A partir de ahora tomo la unilateral medida de centrar este artículo en ÉL, que ya vale de ambigüedad y de despilfarro de tinta (Aído, feliz año pero hazte a la idea). Una vez serenados los ánimos autodestructivos y descartada toda la oferta lúdica que os incluya a ti, a tu ridícula pajarita y a esos zapatos de cordones que, a razón de uso de una vez al año, te mortifican porque nunca los terminas de ensanchar, decides que no vas a sintonizar, de verdad no quieres, no puedes, te niegas a sintonizar la Primera y su cutreprogramación estival que huele a caldofrán, si lo sabrá Albéniz.
Ya has metido a tu padre y a su desvergonzado peinado/despeinado a lo Anasagasti en la cama. "Si es que la sidra es 'mu' mala", recitarás por la mañana mientras no levantas la vista de tu café con leche ni de la magdalena gigante que lo ataca. Flashback: Retrocedamos de nuevo a la noche del 31. Son las dos de la mañana y enciendes el DVD.
Hay dos posibles opciones con las que contrarrestar la nefasta tele. Las dos nostálgicas. Ambas efectivas si lo que quieres es que el amanecer llegue cuanto antes, casi sin darte cuenta. Allá vamos:
Para los temáticos
'Los fantasmas
atacan al jefe'
(Richard Donner,
1988)
La primera de ella es para aquellos que disfrutan de las propuestas temáticas. Porque odiáis la guirnalda y poner el Belén y barrer las agujas de pino natural que tu coñazo de abuela se empeña en poner año tras año, pero te encantan las cintas navideñas. En ese mismo momento recuerdas que esta mañana has leído en el periódico que Antena 3 va a emitir (una vez más) 'Qué bello es vivir', que es la peli más obscenamente festiva de cuantas jamás se hayan filmado. Y te dices que bueno, que sí, que es cierto, que quizá tu prima no tiene tanto bigote y que te has pasado un poco no haciéndolee ni caso en toda la velada.
Entonces miras atrás, pero sólo un poco, y fantaseas con que, en vez de George Bailey, el ángel Clarence te visitó a ti mientras fumabas en la terraza y te dijo que miraras dentro de la casa. Y es ahí cuando te ves a ti mismo feliz, sin cara de amargado, y te propones que dentro de un año todo sea así de bonito, que Clarence necesita sus alas nuevas. No vas a ver su historia por la tele, con tantos anuncios como escenas, pero tienes el DVD. Es una posibilidad. Aunque, pensándolo bien, te lo sabes de arriba abajo. ¿Qué hay de su reverso tenebroso?: 'Los fantasmas atacan al jefe', comedia ochentera de Bill Murray, reinterpretación también, aunque irreverente, del mito del Fantasma de las Navidades pasadas.
Mientras rebuscas en tu colección de deuvedés y cedés piratas intentas hacer recuento de Nocheviejas en el cine. Caes en que Navidades las ha habido y muchas. Te vienen a la cabeza sin pensar demasiado 'Sólo en casa' (negligencia paterna en Nochebuena), 'La jungla de cristal' (terrorismo de cristal, acero y balas en Nochebuena), 'El día de la Bestia' (el Anticristo nace en Madrid el 24 de diciembre de madrugada), 'Pesadilla antes de Navidad' (muñecos de plastilina diseñados por mentes perversas en las mismas fechas...). ¿Pero es que no hay pelis 'nocheviejeras'? 'Smoke', con el 'Cuento de Navidad de Auggie Wren' (Paul Auster) de colofón. Navidad, Navidad, Navidad. Este artículo tendría que haberlo publicado el día 24 ¿o qué? Otra: 'Plácido' (gloria nacional berlanguiana sesentera... Nochebuena).
Spoiler: Escena final de 'El apartamento' (Billy Wilder, 1960)
Miro Internet, que ahora todos están en la piltra y no hay quien me chafe el ciberpaseo. "películas and nochevieja", tecleo. Hay que ahondar. No crean que es un conocimiento inmediato el que regala la red de redes, pero en un foro lo encuentro. No hay demasiadas películas centradas explícitamente en Nochevieja, pero sí que hay momentos clave que he visto mil veces y en los que no había reparado, como la escena final de 'El apartamento' en la que la encantadora Fran Kubelik se da cuenta de que no quiere de ninguna manera empezar el año al lado del despiadado señor (casado) Sheldrake y corre a jugar a la brisca con el pardillo de C.C. Baxter dando lugar al travelling más bello de todos los tiempos. Fenomenal. Ya tengo una. La tengo, 'sila'. Puede que sea ésta la que vea.
Ah, sí, sí. También está esa otra de Tom Hanks (cuando todavía no tenía cara de pan preñao) y de Meg Ryan (antes de intentar parecer una quinceañera a golpe de bisturí) en el Empire State. Eso, 'Algo para recordar', en la que en una de sus primeras escenas descubriste por primera vez que los americanos no comen uvas asesinas sino que hacen una cuenta atrás de diez a cero y luego se morrean sin tregua. Sí, sí, ahora que caes, el otro día leíste en soitu.es la reseña de Volpini de 'Buscando un beso a medianoche' que va de un pajillero que en la susodicha fecha pide una cita en el tuenti americano para no pasar la noche solo y, curiosamente, no se le da mal. Te la apuntas en tu agenda mental para verla quizá mañana, pero en el cine, que ésa no ha salido en DVD de momento.
El foro se agota. No encuentras nada más pero, cuando aún dudas entre James Stewart y Jack Lemmon, recuerdas que te habían prometido un segundo apartado de recomendaciones:
Para los nostálgicos recientes
'Eduardo Manostijeras'
(Tim Burton, 1990)
Ésa se titula "Películas de indudable calidad con las que nos lobotomizan en las vacaciones de invierno, prestando especial atención a clásicos ochenteros". Este epígrafe es un vagón escoba de todo lo que se ha quedado en el tintero en la primera parte. Algunas de ellas tienen más o menos que ver con la Navidad, como los 'Gremlins'; otras simplemente se han hecho navideñas a base de ser televisadas sin solución de continuidad durante los últimos cuatro lustros, como 'Los Cazafantasmas'.
Hay quienes aseguran que la década de los 80 se perdió en todos los aspectos, pero nos regaló ciertas joyas perdurables que permiten que se pueda volver a ellas una y otra vez. Y si no, que hay de esa 'Princesa prometida' y su "Hola, me llamo Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre, prepárate a morir". O ese 'Regreso al futuro'. "¿Hay alguien en casa, McFly?". Viajes en el tiempo, chicas y rock&roll de manos del director de 'Forrest Gump' (uhmmmm). "Puede que no sea muy listo, Jenny, pero sé lo que es el amor". (Sí, lo sé, ésa es de los 90, pero, sea la hora que sea cuando estés leyendo esto, seguramente enciendas la tele y la están pasando en Telecinco).
Y 'Los Goonies', que se filmó a partir de un guión de Spielberg, quien a su vez dirigió aquella cumbre del género de aventuras llamada 'Indiana Jones en busca del arca perdida' y esa otra tonteriíta amable sobre una rata gigante que hablaba erguida: "E.T., mi casa".
Sólo dos más para acabar, dos joyas, éstas ya sí de los 90, blancas por diversos motivos; La primera porque habla del origen de la nieve. Y se llama 'Eduardo Manostijeras'. La segunda, que esperemos no sea premonitoria y nos condene a un invierno eterno y mucho menos a una Nochevieja cíclica: 'Atrapado en el tiempo'. Esto es to, esto to, esto es todo, amigos. Mañana será otro día, y otro año, a no ser que nos despertemos a ritmo de Cher y Sonny Bono: "Na-na, na-na. I got you babe".
1 comentario:
pedazo de post te has currado :D yo me dediqué a hincar el codo en una fiesta casera, pasando de ramontxus y annes igartiburus :D
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