Pasemos por alto que los que se lucran cuando pagamos las entradas han intentado que evoquemos la grata experiencia de 'Supersalidos', apelando explícitamente al film de Mottola, cuando el título original de lo nuevo de la factoría Apatow hace referencia en realidad a la marihuana de alta calidad ('Pineapple Express') que no paran de consumir los tarados protagonistas. Hablemos mejor de el dúo formado por Seth Rogen y James Franco, improbable sobre el papel pero resuelto como una de las mejores asociaciones cómicas de esta temporada, potenciándose mutuamente hasta convertirse en gran alternativa de los Sandler & Schneider, Ferrell & Reilly o Hill & Cera. Pocas pegas para los discípulos del Midas que se entronizó con 'Virgen a los 40' y parece presente de un modo u otro en cada comedia de altura (prepara 'Cazafantasmas 3') estadounidense.
¿Y la trama? Un citador judicial es testigo de un asesinato y urde un plan de supervivencia junto a su colega camello. Seguramente, si no se pasaran el 100% del metraje ‘bajo influencias’ les sería más fácil librarse de los malos, pero para ellos cada nuevo porro supone el biorritmo que les guía para seguir adelante. No crean, aún así, que nos encontramos ante una apología de las drogas sino ante un delirio extremo que no deja títere con cabeza en su afán expansivo. Tan expansivo como el humo que todo lo impregna.
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