8 jun 2009

Marta Etura se atreve con las citas rápidas

El "¿Estudias o trabajas?" se ha quedado no anticuado, sino ridículo. Otra, otra: "Tú me suenas, ¿no eras la princesa que salía en mis sueños?". Despojaos del whisky-cola, meted la cabeza debajo del grifo, recapacitad y veréis que suena idiota. Son tiempos de posmodernismo romántico y la directora Daniela Féjerman ha reparado en ello con '7 minutos'.

El escenario para su nueva comedia son los bares de citas rápidas, microecosistemas en los que los solteros cansados del cortejo a la antigua usanza buscan el flechazo en formato sillas musicales. Entras en un pub, te sientas en una mesa frente a un total desconocido, charlas durante siete minutos, y a por el siguiente, todo con nick. Después, votas desde casa y si el sentimiento ha sido mutuo, la empresa organizadora te facilita los localizadores reales. Es un negocio cuyo máximo exponente en nuestro país es la empresa match.com, explicitada como espónsor del debut en solitario de la directora.

La idea partió de una amiga del productor Gerardo Herrero, que le contó su experiencia personal al respecto y éste la volcó en Féjerman y su coguionista, la ministra de Cultura Ángeles González-Sinde (en su último libreto), alejada del proceso de promoción ahora que sus actuales obligaciones la requieren para causas más elevadas. Según la directora, "este tipo de actividades internautas sirven para abrir la sociedad en un momento en que se encuentra muy cerrada".

Para conocer un poco más, hablamos de nuevas formas de conocer gente con ella y dos de sus actrices en la cinta, Marta Etura, protagonista de la historia central, y Toni Acosta, galardonada con el premio a la mejor secundaria en el pasado Festival de Málaga.

Daniela Féjerman:

Licencias: Ángeles (González-Sinde) y yo procuramos ser fieles al sistema de citas rápidas existente pero hicimos dos variaciones. En las verdaderas son las chicas las que se quedan sentadas y los hombres van rotando. Además, se crea un muestrario artificial para que se establezcan diferencias de edades al gusto de ellos, como en la vida real, que suelen buscar parejas más jóvenes. En el guión todo eso desapareció.

Spain is different: Otra diferencia, esta vez con los americanos, es que ellos sólo se conceden cuatro minutos. Debe ser que en España somos incapaces de condensar tanto con todo lo que hablamos. Aquí las citas tienen lugar en pequeños cafés pero allí llenan grandes estadios. En Japón, estas iniciativas incluso está subvencionadas por el gobierno, porque las entienden como una forma de fomentar la natalidad.

Documentación exhaustiva: Al principio de la escritura nos metimos en el juego como observadoras, pero vimos que no terminábamos de empaparnos, así que decidimos entrar a ligar como todos los demás. Luego, cuando llegabas a casa era imposible no mirar si te habían votado... y, si no te votaban, qué depresion.

Marta Etura:

Preparando el personaje: Todo lo que necesitaba saber de mi personaje estaba en el guión, así que no sentí la necesidad de meterme en una reunión real porque me parecía fingir en busca de mera información.

El amor como negocio: Miro a la generacion de mis padres en la que, por la iglesia y por las circunstancias, se casaban hasta la muerte. Ahora pasa todo lo contrario, un código muy de compra, muy de objeto. La película denuncia la situación del amor actual. Tiene que funcionar y si no es efectivo, se sustituye. Creo que el sistema no sale muy bien parado. Cuando empieza la peli dices: "Vaya cuadrilla de frikis". Por otra parte, si hay gente que va a acabar amándose y compartiendo sus vidas, por ahí sí compensa.

¿Usuaria yo?: Yo la verdad es que nunca me he visto en esa situación. Soy poco internauta. Sí que conozco a gente a la que le encanta experimentar a través del chat, e incluso yo lo puedo hacer a la hora de divertirme como un juego donde entra el anonimato, pero no me lo tomo en serio. A mí me gusta relacionarme con piel, poder oler, tocar.

Toni Acosta

Internet y yo: Me da un poco de pena de que ésta sea la manera de relacionarse ahora. Yo no pertenezco a ninguna red social y por eso me estoy quedando un poco aislada. Menos mal que mi pareja me tiene al día. Con el 'boom' de 'Policías' me dedicaron una web, pero ahora nada. Lo que pasa es que supongo que acabaré entrando. Es como el móvil, que al principio la gente se negaba.

Facebook: Una vez me abrieron un perfil en Facebook pero fue un desastre: No me metía nunca, empezaron a escribirme en mi muro y me llenaban el mail de notificaciones diciendo que aceptara a un montón de amigos, con lo que me estresé y me borré a las dos semanas, pero tengo que intentarlo de nuevo.

Mi entorno: Hay gente con determinada edad que ha acabado sus estudios, con lo que a la universidad ya no va; que ha encontrado un trabajo estable, con lo que ya conoce a todos sus compañeros... ¿vas a ir a una discoteca en la que no oyes nada? Cenando tampoco conoces a nadie, y que te traigan amigos a casa es una pereza. Tengo un amigo que vive en Estados Unidos que ha vivido una revelación con esto. Tiene citas y conoce chicas. De momento no le ha salido ninguna cosa estable pero siente que está en el mercado. Si mis circunstancias cambian y me veo en la situación, a lo mejor me atrevo del mismo modo que hace mi personaje, porque es una manera de obtener lo que necesitas.

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