Jim Carrey se propone compensar con risas la mala gestión de Bush

Hay una escena de 'Di que sí' en la que el canadiense Jim Carrey se lleva la mano derecha al pecho y canta sentidamente el himno de Estados Unidos en un bar de mala muerte. Así que, más papista que el Papa en la ficción, no sorprende que en la rueda de prensa de la presentación de la película en Madrid diga que esta nueva comedia es "un regalo para todos los ciudadanos del mundo. En los últimos ocho años hemos hecho todo como país para enfadar a los demás. Les debíamos algo".

Cuando utiliza el plural se refiere sobre todo al director Peyton Reed ('Separados') y a quien interpreta a su pareja en el filme, la menuda actriz Zooey Deschanel. Ellos dos le secundan en una conferencia de la que uno sabe que va a hacerse el dueño al primer momento.

Presentados como jugadores de baloncesto en un partido de 'playoff', el moderador ha recibido previamente, y uno por uno, a sus acompañantes. Primero Reed, después Deschanel y luego Carr… ¿Donde está Carrey? Ah, que se ha escondido detrás de uno de los 'seguratas' y está haciéndose el travieso. Chequeo iMDB. ¿Cuántos años tiene? Anda, que en enero hace los 47. Es increíble lo de esta gente. Igual no se quita el traje de payaso en todo el día. En cualquier caso es un tipo simpático que, si se aburre de la promoción, al menos no lo demuestra.

'Di que sí' se estrena en los cines de toda España el próximo viernes 19 y en ella interpreta a un empleado de banca dedicado a conceder (y sobre todo a denegar) préstamos. Su vida social es una porquería desde que la ruptura con su ex-novia le dejó deshecho hace un par de años. Sus amigos, preocupados, intentan tirar de él, pero no es hasta que acude a una terapia que fomenta la autoayuda que empieza a experimentar cambios en su día a día. Para que le vayan bien las cosas hay una sola condición: Debe decir a todo que sí.

No hay que ser muy listo para augurar gran taquilla internacional a este vehículo únicamente destinado a su lucimiento personal, aunque en esta ocasión se encuentre más contenido que en algunas de sus comedias más desenfrenadas como 'La Máscara' o 'Ace Ventura'. No estamos ante otro 'The Majestic' u 'Olvídate de mí', pero, ciertamente, éste tampoco es el Jim Carrey más sobreactuado.

El proceso de elaboración del guión contó con su participación activa. Así, se implicó junto con Reed a la hora de redactar una lista de cosas embarazosas a las que tendría que decir que sí durante el metraje para hacer más jugosa la historia ('puenting', dejarse seducir por una abuela o lavar la ropa de todos sus amigos). Una cosa si tenía clara: "¡Ducati!", grita al micrófono. "¿Qué?", le preguntó el director en su día. "¡Ducati!!!!". "¡Ah!, que quieres conducir una moto en la película!, descifraron… Y así fue. Carrey en moto. Y bastante rato, por cierto.

Hay una pregunta que parece obligada teniendo en cuenta la temática de la cinta. ¿A qué diría Jim Carrey que sí? "A cualquier cosa que haga Jenny (su actual pareja es la actriz y ocasional conejita playboy Jenny McCarthy)"… y puntualiza: "Con la luz encendida o apagada. Me parece bien todo lo que hace". Esta cinta bienintencionada en la línea de las premisas inverosímiles de 'Como Dios' (en la que interpretaba a un tipo dotado de omnipotencia de la noche a la mañana) o 'Mentiroso compulsivo' (en la que una maldición le obliga a decir la verdad todo el rato), se aleja de la sordidez de 'El número 23' o el cinismo de 'Dick y Jane: Ladrones de risa'. El mismo lo explica: "Quería hacer algo bonito para la gente que lo pasa mal".

Dulce Zooey

Capítulo aparte (pequeñito, que se acaba el espacio, pero destacado), merece su compañera Zooey Deschanel, tan encantadora, aunque algo tímida en la realidad, como resultona parece en la gran pantalla. Con casi 20 años menos que Carrey, interpreta a la joven que recoloca su existencia a base de espontaneidad y cierta dosis de locura. Deschanel, ex perla 'indie' de gran valor ('The go-getter', 'The good girl') y ahora asentada en el cine comercial ('El incidente'), mantiene una exitosa carrera paralela como cantante, siendo letrista y solista del grupo She and Him, cualidades que explota en una de las escenas más divertidas de 'Di que sí'.