Russell Crowe y Christian Bale.
La primera discusión que tuvimos Volpini y yo acerca del buen y del mal cine giró alrededor de la poca gracia que le hacían 'Los cazafantasmas' (que para mí es una obra maestra inconmensurable) y de la innecesariedad de la mayoría de remakes —si bien en ese punto yo me mostré tibio, el ejemplo que me puso como argumento de su exposición 'El tren de las 3:10' (James Mangold, 2007— no me parecía tan malévolo como a él).
Durante año y medio formamos una sociedad bicéfala y complementaria en una web que cerró el noviembre pasado y que, milagros de la ciencia y del karma, todavía se puede visitar pese a que hace cinco meses me dijeron que la apagarían en uno.
Sirva como homenaje en absoluto moralizante ni explicativo de aquella sociedad disuelta, y espero que reunida en un futuro, un diálogo de la citada reversión, una frase que sin ser objetivamente dura, helaba la sangre por puro aplomo de Russell Crowe, seguramente el actor más antipático del mundo.
EL MALEANTE (Russell Crowe): Te conozco de algún lado. No trabajabas como cantante para un ciego irlandés en Leadville.
LA PUTA (Vinessa Shaw): Sí, fue la mejor época de mi vida.
Making of de la película.
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