer Aniston y Owen Wilson.
  • Es, por el momento, la séptima película más taquillera de la carrera de Pitt y la que más dinero ha hecho de las siete que ha rodado Fincher.

Tráiler de 'El curioso caso de Benjamin Button'



Además, os dejamos la lista de las principales candidaturas tal como han sido y tal y como podrían haber sido. Y está Penélope.

Mejor película

  1. El curioso caso de Benjamin Button
  2. El desafío: Frost contra Nixon
  3. Mi nombre es Harvey Milk
  4. The Reader
  5. Slumdog Millionaire

Mejor Director

  1. Danny Boyle, por Slumdog Millionaire
  2. Stephen Daldry, por The Reader
  3. David Fincher, por El curioso caso de Benjamin Button
  4. Ron Howard, por El desafío: Frost contra Nixon
  5. Gus Van Sant, por Mi nombre es Harvey Milk

Mejor Actor Protagonista

  1. Richard Jenkins, por The Visitor
  2. Brad Pitt, por El curioso caso de Benjamin Button
  3. Sean Penn, por Mi nombre es Harvey Milk
  4. Frank Langella, por El desafío: Frost contra Nixon
  5. Mickey Rourke, por The wrestler

Mejor Actriz Protagonista

  1. Anne Hathaway, por La boda de Rachel
  2. Angelina Jolie, por El intercambio
  3. Melissa Leo, por Frozen River
  4. Meryl Streep, por La duda
  5. Kate Winslet, por Revolutionary Road

Mejor Actor Secundario

  1. Robert Downey Jr., por Tropic Thunder, una guerra muy perra
  2. Josh Brolin, por Mi nombre es Harvey Milk
  3. Philip Seymour Hoffman, por La duda
  4. Heath Ledger, por El caballero oscuro
  5. Michael Shannon, por por Revolutionary Road

Mejor Actriz Secundaria

  1. Amy Adams, por La duda
  2. Penélope Cruz, por Vicky Cristina Barcelona
  3. Viola Davis, por La duda
  4. Taraji P. Henson, por El curioso caso de Benjamin Button
  5. Marisa Tomei, por The wrestler

Mejor Guión Original

  1. Frozen River
  2. Happy, un cuento sobre la felicidad
  3. Escondidos en Brujas
  4. Mi nombre es Harvey Milk
  5. Wall•E

Mejor Guión Adaptado

  1. El curioso caso de Benjamin Button
  2. La duda
  3. El desafío: Frost contra Nixon
  4. The Reader
  5. Slumdog Millionaire

Película de Habla No Inglesa

  1. R.A.F. Facción del Ejército Rojo (Alemania)
  2. La clase (Francia)
  3. Revanche (Austria)
  4. Departures (Japón)
  5. Vals con Bashir (Israel)

Si quieres ver todos los nominados, pincha aquí.

Pe y la Academia sin sentido del humor


El significado etimológico de Cine no hace alusión ninguna al entretenimiento ni a la diversión. No hay una sola de las siete acepciones que baraja la R.A.E. que apelen a la desconexión ni a la ligereza y, por ello, caben fundadas sospechas de que los Académicos de Hollywood han elegido sus propuestas de este año con el tocho en la mano.

La margarita de si "Pe, sí", si "Pe, no" tenía el número pronosticado de pétalos impares y ha sumado con 'Vicky Cristina Barcelona su segunda candidatura a los Óscar'. A nadie sorprende después de todos los meses que lleva recogiendo galardones (National Board Review, Críticos de Nueva York y Los Ángeles...). No le acompañará Bardem, al menos como profesional, que, quizá, si siguen de buenas para el 22 de febrero, le coja la mano cuando sea una de las cinco enfocadas en la ya habitual multipantalla. Amy Adams (después de la catalogación de Kate Winslet en 'The Reader', ganadora en los Globos de Oro, como Mejor Actriz Principal) será su más dura rival. Porque a Penélope la Academia no le debe ningún Óscar (recordemos esa patraña de autoayuda de "Ya es un premio estar nominado"). El de 'Volver' era de Helen Mirren por derecho propio y si es por golpear veces a la puerta, la Adams sufrió un agravio histórico al no meterse entre las cinco finalistas el año pasado por 'Encantada'. Su labor es la de dignificar a las idiotas en el cine. Eso sí, nos queda el consuelo de que su carrera de premios es más discreta este año que la de nuestra 'jamona'.

Somos españoles. A pesar de que en las últimos 26 años hemos recogido 4 estatuillas a la mejor película extranjera, una al guión y la de Javi del año pasado como mejor secundario con pelo 'atazonado', es un lujo que la seria industria se siga acordando de nosotros, y más si es por un papel que tiene la mayoría de sus líneas en castellano. Y porque el reuerdo español era perentorio, les informo con el texto ya un poco avanzado de que la película con más posibilidades de llevarse el estilizado figurín (bañado que no macizo —crisis—) a la mejor película del año pasado es 'El curioso caso de Benjamin Button' o, lo que es lo mismo, la historia de un Forrest Gump menguante vista por David Fincher. No cuenta con la transgresión habitual del director de 'El club de la lucha', pero sí, de nuevo, con un Brad Pitt que lleva reivindicando su puesto entre los respetados desde que en 1995 '12 monos' demostrara que no es sólo un guapo dúctil. Gwyneth Paltrow, Julia Roberts y Catherine Zeta Jones ya tuvieron su frívola recompensa y no era muy de recibo guardar mucho más tiempo a Pitt en la despensa.

La segunda mejor situada, 'Slumdog Millonaire', que parte con 10 posibilidades y cuenta el vuelco que le da a vida a un joven pobre de Bombay su participación en el programa '¿Quiere ser millonario?'. Dicha premisa sumada a un toque de realismo mágico da lugar a un drama sembrado de momentos amables. Emocionante y romántico, sí, pero con un trasfondo de brutal pobreza detrás. El director de 'Trainspotting' metido en un maravilloso berenjenal oriental, esta vez sin ayuda de actores arios.

Lo grave, revisando, es que no hay comedias puras en los puestos de cabeza. Por ello, la mejor película de 2008 será un drama. De hecho, para quienes aún tengan fe en estos premios, que son como Papá Noel, tanto más ilusionantes cuanto menos picardeado se está, las cinco mejores películas de 2008 son dramas: una sobre lo difícil del matrimonio, otra sobre lo difícil de hacerse más joven con el paso del tiempo, otra sobre los problemas que trae el enamorarse de una nazi, otra sobre lo complicado que es que te tomen en serio cuando eres artista de variedades y quieres entrevistar a un ex presidente corrupto.

Ni rastro, entre los trozos más grandes de la tarta, de 'Escondidos en Brujas' (guión original no es demasiado consuelo con el repartazo increíble y ninguneado con que cuenta), 'Quemar después de leer', la prueba de que los Coen saben hacer cosas todavía sin ponerse coñazos, o 'Vicky Cristina Barcelona' (ni en los chistes ovetense-catalanes de Woody se han fijado). ¿Tanto costaba nominar a Sally Hawkins, que ganó el Globo de Oro? Ni rastro de la 'Pequeña Miss Sunshine' de 2006 o de la 'Juno' de 2007. Parece ser que las experiencias de los útlimos diez años, cuando les ha dado por ponerse sonrientes a los académicos, caso de 'Shakespeare enamorado' (1999) o 'Chicago' (2003), brutalmente devaluadas por el paso del tiempo, han hecho que tiren hacia lo seguro, es decir, hacia el nudo en el estómago. Ha faltado más valentía incluso a la hora de apostar por la revolución Wall-E, presente en las listas de todos los críticos del mundo. Nadie hubiera discutido su presencia al lado del plomo academicista mencionado, diseñado con tiralíneas, estrenado en las vísperas. No es peor que 'La Bella y la Bestia', que en 1992, marcó todo un valiente hito al ser nominada como Mejor Película.

Y ahora hablemos de Clint Eastwood, quien desde que en 2004 fuera nominado por 'Mystic river', no se había perdido una sola gala (ni como Mejor Director ni como Mejor Película) si ese año había estrenado. Al año siguiente de su tragedia pederasta fue 'Million dollar Baby', por la que consiguió dos estatuillas, y dos años después, 'Cartas desde Iwo Jima'. Este año ni con 'El intercambio' ni con 'Gran Torino' ha conseguido hacerse un hueco. Aunque de haber entrado se habría multiplicado la tasa de drama que venimos denunciando desde el comienzo del artículo. Esta claro que nunca llueve a gusto de todos.