15 ago 2008

Cinturón rojo (David Mamet, 2008)


Merece la pena acercarse a ver a Mamet aunque sólo sea porque es un valor seguro ahogado entre tanto despropósito de verano. El dramaturgo más irreverente de Hollywood se desmarca con una de artes marciales para acabar contando la de siempre: las cosas nunca son lo que parecen. El discurso del guionista-director se ve salpicado de filosofía zen y consejillos en pos de la pureza del alma que no molestan para nada dentro de una fábula sobre el honor como valor a reivindicar. Como siempre se rodea de un reparto pluscuamperfecto tanto más pluscuam cuanto más chupan cámara Chiwetel Ejiofor (el marido casi-burlado de Keira Knightley en Love actually) y la inglesa Emily Mortimer, quien borda el personaje tipo del escritor. La mirada de esta última es tan líquida que produce dolor físico no poder estirar los brazos desde la butaca y rodearla hasta que todo pase. Le doy cuatro estrellas y media a uno de los finales más sobrios (a la par que incomprensibles) de la temporada.

No hay comentarios: