28 ago 2009

Año uno (Harold Ramis, 2009)


Jack Black no tenía quien le tosiera en comedia cuando hizo de secundario robaplanos en la siempre reivindicable 'Alta Fidelidad' (2000). Y a Michael Cera le pasaba tres cuartas partes de lo mismo en (sobre todo) 'Arrested Development' y la cosecha que lleva cultivando estas dos últimas temporadas desde que es uno de los nuevos talentos renacentistas del Hollywood de Apatow.

Sin embargo, juntos no funcionan. Son ambos demasiado específicos en sus modos actorales y rara vez están en la misma onda en 'Año uno'. Haciendo cada uno la guerra por su lado no consiguen mejorarar el deficiente guión del ya no tan cool Harold Ramis, quien, desde 'Una terapia peligrosa', no parece encontrar el interruptor de la risa.

Este viaje episódico por la antigüedad, que pretende reírse de todo y de todos de manera descafeinada y poniendo una incómoda y constante mirada en 'La vida de Brian', tenía todos los ingredientes (feroz merchandising incluido) para dar lugar a un bombazo de magníficas proporciones. Sin embargo, rodada casi con desgana, ha quedado lejos de conseguir que los astros se confabularan para que cada uno de sus componentes se encontraran en su mejor momento. Como si al Madrid le tocara jugar la final de la Champions con toda la plantilla lesionada.

Valoración: 4/10

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Mapa de los sonidos de Tokio (Isabel Coixet, 2009)


Que la Coixet me parezca un primor que gana en las distancias cortas no significa que esté de acuerdo con su cine. De hecho, de toda su producción, tan sólo 'La vida secreta de las palabras', aquel culebrón mortal y lleno de gaviotas enmarcado en una estación petrolífera, me había disgustado más que este 'Mapa de los sonidos de Tokio'. Pasaba con aquélla como con la presente. ¿Recordáis 'Notting Hill', la noventera comedia de Julia Roberts y Hugh Grant en la que ella encarnaba a una estrella de cine? Uno de sus más reseñables méritos era cómo diseccionaba lo absurdo de las tramas del cine comercial. Anna Scott (que así se llamaba el alter ego de la Roberts) protagonizaba el fake film 'Helix', donde la veíamos a bordo de una nave espacial caminando a paso de tortuga (y a ritmo de balada) y retratada con planos oblicuos imposibles. No nos pegaba como astronauta, y menos con ese pelo a lo Virtudes que le encasquetaron.

Pues peregrina como aquélla me resultó la premisa de 'La vida secreta...', y poco veraz también la del 'Mapa de los sonidos...', en la que la protagonista, Rinko Kikuchi interpreta a una pescadera/asesina. Cierto es que la novelización que Coixet hizo para Tusquets hablaba de que la lacónica tipa descendía de una familia de Yakuzas, pero toda la trama, que respira Sofia Coppola en cada uno de sus encuadres, evoca una mezcla cortada (mal, como la mayonesa indigesta) de 'El último tango en París', las novelas de Murakami y una sobredosis de sushi. Falsilla.

Es indudable la belleza estética que irradia el conjunto, lo suficientemente preciosista y melancólica como para atraer al jurado seleccionador del último festival de Cannes... lo suficiente, incluso, para que nos echemos al coleto una postal animada del Japón más desconocido, pero impotente a la hora de hacernos salir del cine con los ojos empañados o con el corazón encogido. Eso, ni de coña.

Valoración: 5/10

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Shorts. La piedra mágica (Robert Rodríguez, 2009)


Deslumbró a todo el mundo con 'El mariachi' en el 92. La película más rentable de la historia en aquel momento sugería un divertimento que había triunfado por casualidad, una gota en el mar que pronto sería engullida. La carrera de Robert Rodríguez no parecía cosa seria como tampoco lo parecería más tarde la de Myrick y Sánchez ('El proyecto de la bruja de Blair'), pero con el primero erramos por todo lo alto; estaban por llegar 'Desperado', 'Abierto hasta el amanecer', 'Sin City' o 'Planet Terror', sus continuas reválidas.

Ahora el compinche de Tarantino tiene marca propia en Hollywood y no hace una película en la que no se ría... él y los suyos, porque con 'Spy Kids' inició en 2001 una trayectoria paralela con la que entretener a sus hijos. Suerte que no saliera dentista y les hiciera ortodoncias para ensayar. Aquella chiquillería, cargada del sentido del humor que regaba su debut, la amateur 'Bedhead', ha tenido continuidad con dos secuelas, Las aventuras de Sharkboy y Lavagirl 3-D y con el estreno de esta semana, 'Shorts. La piedra mágica'.

Menos ambiciosa en cuanto a historia y escenarios que sus anteriores tentativas en el campo, 'La piedra mágica' (cuyo título original 'Shorts' hace alusión a la estructura de cortos interconectados que conforman la pieza) supone un paso adelante en el intento de congeniar historias infantiles con el humor descacharrado que divierte a los mayores por su falta de vergüenza.

Sorprende comprobar cómo un cine tan absolutamente naif y carente de pretensiones es capaz de conseguir la pirueta de la doble lectura sin más materia prima que las risas que Rodríguez ha debido echarse con sus hijos Racer y Rebel al escribir el guión. Sus otros vástagos Rocket, Rogue y Rihannon (todos con iniciales R.R., como papi), también fueron víctimas de su particular humor en la pila bautismal. Es ese tono del que hablo....

Valoración: 6,5/10

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27 ago 2009

Una lanza en favor de la Coixet

Hay personas que sin haber sacado los pies del tiesto en exceso crean mala opinión pública. No emiten ese feeling tan necesario para engatusar a las audiencias. Bastan un par de gafas rosas lucidas durante buena parte de una carrera para desatar enemistades acérrimas. Vamos al grano, la Coixet no es popular. Te proponemos que rebusques en tu subconsciente e intentes encontrar las razones por las que la directora barcelonesa no te gusta. Pero antes, te anticipamos una cosa: es difícil que encuentres algo más que un look algo modernillo. Isabel mola.

Isabel Coixet, haciendo el indio, secundada por sus actores Rinko Kikuchi y Sergi López.

Presenta la ruidosa 'Mapa de los sonidos de Tokio' de manera atípica, con toda la promoción hecha el pasado mes de mayo en Cannes. Es como el día de la marmota para ella. Y aún así, está sorprendentemente fresca, enérgica, más guapa y más joven de lo que suele salir por la tele. Luce bronceado vacacional y un sobrio vestido negro. Las gafas son de pasta, sí, pero discretas en grosor y en color, a juego, con la indumentaria. Ya no parece una adolescente, pero, de ninguna manera, nadie que la observara por primera vez podría decir que está por cumplir los 50. Es chocante, aunque, si lo pensáis con cabeza, lleva dos décadas enteritas dirigiendo desde que cambiara la publicidad por la claqueta con 'Demasiado viejo para morir joven', su desapercibido debut.

Siete años después llegó 'Cosas que nunca te dije', llena de helados, lavanderías y personas con el corazón devastado. Las buenas críticas que cosechó a ambos lados del charco fueron directamente proporcionales a las acusaciones que se le hicieron de ñoña, blandita o publicista. Y ahí se revuelve un poco: "Estoy hasta los huevos de que se me asocie con el mundo del spot porque sólo hago publicidad esporádicamente (hace un año y medio que no hago nada). Fue mi oficio durante mucho tiempo y aprendí mucho pero es un sambenito muy aburrido, es ir a lo fácil. Además, fuera de España no hay nadie que aplique ningún adjetivo publicitario a mi trabajo porque no conocen esa faceta mía".

Su nueva cinta cuenta con Rinko Kikuchi y Sergi López como cabezas de cartel y utiliza Tokio como desolador paisaje para retratar a dos nuevos iconos dentro de su galería de tristes. Él (David) vende vino y acaba de perder a su novia. Ella (Ryu), pescadera con una doble vida, viene a tapar el hueco de la desaparecida Midori, una "vampiresa moral" de esas personas que "están constantemente necesitando la atención de los otros. No es una loca linda sino una loca de mierda. Hay gente que es capaz de arrastrar a mucha gente de alrededor a la miseria", explica Coixet. Y, para superarlo, David se pega el día follando con Ryu.

"Procuro no hacer caso a nada de lo que se escribe de mí. Soy una persona normal que va al Mercadona; que prefiere la marca Hacendado, porque cunde mucho; y que no vive en otro planeta"

El camino de exploración sexual emprendido por Coixet en su anterior trabajo, 'Elegy', se aleja aún más ahora de los rótulos sobreimpresos en la pantalla y de las gotas de agua golpeando en la cara. Dudo si toda esta madurez coronada con la selección para la Sección Oficial del Festival de Cannes es una mascarada promocional o es que hemos recibido demasiados impactos gafapásticos relacionados con su nombre. Esta es Isabel vendiéndonos su moto: "Procuro no hacer caso a nada de lo que se escribe de mí. Yo no soy esa especie de gafapasta hipersensible que está en las nubes y que va de no se qué. Soy una persona normal que va al Mercadona; que prefiere la marca Hacendado, porque cunde mucho; y que no vive en otro planeta. Está claro que en las peliculas salen cosas de la parte oscura de uno, pero una cosa son las pelis y otra cosa es quién soy yo".

La exaltada celebración de los tres Goyas que obtuvo en 2006 (Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Guión) con 'La vida secreta de las palabras' en detrimento de las favoritas 'Obaba' y 'Princesas' la volvió a poner en el ojo del huracán. Si hay algo peor que un un famoso antipático es un famoso antipático y condecorado (que se lo digan a Pedro, Pe y Bardem), pero lo cierto —todos los periodistas del corrillo llegamos a la misma conclusión— es que Isabel no tiene nada de malo. Sólo es una mujer que cacarea un tanto cuando se ríe de manera nerviosa, que no sabe si darte la mano o un par de besos cuando te ve y cuando se despide, y que, al soltarse y empezar a hablar con confianza, tiene un discurso vital a pesar de las jodideces de las que suele tratar en su cine.

O es una encantadora de serpientes o el mejor ejemplo de metamorfosis con gafas puestas y quitadas desde Superman.

25 ago 2009

Rinko Kikuchi: "Los latinos tienen la llave para derretir el carácter japonés"

La chica sordomuda y exhibicionista de 'Babel' se llevó una nominación al Óscar que todo el mundo esperaba para el más publicitado Brad Pitt, que se quedó con un palmo de narices. Y a partir de ahí empezó la fiebre Kikuchi. De repente todos los directores internacionales se la rifaban para que fuera la particular carta de presentación de Japón al resto del mundo. Rinko ya es un icono en su país y, gracias a Coixet ahora, con 'Mapa de los sonidos de Tokio', y al personaje de Naoko que interpretará en la esperada adaptación del best seller de Haruki Murakami 'Norwegian Wood (Tokyo Blues)' el año que viene, el cielo se convertirá en su único límite.

Rinko Kikuchi, el rostro de Japón.

La actriz oriental más cool desde Gong Li viste estrafalariamente, asiente educadamente mientras le preguntan y nunca sonríe. A la hora de transcribir sus respuestas reparas en que lo que ella cuenta durante medio minuto es apenas una frase de cinco palabras en boca del traductor. Ya le pasaba algo así a Bill Murray cuando Sofia Coppola se lo llevó al Imperio del Sol Naciente para resucitar su carrera. Lástima que Rinko no maneje el inglés; se nos ha perdido casi todo el tiempo de la entrevista en la traducción.

Los directores occidentales acuden a ti cada vez que necesitan a una chica japonesa. ¿Qué les das?

Me gustaría saberlo (sin reír). Te lo pregunta a ti —me dice el intérprete—. ¿Por qué crees tú que es?

Hombre, está claro, nominación al Óscar incluida (por 'Babel'), que es un gran talento como actriz y una belleza exótica que quizá nos atraiga aquí.

(Asiente) La verdad es que me siento muy afortunada porque desde que hice 'Babel' sólo he rodado una película en Japón. Eso me ayuda a visitar distintos países y a conocer todo tipo de culturas.

Lo oriental está de moda, y en especial Japón. Conocemos la particular sensibilidad para retratar atmósferas de Isabel Coixet, pero hasta esta 'Mapa de los sonidos de Tokio' se había limitado a paisajes estadounidenses. ¿Qué tal ha sido su acercamiento a tu cultura?, ¿la ha sabido reflejar?

No sabría decirte si somos por dentro como Isabel nos ha retratado con su mirada, pero de lo que sí estoy segura es de que Isabel ha expresado muy bien los sentimientos que encierra la historia.

Tanto en 'Babel' como aquí interpretas a personajes con grandes dificultades para exteriorizar lo que piensan. ¿Suponen tus roles el reflejo de una sociedad concreta? ¿Eres tú también de ese modo?

Hay que vivir en la sociedad japonesa para comprenderla. Para desenvolverse en ella tienes que callarte a veces tus opiniones, pero yo no me siento identificada con los papeles que interpreto porque ahora estoy trabajando a nivel internacional y para que eso salga bien debo comunicarme mucho con la gente con la que comparto el set.

¿Y es duro cambiar el chip?

No, me gusta más este estilo de poder decir lo que pienso para poder entablar amistades. Es la mejor base para que éstas duren.

El carácter de tu coprotagonista, Sergi López, es el de un latino de tomo y lomo, precisamente todo lo contrario a lo que sois vosotros. Él es el culpable de que tu personaje se relaje. ¿Crees que los latinos tenemos más facilidad a la hora de accionar los mecanismos necesarios para que los orientales os abráis?

Yo te puedo hablar por mi experiencia profesional. Hasta 'Babel' había trabajado siempre en mi país y fue a partir de conocer a (Alejandro González) Iñárritu que aprendí un poco a vivir y a expresarme como una occidental. Ahora ya estoy bastante acostumbrada a interrelacionarme, así que sí, ahora que lo dices, el carácter latino puede ayudar a que los japoneses aprendamos a exteriorizar.

24 ago 2009

Lo que no te quieres perder en lo que queda de año

Tranquilos, que ya queda menos. El calor poco a poco va a empezar a remitir, las insolaciones cesarán y el aire acondicionado de las macrosalas dejará de ser el principal incentivo para pasar por taquilla. Lo que ahora os mostramos son pelis que querremos ver por su valor específico, por las risas, llantos o misterios que les adivinamos. Escuchad cómo resuenan los tambores de presentación insigne porque pasamos a desmenuzaros lo más apetitoso que tendremos oportunidad de disfrutar en lo que queda de año.

Los grandes nombres

Hay películas cuyo género no nos interesa, ni siquiera su sinopsis. Nos enteramos de que las van a estrenar y nos tiramos de cabeza a por ellas. ¿La razón? Que la solvente carrera de su director es garantía de calidad. Y en este apartado no vamos cojos. Éste es el contenedor más miscelánico porque atiende sólo a firmas antes que a criterios temáticos, pero mucho van a tener que pinchar para dejarnos mal sabor de boca.

Empezamos por Tarantino por simple comodidad ya que es la primera vaca sagrada que efectuará el desembarco. Él y sus 'Malditos bastardos' (estreno el 18 septiembre) no fueron todo lo bien recibidos que cabía esperar el pasado Cannes, pero un montaje mejorado y el número uno de taquilla obtenido en EE.UU. este mismo fin de semana hablan de una peli que no dejará indiferente a nadie con su relectura y visión alternativa del principio del fin del nazismo. Brad Pitt, que últimamente cuenta a quien quiera escucharle que se retira, está al timón, pero el malo Christoph Waltz (mejor actor en La Croisette) es el que se comerá a todos con patatas.

Brad Pitt será un 'bastardo' de manos de Tarantino.

Pegamos un salto de varios meses hasta el 18 de diciembre para comprobar que el siguiente de esta lista es el distinguido James Cameron, quien desde 'Titanic' (1997) no se había atrevido con el cine comercial. Doce años después nos regala 'Avatar', o cómo las 3D se pueden aplicar de manera perfecta para diseñar un futuro trepidante. Los 15 minutos que ya se han podido ver del montaje prometen destrozar la taquilla y consolidar a Sam Worthington como nueva gran estrella de acción tras lo apuntado en 'Terminator: Salvation'.

Esperemos que la versión que nos llegue de Woody Allen con su 'Si la cosa funciona' sea un tanto mejor que su fallida (artísticamente) y muy española 'Vicky Cristina Barcelona'. Como aquélla, será presentada en el festival de San Sebastián a finales del mes que viene y supone la vuelta a Nueva York como escenario, así como su reencuentro con Larry David (coguionista de Seinfeld y alma mater de 'Curb Your Enthusiasm') tras las ochenteras 'Historias de Nueva York' y 'Días de radio'. Fecha de estreno: 2 de octubre.

Sam Mendes es otro grande que nos visitará a partir del 20 de noviembre. En su intento por tocar todos los palos tras su impresionante (e insuperado) debut con 'American Beauty', el marido de Kate Winslet se atreve con una comedia dramática acerca de una pareja que busca el mejor hogar para el hijo que tiene en camino. El título: 'Away We Home'. Desde ya la apuntamos en la quiniela de los Óscares.

Y para cerrar el póker de ases, contamos con Steven Soderbergh, que dirigirá por enésima vez a un transformadísimo —para mal— Matt Damon, poniéndole esta vez en la piel de un chivato de lo más torpe que desvela al FBI, como si de Rompetechos se tratara, los secretos más turbios de su empresa. 'The informant!', con exclamaciones incluidas, es su efusivo título. Estreno: 25 de septiembre.

Los españoles

Malo será que la cuota de pantalla de nuestro cine no suba con lo que nos espera. Ya lo explicaba Pau Brunet hace unas semanas: es fácil que con la llegada de los Amenábar, Trueba y Campanella (que es argentino pero le hemos adoptado) las cifras de la recaudación en taquilla se eleven sustanciosamente.

'El baile de la victoria', con Ricardo Darín (a la izquierda), supone la vuelta de Fernando Trueba a la ficción.

El director de 'Los otros' nos lleva poniendo los dientes largos con 'Ágora' desde hace casi medio año. Para su más difícil todavía —desplazarse a la Alejandría del siglo IV para narrar las revueltas cristianas— ha contado con la oscarizada Rachel Weisz, que de por sí vale el precio de la entrada (y la de vuestro/a acompañante). Fernando Trueba, que también estará en San Sebastián fuera de concurso, adapta a cuatro manos con su hijo Jonás 'El baile de la victoria', novela del premio Planeta chileno Antonio Skármeta ('El cartero de Neruda'). Después de siete años alejado de la ficción tras la controvertida 'El embrujo de Shanghai', cuenta con Ricardo Darín —que hará de nuevo de ladrón, registro que le catapultó a la fama en 'Nueve reinas'— para volver por todo lo alto. Fecha de estreno: 4 de diciembre.

También estará Darín en 'El secreto de sus ojos', su cuarta colaboración con Juan José Campanella. La película, de estreno el 25 de septiembre, nos lleva a la cruda Argentina de los 70. Aun así, revestida de la habitual maestría para endulzar el drama con el chiste que atesora el director de 'El hijo de la novia' y coprotagonizada por la partenaire de Darín en 'El mismo amor, la misma lluvia' (Soledad Villamil), estaos seguros de que pasaremos cualquier cosa menos un mal rato.

Completan la nómina de estrenos patrios 'Spanish Movie' (27 de noviembre), o cómo los españoles nos atrevemos a parodiar nuestro propio cine al más puro estilo 'Scary Movie'; '[REC 2]', secuela de la aterradora y original propuesta de Jaume Balagueró y Paco Plaza (9 de octubre) —a pesar de que Manuela Velasco acababa hasta el moño de gritar en la primera parte, no ha podido decir no a la continuación de la cinta que la lanzó al estrellato, Goya incluido—; 'Gordos', lo nuevo de Daniel Sánchez Arévalo —'Azuloscurocasinegro'— (11 de septiembre), que pasará por Venecia; y 'After', un nuevo drama generacional en la línea de 'Historias del Kronen' o 'Mensaka' que dibuja de manera sórdida y paradójicamente preciosista las jodideces de la cuarentena. Estreno: 16 de octubre.

Los blockbusters

Conectamos con el epígrafe antrerior para presentar 'Planeta 51' (27 de noviembre), la animación de ciencia ficción gestada por los paisanos Jorge Blanco y Javier Abad que aspira a hacer sombra a Pixar. 3D, voces de estrellas yanquis (The Rock, Jessica Biel, Seann William Scott y Gary Oldman, entre otros) y un trabajado sentido del humor son los ingredientes de una fantasía que especula con los humanos como visitantes en un planeta de marcianos, un juego inverso al icónico aterrizaje de 'E.T.' en la América de Spielberg. Sus sesenta millones de dólares suponen el presupuesto más caro de nuestra historia, pero los cientos de miles de pinchazos de su tráiler en youtube dicen que ese dinero no caerá en saco roto cuando se estrene en EE.UU., su principal mercado potencial.

'Planet 51', ciencia ficción en 3D 'made in Spain' destinada a reventar taquillas.

También animada será 'Un cuento de Navidad', que, con la misma tecnología que ya empleara su director Robert Zemeckis en 'Polar Express' y 'Beowulf', adapta el clásico de Dickens con Jim Carrey como protagonista. Si no eres muy fan del cómico de las mil muecas, puede que los protagonistas de 'La princesa prometida' (Robin Wright y Cary Elwes) te convenzan. Concordando con su estival título, su estreno se espera el 27 de noviembre.

El alemán Roland Emmerich lleva varios años de blockbusters fallidos. Tras 'Independence Day', ni 'Godzilla', ni 'El día de mañana', ni '10.000' estuvieron a la altura de sus elevadísimas aspiraciones monetarias. Y de crítica, ni hablamos. Con '2012' quiere quitarse la espina ayudado por el gran John Cusack. El tema, el de siempre: el mundo se va a acabar y un grupo de elegidos, etcétera, etcétera, etcétera... Estreno: 20 de noviembre.

La risa

Nos jugamos todo a Adam Sandler —prometedoramente escudado por Seth Rogen y con el gurú Judd Apatow tras la cámara— si bien la enfermedad terminal que le obliga a buscar heredero en el mundo de la stand up comedy (Rogen) apunta algo de drama. 'Hazme reír' se estrena el 4 de septiembre.

Leslie Mann, Adam Sandler, Seth Rogen y Eric Bana coforman el repartazo de 'Hazme reír', lo nuevo de Judd Apatow.

Otro que seguro luchará por mantener alto el listón de la carcajada es Harold Ramis ('Atrapado en el tiempo') con 'Año Uno', su particular y alocada visión del mundo antiguo protagonizada por los divertidos Jack Black y Michael Cera. No esperéis ningún rigor por parte de esta mezcla entre 'La vida de Brian' y '2001: Una odisea en el espacio' que llega a nuestros cines este mismo viernes.

Más flojillas parecen la institutera La noche de su vida, con Chris Columbus en la dirección y Hayden Panettiere (la animadora de 'Héroes') poniendo morritos (18 de septiembre), y 'Old Dogs', que vuelve a reunir a los trasroscados John Travolta y Walt Becker (director) tras su beneficiosa asociación en 'Cerdos salvajes'. El prota de 'Grease', que no es ninguna joya, lucha por la custodia de sus dos hijos pequeños ayudado por el imprevisible Robin Williams. ¿Alicientes? Supuso el último papel del desaparecido Bernie Mac ('Ocean's Eleven') y una pequeña participación de nuestra Paz Vega. La esperamos para el 4 de diciembre.

El llanto

Para ver los mejores dramones de la temporada siempre hay que esperar a los meses previos a los Óscares (de enero a marzo), pero irán abriendo boca con 'The Greatest' (30 de octubre) Pierce Brosnan y Susan Sarandon, a los que la directora debutante Shana Feste pone en el brete de perder a su hijo tras un accidente de coche. También tendrá su punto de superación personal el nuevo remake de la mítica serie 'Fama' (30 de octubre), que cuenta con el televisivo Kelsey 'Frasier' Grammer al frente de la escuela de baile más famosa del celuloide.

Aaron Johnson y Carey Mulligan participan en el drama 'The Greatest'.

Lo indie

Vayan por delante cinco apuestas personales con las que no nos arriesgamos demasiado:

'500 días juntos' (23 de octubre), que une (y desune) románticamente a Joseph Gordon-Levitt y a Zooey Deschanel, dos de los pipiolos más cucos del off Hollywood.

'Adventureland' (25 de septiembre), que juega con idénticas cartas pero apoyándose en Jesse Eisenberg y Kristen Stewart (la cual es doblemente esperada por su protagonismo en la crepuscular 'Luna nueva' a partir del 18 de noviembre), está dirigida por el artífice de 'Supersalidos' y cuenta con un tono semejante.

También tendremos 'Donde viven los monstruos', que con su tráiler a medio camino entre 'La historia interminable' y 'Fraggle Rock' nos lleva haciendo salivar desde principios de año. ¿Hasta dónde habrá sido capaz de llegar el innovador Spike Jonze con esta nueva fantasía? (Desafortunadamente) no lo sabremos antes del 18 de diciembre.

Inquietante racismo futurista el planteado por 'District 9'.

'District 9', filme de bajo presupuesto apadrinado por el listo Peter Jackson, propone un apartheid alienígena. Los malos: nosotros, los terráqueos. En el momento en el que lees estas líneas, no para de hacer pasta en los States y su coeficiente de valoración en iMDB la coloca como una de las 40 mejores películas de todos los tiempos. Aquí llegará el 25 de septiembre.

Ah, y no os olvidéis tampoco de 'Moon', el debut futurista del hijo de David Bowie, que lleva seduciendo a la parroquia friki festivalera desde su estreno el pasado Sundance. Estreno: 23 de octubre.

El miedito

Acabamos con uno de los géneros más taquilleros y, en la franja temporal que os estamos adelantando, también de los más recurrentes. Aparte de la mencionada '[REC 2]' nos tocará mordernos las uñas con 'Jennifer's Body' (25 de septiembre), a mayor gloria de la explosiva Megan Fox; 'La huérfana' (9 de octubre), nueva incursión al otro lado del charco del catalán Jaume Collet-Serra tras la rentable 'La casa de cera'; 'Saw 6' (30 de octubre), para quien no haya perdido la cuenta; 'Zombieland' (27 de noviembre), en la que Woody Harrelson aportará cierto toque de comedia; y 'El padrastro' (11 de diciembre), remake cuyo nombre ya caga de lo lindo, ¿que no?

Megan Fox, principal reclamo de 'Jennifer's Body'.

Y ya, porque, de momento, al precio que van las entradas, tampoco nos quedará dinero para ver mucho más...

21 ago 2009

El mundo de los perdidos (Brad Silberling, 2009)


Los álter egos de Will Ferrell suelen ser envidiosos, ruines, egoístas y ególatras. Y aún así mola. Su cine es de baja estofa, pero ni siquiera se molesta en disimularlo. La estrella absoluta es él. Él, con sus planos fijos soltando sartas de tonterías, monólogos imposiblemente surrealistas que tumban nuestra seriedad por enroscarse en sí mismos hasta que —como cuando te bates en duelo con alguien a ver quien aparta antes la mirada fija—, no tenemos más remedio que soltar la carcajada.

Tiene la suerte, o la maestría, de poder convertir cualquier material que toque (en este caso una chorradilla de viajes en el tiempo que repesca un clásico televisivo setentero dirigida por el tipo que firmó 'Casper') en suyo propio. Dadle el guión que queráis, que lo parasitará paulatinamente hasta adscribirlo al género Ferrell.

Aparte de su perplejo discurso de hombre sobrepasado y de su cómica torpeza que, como a un Mr. Bean o Magoo, le llevan paradójicamente al éxito siempre por el camino más difícil, nos quedamos con Anna Friel, un florero de los que regalas en las bodas y quedas de rechupete.

Valoración: 6/10

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Ong Bak 2: La leyenda del Rey Elefante (Tony Jaa, 2008)


'Ong Bak 2' es un cóctel de patadas y puñetazos, pero en ningún caso es una secuela de 'Ong Bak'. Es Tony Jaa —quien últimamente ostenta el monopolio de las tundas cinematográficas tailandesas—, que es un empresario muy listo. Decidido a amasar toda la pasta posible, toma también las riendas de la dirección para concederse doble sueldo. Y nada tiene que envidiar esta entrega, pese a su inexperiencia previa tras las cámaras, porque lo único que hace falta para desempeñar tal rol en este tipo de cine es un buen gusto para la coreografía, y sospechamos que en la primera parte (que en realidad no lo es, insisto en desenmascarar al maquiavélico mercadotécnico) era el propio Jaa el que se encargaba de preparar la estética de las peleas.

La trama del niño que asiste al brutal asesinato de sus padres, es secuestrado por unos comerciantes de esclavos, posteriormente rescatado por unos ladrones y más tarde encumbrado como mesías de las artes marciales sediento de venganza, recuerda a un paseo por el museo de historia natural o a una visita al Circo del Sol y/o evento exótico similar por el que pagas una barbaridad de dinero para impresionar a la chica de turno. Uno de esos cuyas entradas se adquieren en El Corte Inglés y te las dejan pagar con tarjeta de crédito, esto es, bonitos decorados con simbolismos totalmente incomprensibles para el común de los mortales de la Europa de los 27.

No me quiero despedir sin dar mi personal opinión sobre el Jaa actor: no es un actor, es un tío con cara de mala leche permanente que hace piruetas muy chulas.

Otro apunte: la escena de la pelea en la que participa el elefante llega a donde pretendió hacerlo la orgía de Smiths en 'Matrix Reloaded' pero sin que los planos informáticos canten. Contiene tal festival de hostias que estoy seguro de que los actores se tuvieron que hacer daño.

Valoración: 5/10

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La vida ante sus ojos (Vadim Perelman, 2007)


El ucraniano Vadim Perelman se dio a conocer en 2003 con la intensamente emocional 'Casa de arena y niebla'. En ella extrajo interpretaciones memorables de Ben Kingsley, Jennifer Connelly y Shohreh Aghdashloo. Fue de lo mejor de aquel año el drama de dos familias que pelean encarnizadamente —ambas con buena parte de razón—, por una misma casa, ecosistema de vida. Pocas veces un trozo de terreno importó tanto. En una liga algo menor se mueve 'La vida ante sus ojos'.

Sin rastro tampoco de ligereza, este nuevo culebrón, encabezado por Uma Thurman y Evan Rachel Wood (la hija de Mickey Rourke en 'The Wrestler'), muestra las secuelas de un instituto azotado por la misma (mala) suerte que Columbine. Las dos rubias actrices dan vida a Diana en su adolescencia y madurez turbada, respectivamente. Un enloquecido friki ataviado con metralleta aborda a la Diana púber y a partir de ese evento revivimos a modo de flashback una y otra vez lo que pasó aquel día. Llega a desesperar Perelman con su racanería informativa hasta el último momento, pero tranquilos, es una desesperanza llevadera, como el sexo tántrico. La paciencia es recompensada.

El guión (ajeno) con el que opera el ya confirmado director del remake de 'Poltergeist' es de chico listo. El único problema del libreto es que su giro final, finalísimo, es de tan listo que casi se pasa de listo. Nadie recordará esta película dentro de un par de años, lo que no quita para que entretenga saludablemente durante sus muy ajustados 89 minutos.

Valoración: 6,5/10

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14 ago 2009

El año que mis padres se fueron de vacaciones (Cao Hamburger, 2006)


Fútbol, política y crío. Si sumamos el acento portugués (de Brasil) y las lágrimas no forzadas, tenemos la perfecta película festivalera, idolatrada por los habituales del circuito de versión original

Mauro tiene 12 años en 1970. Hace seis que se implantó la dictadura militar en su país y sus padres, socialistas, tienen que partir de vacaciones dejándole al cuidado de su abuelo. "¿Pero cuándo volveréis?", le dice a su padre. "Cuando comience el Mundial de fútbol", le responde éste, urgente. Con tal promesa extendida en el horizonte, el director Cao Hamburger disecciona sabiamente las particularidades de la psicología infantil, tan ajena a los problemas de los mayores y dueña de una noción del tiempo distorsionada con respecto a la de los estresados adultos.

Finalmente, nada sale como Mauro había pensado, pues tiene más molinos por delante de los que habría imaginado, y, sin embargo, Pelé y el histórico combinado carioca del 70 hacen que sus penas con pan sean menos, meciéndole con ternura hasta un final nada forzado que encierra tanta poesía como factiblilidad.

Hay quienes dicen que el fútbol embrutece, que no sirve para nada. Quizá los escépticos tengan aquí una buena pieza contra la que enfrentar tales convicciones.

Valoración: 8/10

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Enemigos públicos (Michael Mann, 2009)


No me cabe duda de que si Michael Mann tuviera que rodar un remake de 'Pat Garrett y Billy The Kid', lo haría tirando de digital y de música electrónica con marcado ritmo trascendente. Las tres cosas se le dan bien: enfrentar a enemigos irreconciliabes pero tangenciales en algunos aspectos de su conducta, fotografiar de manera más hermosa que casi nadie (se pega con Malick y Wong Kar-wai) y hacer que la melodía que baña su sucia épica sea casi sólida, palpable.

Es inteligente el reparto de papeles con que cuenta la imprescindible 'Enemigos públicos', con el tarado más carismático del cine (Johnny Depp en la piel de John Dillinger) sacudiendo a los capitalistas en tiempos de la Gran Depresión y con el héroe más aristado y moralmente ambiguo del star system actual (Christian 'El airado' Bale) en el rol del coyote Melvin Purvis. ¿Paradoja de cast o ambigüedad forzada?

Habrá ocasión para que muchos emparenten de manera siamesa y torticera a este contenido thriller y a la modélica 'Heat' en cuanto a premisa argumental. Nada más lejos: mientras que para De Niro, todo lo que no se pudiera empacar en cinco minutos era una absoluta molestia, para Depp, lo accesorio es lo fundamental. Marion Cotillard, la oscarizada Edith Piaf de 'La vida en rosa', le lleva directo a su destino inevitable. Entretanto, varias líneas memorables salpicando recurrentemente su guión, hacen de este nada cómodo trabajo una de las películas del año (y más).

Valoración: 9/10

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Resacón en Las Vegas (Todd Phillips, 2009)


'Atrapado en el tiempo', 'El gran Lebowski', 'Algo pasa con Mary', 'American Pie', 'Zoolander' o 'La cosa más dulce' son ejemplos de obras maestras de la ecléctica comedia reciente. Cada una viene a cubrir un hueco pero todas son deliciosas en su estrato. Cuesta apostar por ellas el día de su estreno. No sabes cómo las va a tratar el tiempo. Pueden devenir en gilipollez pasajera de fétido envejecimiento o experimentar una reivindicación masiva varios años después de su puesta de largo. Ahí es cuando los estrechos de miras se quedan fuera y tienen que recular. Su muletilla suele rezar: "Con el tiempo se ha revelado como una película de culto". Bueno, pues os lo anticipamos. 'Resacón en las Vegas' será referencia obligada en las crónicas revisionistas de la década que viene. Que nadie se espante por su dañina publicidad —"Del director de 'Starsky y Hutch'"—: nada que ver.

Y no va de porretas ni de adolescentes hipotecados por su amor adolescente con dificultades para abrocharse la cremallera sin causar daños permanentes. Tampoco la protagonizan reporteros cascarrabias o cachondas JASP de alto nivel adquisitivo. No veréis ninguna mirada de acero azul ni ningún pene insertado en una tarta casera. Nada que ver.

Lo que tenemos entre manos es la típica (y envidiada) despedida de soltero americana. O eso es lo que nos vendieron en 'Very Bad Things'. Aquella oscura piedra de toque que el año pasado cumplió la década es la versión sin anestesia ni alambiques de 'Resacón...', un prodigio de ritmo que funciona por acumulación de méritos. El primero, haber dado con un reparto de caras desconocidas en permanente estado de gracia. Los roles se reparten y cada uno canta en el momento que debe. El 'gag a capella' se me ocurre como metáfora definitoria. Su montaje, que obvia ágilmente cualquier flashback de esos que nos hacen sentir idiotas y toda una tropa de secundarios episódicos enmarcables facilitan que la trama se deslice suave hasta su plácido desenlace, acaso el único pegote edulcorado que suele separar la obra de culto de la obra de referencia.

Valoración: 9/10

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10 ago 2009

Oona Chaplin: "Yo no iba para actriz, pero me cogieron los cabrones"

La sangre más noble del cine mundial corre por sus venas: Chaplin es un apellido que pesa. Su nombre de pila apela a quien está "sola como la una", aunque por su explosividad y cara dura no parece que sea de pocos amigos. También a Atila, que era el rey de los hunos, y eso ya le va pegando más. Lo que pisa con garbo esta despampanante novata ('Imago Mortis') de 23 años no vuelve a crecer para poder decir que allí estuvo la nieta de Charlot, hija de Geraldine y tocaya de la última esposa del maestro, su abuela Oona O’Neill. No se considera ninguna nueva promesa del cine español, ese lugar se lo cede a "otros que lo vivien y respiran más" porque ella vive fuera, en Londres concretamente, donde prepara su asalto a una profesión que la eligió a ella en vez de al revés desde los peldaños más bajos. Al fin y al cabo, casi nadie se acuerda del cine mudo.

A Oona Chaplin no le gusta posar.

¿Te gusta la comedia?

Si, lo que pasa es que tengo un ‘timing’ un poco oscuro. A la gente le cuesta un poco pillar mi sentido del humor. Por otro lado, no sé si soy divertida, pero yo siempre me divierto.

Está todo el mundo revoloteado contigo. Todos quieren hacerse fotos con Oona...

Yo lo de la cámara fija lo llevo muy mal. A mí las fotos no me gustan nada, pero es parte del trabajo. Me pongo las gafas de no ver nada y entro como en un trance.

Pues pareces cómoda. Parece que tienes hasta posturas ensayadas.

En realidad es pura fachada.

¿De dónde vienes? ¿Adónde vas?

A los 15 me fui a Escocia a un internado. Estaba harta de mis padres y me fui. Allí me dieron una beca de teatro, aunque yo nunca quise ser actriz. Yo quería ser periodista y hacer política internacional, cosa que sigo planteándome. Mi profesor de Arte Dramático me dijo: "Manda un vídeo a RADA (Royal Academic Dramatic Art) y si te cogen, tienes que hacerlo". Y me cogieron los cabrones.

¿Pero te gusta?

Es como no lo quiero hacer, pero lo necesito hacer. Fueron tres años de mucha intensidad. Me gradué en el 2007 y me ha ido bastante bien.

Dicen que no has salido a la luz pública hasta ahora porque te estaban cuidando mucho...

A la luz pública, ¿qué es eso? (Risas)

Pues que no has salido en reportajes de grandes promesas del cine español.

Es que no creo que sea una gran promesa. Eso se lo merece otra persona. Hay gente que vive y respira el cine español. Yo estoy viviendo en Londres y me pierdo mucho.

¿Han llamado a tu puerta ya los directores españoles?

Estoy en conversaciones con alguno. Pero es difícil. Hay muy poco cine español.

Hombre, 140 estrenos anuales...

Sí, pero cuesta. Cuesta el cine español. Les gustan las mismas caras y hay que entrar a codazos.

También estuviste en 'Quantum of Solace'...

Sí, tenía un papelillo.

El presente inmediato

Ahora estoy rodando una serie en la que hago de gogó brasileña. Se llama 'Married Single Other' y tiene uno de los mejores guiones que he leído. Se estrena en enero en Reino Unido. Aún así, soy una novata completa. Me acabo de graduar y ahora mismo tengo los ojos abiertos como Bambi.

¿Qué nacionalidad pone en tu DNI?

Española, y en mi corazón también

¿Pesa el apellido?

Buah, lo suyo. Lo que mola es que pica la curiosidad y eso hay que aprovecharlo. Pero hay muchos "hijos de" y "nietos de" y "hermanos de" que no llegan.

¿Despierta más suspicacia, admiración o curiosidad en la profesión?

A la gente le encanta (nos encanta) criticar y están esperando a decir cualquier cosa de ti. Y hay que tenerlo siempre en cuenta porque a veces tienen razón, eso sí, sin que te afecte. Concretamente, en la situación Chaplin es mejor no pensarlo demasiado y hacer lo tuyo. Yo, como estoy acostumbrada, no me queda otra.

¿A quién intimidas más? ¿A la gente que no sabe quién eres o a la que ya sabe quién eres?

No lo sé, ni idea. No sé si intimido. ¿Intimido? ¿Doy miedo?

Hombre, eres expansiva, creas una reacción

No sé si intimido por el sitio de donde vengo. Lo que sí sé es que causo una reacción. "¡Qué guay, que fuerte!"; "Ah, bueno, vale, ¿y qué?"; o "¿Y tú quién te crees?". No lo sé, quizá es una buena pregunta para otra persona, a mí no me lo van a decir.

¿Eso es lo que ofreces a un director?

Cada uno es diferente. Hay que adaptarse.

Tu última película ('Imago Mortis') fue un desembarco español en plena Italia, ¿no?

Es verdad. La única que no era española era mi madre.

¿Ni de corazón es española?

Más que española, es madrileña, porque la nación es una cosa pero el barrio es a lo que te conectas.

¿Cómo sois los españoles por el mundo?

Durante el rodaje de la peli no era raro que nos fuéramos de excursión y acabáramos cantando Estopa o Ketama y gritando "¡Viva España!". Cuando estas fuera te vuelves más español; dices "¡Viva España!" cuando aquí nunca se te ocurre.

El mundo se acaba después del verano. ¿Qué hacer entretanto?

Estamos aquí para pasarlo bien, y para pasarlo bien hay que trabajar. Si estas ahí con cosas pendientes no puedes estar al 100%. Yo hago lo mío y luego voy a pasármelo pipa.

7 ago 2009

Napoleón y yo (Paolo Virzi, 2006)


A veces me cuesta creer que Nanni Moretti sea italiano. Lo digo por eso de que, cuando se pone serio, ni mueve demasiado las manos ni pega berridos innecesarios. Imagino que habrá foráneos que, del mismo modo, tengan sus reservas a la hora de meter en el mismo saco a Jaime Rosales y a Santiago Segura. Nos encontramos, como podréis sospechar, ante una de grititos, de hipérboles enfatizadas con las extremidades superiores, y con un discurso que recuerda a una viñeta. Son de tebeo los transalpinos cuando se alejan de la contención.

Napoleón es desterrado a la isla de Elba, donde el idealista Martino, un profesor de escuela recién despedido y muy contrario a su figura, acepta ser su escriba y bibliotecario durante el tiempo que pase en la localidad italiana. El tener tan a su merced al antiguo emperador desata en su imaginación infinidad de planes homicidas. Dadas las circunstancias, considera una obligación moral acabar con el humillado estratega de la mano en el pecho.

Al margen del apelotonamiento temático que tenemos esta semana de líderes iluminados víctimas potenciales de asesinatos poéticos, decir que, en lo que pretende —que no es mucho—, esta comedieta cumple. No obstante, su humor es grueso y su desarrollo, previsible; sobran personajes que no aportan nada satelitalmente y tanto Daniel Auteil como Monica Bellucci están desaprovechados. Así que cumple pero se queda a las puertas del aprobado, éso los guardamos para cuando Moretti llora.

Valoración: 4/10

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Exorcismo en Connecticut (Peter Cornwell, 2009)


Esta primera frase es un spoiler y Rosebud era un trineo. Si a Clint Eastwood le diera ahora por filmar de nuevo 'Ciudadano Kane' y, concedámoselo, no le saliera peor que a Welles, seguramente no se colaría entre los ejercicios maestros de la historia. ¿Por qué? Porque, lo acabo de decir, ya se le había ocurrido a Welles. Después de 12 décadas de cine, el género del terror está más que trillado. Hitchcock y Medak construyeron hasta muy arriba y después tiraron los andamios. Sólo de vez en cuando nos encontramos con destellos de genio, o giros de tuerca que hacen que salgamos del tedio. Suelen venir de la mezcla, del experimento. Así le sucedió recientemente a Wes Craven y a su mix de apuñalamientos con verborrea teen.

Juega también a la mezcla Peter Cornwell, sólo que sus ingredientes son algo más deficientes. Por un lado tenemos el muy visitado género de los exorcismos —tanto que la semana pasada presenciamos el estreno de 'Arrástrame al infierno'—; por el otro, la película de sobremesa que tan buena labor social ejerce entre los siesteros españoles.

Teniendo en cuenta las piezas con que cuenta —entre las que no figura nada nuevo y sí mangas por hombro argumentales ya vistas antes—, el novato realizador ejecuta con precisión cada uno de los planos planteados en un guión que dicen bebe de hechos reales. Lástima que el reparto elegido para la ocasión, propio de su naturaleza de tv-movie no se lo ponga más fácil a la hora de desmarcarse de todas esas cintas similares que vemos rápido y olvidamos aún más rápido.

Valoración: 4/10

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Mein Führer (Dani Levy, 2007)


Todo el mundo se mete ahora con Hitler. Normal, era un cabrón. Pero, por lo visto, no vale con decir: "Hitler era un cabrón". Es mejor —consideran mejor, yo no, ellos; yo no me meto, no soy artista—, consideran mejor, enfangar su nombre de la manera más burlona posible —ojo por ojo—: Hitler llorando como un niño, Hitler sufriendo gatillazo, Hitler afónico en una crucial arenga a sus masas y Hitler jugando con su barquito en la bañera. No voy a ser yo quien lo discuta, y menos si la producción es alemana. Y mucho menos aún si el director es judío. Judío y suizo, y sin embargo nada neutral: Dani Levy.

Lejos de caer en el registro entre alegre y optimista de ciertos segmentos de 'La vida es bella', e incluso de 'El niño con el pijama de rayas', 'Mein Führer' opta por la ambivalencia como tono homogéneo para colorear su fondo. La barbarie nunca es bordeada sino que se encara frontalmente con la única ligereza que aporta el tener a un líder desdibujado a la cabeza de toda esta opereta.

Es antigua esta comedia —sí, la llamaremos 'comedia cínica'— en la que Ulrich Mühe da vida a un profesor de interpretación judío (¡judío!) para que reactive la furia del líder alemán de cara a uno de sus discursos clave en un momento en el que Alemania está cerca del precipicio. Tan antigua, que Mühe (histórico protagonista de 'La vida de los otros') es rescatado temporalmente por el mundo de los vivos para regalarnos otro de sus maestros ejercicios de contención: Adolfo Grünbaun, otro que, como Tom Cruise en 'Valkiria' o Brad Pitt en 'Inglorious Basterds' se ha empeñado este año en quitar de en medio al líder fascista. Llevamos 74 años y 258 películasseguro que pronto vendrán otros, sólo que es probable que pocos lo hagan con la lucidez y mala baba de Levy. cagándonos en sus muertos. Y

Valoración: 8/10

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G.I.Joe (Stephen Sommers, 2009)


Recuerdo la mueca del millonarísimo productor Lorenzo di Buenaventura cuando le pregunté cuál sería la siguiente franquicia muñequitera que adaptaría al cine con ánimo de lucro. Era junio, pasaba por Madrid para promocionar la aquí muy tibiamente acogida 'Transformers 2' y guardaba el cartucho que se estrena esta semana en la recámara, otra de figuritas. Como si me hubiera cagado en sus muelas me respondió desganado que la adaptación de los 'Transformers' no se basaba en la línea de juguetes sino en el cómic. Yo quedé como un tonto y él se relamió. Y en eso se resume mi relación con el tipo más potentado que jamás conocí.

Al fin y al cabo, mi pregunta no era tan viperina. Veo legítimo explotar lo ya inventado de todas las maneras posibles si la gente responde. Y a él, sus réditos le avalan, los pagaentradas le hacen caso. Opio para el pueblo. Lo que sí cabía temer, dado el descuido con que se ha tratado a la segunda parte de los autos robóticos, es que la traslación de los Joes a la gran pantalla fuera un deshecho sin pies ni cabeza destinado a relanzar la línea de los articulables de Hasbro, algo así como un spot de 118 minutos. Pero lo que nos encontramos, oh sorpresa, es una dignísima tonteriíta que llega donde no soñó nunca, sin ir más lejos, 'Street Fighter'.

La caspa ochentera es alargada e incluso el tráiler, anticipado hace unos meses, prometía catástrofe, pero es de justicia recular y conceder que Stephen Sommers (sí, el de las 'Momias') ha sido capaz de insuflar cierto aire de desenfado a la mística ninja, a la prepotencia de las fuerzas especiales y a las lunáticas aspiraciones de unos malos malísimos. Para los incrédulos, decir que, conformando los mimbres de este juguete cinematográfico, se encuentra un cast muy atractivo (Channing Tatum, Sienna Miller, Christopher Eccleston, Dennis Quaid, Jonathan Pryce, el gran Joseph Gordon-Levitt o Brendan Fraser, éste en un cameo), lo que sirve como prueba valiosa para demostrar que Paramount de verdad creía en el proyecto. No se llevará ningún Óscar, pero gracias a su acción efectiva, vibrante y carismática, tampoco defraudará a su público potencial.

Valoración: 6,5/10

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5 ago 2009

Polvo(s) de estrellas

Basta con echar un ojo a las páginas centrales del periódico para comprobar que el verano, la cartelera altera. Cómo si hiciera falta que nos echaran más leña al fuego en épocas en la que la gente tiende a aligerar su vestuario. Y esto va para ambos sexos. Es curioso (y en absoluto criticable) que uno de los sinónimos de "nueva corrección política" sea el de "despelotes repartidos al 50%". Las que en tiempos de 'American Pie' (los trasnochados 90, tan lejanos ya) se quejaran de que las estrellas de la función fueran las curvas de Shannon Elizabeth ya no tienen argumentos. ¿Tendrá que ver la equilibrada Bibiana Aído?

Jason Statham y Amy Smart, adorables en 'Crank 2'.

Hagamos recuento: Cristiano Ronaldo nos saluda desde las vallas publicitarias del metro luciendo unos abdominales casi tan prietos como los de Aznar. Además, gracias a El País tuvimos la oportunidad de ver hace poco las fiestas que monta el septuagenario Berlusconi, donde sus invitados toman el sol ligeritos de ropa, no sea que se les marque la raya del bañador. Y el cine, claro, se suma. Pichas, pichas, pichas... Las tenemos a montones: largas y enjutas; circuncidadas y con caperuza; en estado de reposo o animadas pichas. Están presentes en 'No mires para abajo' (estrenada hace un par de semanas), en 'Sex Drive' (estrenada el viernes), en 'Resacón en Las Vegas' (estreno el 14 de agosto) y, todavía recientes en la retina, en '¿Hacemos una porno?', 'Dieta mediterránea' o 'Mentiras y gordas'.

Contribuciones femeninas esta temporada hay las de siempre. En ellas no entraremos demasiado. Sólo diremos que Amaia Salamanca, Kira Miró, Sandra Bullock (por primera vez a sus 45 años) y Ana Claudia Talancón han ayudado a que las taquillas de 'Fuga de cerebros', 'Los abrazos rotos', 'La proposición' o 'Arráncame la vida' experimentaran ligeros abultamientos respectivamente.

Mejor vamos al tema del día. Al premio a la innovación. A lo que viene siendo la coreografía. Si los genitales de los actores son capaces por sí mismos de crear expectación, qué decir de una perfecta armonía donde toda la carne se mueva en el orden que debe y al compás de la música. La excusa es 'Crank 2: Alto voltaje', el próximo estreno de Jason Statham, el calvito hostiador descubierto por Guy Ritchie que ya camina solo como el digno heredero de Bruce Willis. No nos retrotraeremos demasiado, no antes, en todo caso, de que el formato videoclip se introdujera en el cine para dar lugar a cortometrajes animados de carne y hueso.

Nuestro top ten del Polvo(s) de Estrellas lo componen:

10. 'Crimen Ferpecto' (Álex de la iglesia, 2004)

Willy Toledo, jefe de planta de un centro comercial, se lo hace con la subalterna Kira Miró, que este año ha yacido a su vez, en 'Los abrazos rotos', con el ligón discapacitado Lluis Homar en uno de los flechazos más increíbles (por increíbles) del cine mundial. Es cogerle de la mano al ciego y prendarse. Pero volvamos a la escena que nos ocupa... Ella, arriba, bota y bota. Dicen los rumores que Miró le pidió a Toledo que la prendiera de los pechos para que éstos no salieran tanto tiempo en pantalla, pero que él, tímido, rechazó la oferta.

9. 'El juego del ahorcado' (Manuel Gómez Pereira)

Álvaro Cervantes y Clara Lago firman un punto y aparte en su remota amistad cuando deciden dar un paso más y probar qué es eso del sexo de lo que tanto hablan. Toda la ternura y sensibilidad que promete el primer plano de la escena del desfloramieto —ellos desnudándose de pie y medio a oscuras— queda disipada por otro delirantemente surrealista en el que los pectorales de Lago son enfocados en plano casi fijo durante los cerca de cinco minutos que dura 'Desolado', de Pastora, una canción compuesta 16 años después del tiempo en que se supone que tiene lugar la acción (1989). Con lo ajustado que le habría ido un poco de Nacha Pop. El exhibicionismo de Manuel Gómez Pereira no le gustó demasiado a su actriz, que era menor y dijo pasarlo regulín durante el rodaje.

8. 'Instinto básico' (Paul Verhoeven, 1992)

Sharon Stone se pasaba el día entero entre sábanas y después... ¡zasca! con el picahielos. La escena que mejor recordamos todos es, sin duda, la de ella cruzándose de piernas (sin panties) durante el interrogatorio. Cuentan que, mientras rodaban, la Stone no se percató de su indiscreción y, después de verse en pantalla grande, fue toda lloricosa a Paul Verhoeven a pedirle que eliminara sus vergüenzas del montaje. Sin embargo, cuando observó la reacción del público en los pases previos al estreno, cambió de opinión: no desperdiciaría su pasaporte a la fama. Para el ranking nos quedamos con la escena final, en la que la bomba rubia se debate entre ser una niña buena o una niña mala mientras aprisiona con su pelvis a Michael Douglas. P.D. La secuela, estrenada 14 años después ya sin Douglas, fue un fracaso tan grande que muchos ya ni se acuerdan de su existencia.

7. 'Vanilla Sky' (Cameron Crowe, 2001)

Para Penélope Cruz fue tan traumático el rodaje de 'Jamón Jamón' que se prometió no volver a participar en escenas de sexo en lo que le quedara de vida. Era zen gracias a Nacho Cano, creía que podría aguantar. Pero un lustro después llegó Amenábar, tocó su puerta y, ya más madura y despojada de traumas, se despojó de nuevo del sujetador. Corría 1997 y quien se la beneficiaba era Eduardo Noriega en 'Abre los ojos'. Una película un tanto confusa, como confusa debió de sentirse ella al rodar una copia calcada cuatro años más tarde con Cameron Crowe haciendo de Amenábar y Tom Cruise en la piel de Noriega. Sus senos seguían turgentes entre tanta esquizofrenia.

6. 'La huida' (Roger Donaldson, 1994)

Después de zafarse de los malos por penúltima vez, un matrimonio no del todo bien avenido hace parada y fonda en un hotelucho de México donde deciden sellar las paces bajo el chorro de una ducha. "¿Puedo pasar?", le preguntaba Alec Baldwin a su por entonces esposa en la vida real. "Sí, hombre, pasa, pasa", le respondía Kim Basinger solícita. Y cometían fechoría cargada de primeros planos, obra del irregular Roger Donaldson. 'La huida' original, con Steve McQueen y Ali MacGraw, era algo más sutil, y eso que la dirigía Peckinpah.

5. 'El corazón del ángel' (Alan Parker, 1987)

Mickey Rourke todavía tenía cara y Lisa Bonet (una de las hijas de Bill Cosby en su show) pasaba por ser una de las cosas más bonitas del planeta tierra antes incluso de que la descubriera John Cusack en 'Alta fidelidad'. El coito vudú que se marcan en la habitación del hostal donde él se hospeda es tan excitante como salvajemente siniestro. Se alternan las embestidas con goteras sanguinolentas. Como mezclar nocilla con aceitunas.

4. 'Mentiras y gordas' (Alfonso Albacete & David Menkes, 2009)

Mario Casas (pobrecico) está enamorado de Yon González, que va de 'más hetero que Russell Crowe'. Cuando al segundo le propone una chica bastante bajita que se la tiren entre los dos amigos, los muchachos aceptan por motivos bien distintos. A Mario las manos se le van al pan y Yon se queja. Coitus interruptus y huida del primero. Mientras discuten en un pasillo atestado de gente —desnudos y fibrosos—, la amiga bajita ya ha preparado unas rayas. Cine social.

3. 'Shoot 'Em Up (En el punto de mira)' (Michael Davis, 2007)

La escena no es bella sólo porque salga Monica Bellucci, que también, sino porque el divertido Michael Davis decidió filmar un sketch cómico donde en el guión ponía 'polvo'. La italiana y su partenaire masculino Clive Owen —que para esta labor concreta se necesitan dos— se rebozan en una cama, se rebozan en el suelo y se rebozan en el quicio de una puerta, dando vueltas rápido, rápido, que los malos les están intentando acribillar a balazos mientras tanto. Ellos no son menos y disparan al mismo ritmo que percuten caderas. Es muy entendible; si cualquiera de nosotros se hiciera con una presa tan apetitosa, es muy posible que nos resistiéramos a dejarla escapar en la misma medida.

2. 'Un romance muy peligroso' (Steven Soderbergh, 1998)

Quizá el montaje con más clase que han visto estos cansados ojos. George Clooney es un ladrón de pacotilla al que siempre pillan. Jennifer Lopez es la detective que anda tras él. Han compartido un viaje en maletero y desde entonces no dejan de pensar el uno en el otro. Ahora se encuentran en un bar. Hablan de si se hubieran encontrado en circunstancias distintas, en un autobús o comprando cuarto y mitad de gallinejas. "¿Y si...?, ?, ¿y si...?, ¿y si...?", repiten. Se les abren las sonrisas, se acarician las manos y, entretanto, las escenas de bar se alternan con el despelote posterior en la habitación. El encamamiento dura tanto como su conversación romántica. Cuando J.Lo se despierta, Clooney ya no está.

1. 'Crank 1 & 2' (Mark Neveldine & Brian Taylor, 2006 y 2009)

Chev Chelios (Jason Statham) es el superhéroe más puteado del cine reciente. En la primera entrega de 'Crank' le inyectaban un veneno malísimo que hacía que, de no mantener sus niveles de adrenalina en unos mínimos exagerados, el corazón le fallara fatalmente. Cuando no encontraba Red Bull o algún contrincante con quien echarse unas carreras de 110 metros vallas, aparecía su novia, la rubita Amy Smart, para acometer juerga sexual con él en medio de la calle. Las viejas, escandalizadas, y nosotros soltando risillas en la platea por semejante descaro macarra. A toda leche, oigan.

Pero la cosa no acaba ahí, porque, nada más empezar la secuela (estreno: 21 de agosto), Chelios se despierta en la mesa de operaciones de una clínica clandestina. Resulta que esta vez no se han andado con medianías del tipo "te drogo, te fastidias"; directamente le han dado el cambiazo y donde antes tenía ubicado su maltrecho corazón, ahora hay una batería de coche recargable a base de chutes de electricidad o de la energía cinética que él logre proporcionarle. Así que ¡hop, hop! Amy aparece de vez en cuando también en esta ocasión como un ángel redentor vigorizante, como la estrella intermitente del Super Mario Bros. Para reactivar a su cariñito en esta entrega se presta a todo tipo de elásticas piruetas. El escenario: la pista de un hipódromo. Su imaginación: no conoce límites.