Los 'actores fufú' nos llenan más con sus perfumes (o novios/as o portadas de revistas o sueldos enormes e injustificados) que con su calidad interpretativa. Propongo una lista desconcertante: 'Layer Cake', 'Alfie', 'Casanova', 'Factory Girl', 'Interview', 'Camille' y 'Stardust'. Si os la encontráis en un examen psicotécnico y os piden que busquéis el común denominador, lo más normal es que ninguno lo paséis. La respuesta es Sienna Miller, rubia americana de espíritu inglés con talle de modelo setentera, célebre por su noviazgo con Jude Law a mediados de esta década y por no terminar de despegar nunca.
No a todo el mundo se le puede exigir ser una Kate Winslet de la actuación; es muy difícil atinar en la construcción de una sólida carrera del mismo modo que Edward Norton, y, casi imposible, alcanzar las tablas y equilibrio de Meryl Streep... pero, entonces, ¿por qué aglutina más portadas que entre ellos tres juntos? Pues por la depredadora necesidad de Hollywood de inventar iconos enfermizamente esbeltos de sonrisa resplandeciente. Los embajadores de la Meca no tienen por qué ser buenos actores, son percheros.
Ella se defiende como gato panza arriba: "Todo (lo relativo a mi fama) ocurrió en el orden equivocado. Rodando mi primer papel protagonista ('Alfie') me encontré con Jude (Law) y empezamos a salir, y fue entonces que me sacudió la celebridad sin ningún film estrenado. Sin embargo, espero que con todo el trabajo que he hecho este año ('The Edge of Love', 'Hippie Hippie Shake' y 'G.I. Joe: The Rise of Cobra') pueda apartar los focos de mi forma de vestir, de mis relaciones y de todo lo demás".
Lo que pasa es que Sienna no es precisamente Salinger, no se tapa, y justo hoy visita un gran centro comercial madrileño para promocionar un perfume con aspersor de fufú. ¿Habrá apostado la marca por ella debido a los Óscares que atesora en la repisa de su baño? Lo cierto es que no. La elección, atendiendo a motivos puramente maquiavélicos, es irreprochable, porque Sienna tiene planta como para seducir en los carteles anuncie colonias o vaporettas, pero eso difícilmente le va a hacer ser tomada en serio como actriz.
Si la 'googleamos', nos aparecen rapidamente noticias relacionadas con:
- Jude Law y los cuernos que éste le puso con la niñera.
- La vuelta de ambos.
- Los que le puso ella con Daniel Craig.
- Las cinco peticiones de mano que le hizo el feo pero gracioso Rhys Ifans...
- ...hasta que supuestamente le engañó con Balthazar Getty.
Y eso sólo en lo que respecta a los saltos de cama, porque hay más:
- La Moss, antigua uña de su carne no la aguanta porque dice que la copia.
- Sus constantes destetes.
- La exitosa marca de ropa, Twenty8twelve, que comanda junto a su hermana Savannah, lo único que de momento parece no darle quebraderos de cabeza.
Todo por desviar la atención de una carrera que espera eclosionar este año con el estreno de 'G.I.Joe', la adaptación al celuloide de la franquicia de muñequitos articulables, que con Stephen Sommers a los mandos y Channing Tatum de coprotagonista asegura millones de dólares. Lo de que ella empiece a ser tomada en serio profesionalmente es otro cantar. No mientras el hedor que desprenden los rumores que constantemente alimenta no se calme un tanto. De no ser así seguirá siendo una estrella fugaz, fútil... fufú.
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