Un fotograma de 'Airplane disaster', de la factoría The Asylum.
"Como las películas porno pero sin las partes buenas". Así es como Paul Bales define las contribuciones al séptimo arte que desde la productora The Asylum financia junto a sus socios David Rimawi y David Michael Latt. Su empresa, pionera en la actividad del 'mockbuster' (un juego de palabras con blockbuster -taquillazo- de y 'mock' -burla-) lleva 70 producciones desde 1997, todas ellas pasto de videoclub, todas con un pie puesto en el delirio y otro en las pantanosas arenas movedizas del plagio, u homenaje no autorizado, si se quiere.
Pero no se crean que por ser gurús de la caspa y el descalabro visten trajes zarrapastrosos y conducen ciclomotores de 50; ellos se toman muy en serio su labor. De hecho, estos días Rimawi y Bales andan de relaciones públicas en ese gran mercado de la carne fílmica que es Cannes, buscando clientes a la caza de ideas futuras.
"Si tu negocio es el del cine independiente, acudir a esta cita es esencial", explicó Rinawi a la BBC. El objetivo es estar al tanto de lo que se va a lanzar en las grandes salas comerciales, preparar un espécimen de similares características, pero con la hipérbole como leit motiv, y situarlo en el mercado del DVD un par de días antes de que se estrene en salas comerciales su hermano mayor.
O sea que Michel Gondry no inventó nada.
Seguro que muchos recuerdan el argumento de ‘Rebobine por favor’, según el cual los videocluberos Jack Black y Mos Def debían re-rodar de manera casera todas las cintas del establecimiento donde trabajaban después de haberlas borrado por error. La película data del año 2008, 11 años después de la fundación de The Asylum. "Lanzamos una película llamada ‘Sherlock Holmes’ a finales del año pasado a la vez que la Warner [en referencia al 'Sherlock Holmes' de Jude Law y Robert Downey Jr.] y un montón de gente dijo que la nuestra era mejor porque se mantenía más fiel al espíritu original aunque tuviera dinosaurios, dragones y robots», explica Bales en la BBC.
Pelis para gente casera
Sorprende que aún no haya caído sobre ellos todo el peso de la ley, pero su astucia a la hora de encontrar triquiñuelas legales, "hacer tratos y llegar a acuerdos a puerta cerrada" les ha permitido eludir las amenazas que reciben de las 'majors'. En el fondo ¿para qué enfadarse? La suya no puede calificarse ni de competencia desleal porque, merced a los 500.000 dólares que cuesta su producción media frente a los 100 millones que puede costar una gran producción.
La filosofía del asunto es presentarse como una alternativa a todas aquellas películas que se estrenan en los cines pero que no van a ser degustadas por cierto sector de la población que nunca pisa las salas y que algo tiene que echarse al coleto. De todos modos, "los 'fans' del género (y aquí, ojo, lo único que se vende es género) que opten por la opción B querrán ver todas las versiones posibles del producto", dice Bales. De modo que la película oficialista no tiene por qué ver resentida su recaudación.
El material de partida
Lo normal a la hora de emprender una de las producciones de The Asylum es ojear los estrenos de la temporada entrante, elegir a un 'cast' de saldo, unas localizaciones de risa, un guión de urgencia y elaborar una cinta de marcado regusto B (o 'requetebé', pues si 'underground' era ‘Snakes on a plane’, imaginen ‘Snake son a train’). Para que la cantinela no sea muy distinta a la película homenajeada, lo bueno es poner el ojo en obras con respaldo literario como ‘La guerra de los mundos’, ‘Soy leyenda’, ‘El Código Da Vinci’ o la citada ‘Sherlock Holmes’.
Los actores que contrata la empresa para protagonizar sus producciones nunca son estrellas de renombre. Así, su plantilla interpretativa viene a ser un cruce entre un cementerio de elefantes y una quimérica cantera hollywoodiense atestada de camareros con ínfulas. Entre los más destacados miembros de la troupe se encuentran C. Thomas Howell (protagonista de ‘E.T.’ y uno de los más prometedores ‘Rebeldes’ de Coppola), Lance Henriksen (‘Millenium’ y piedra angular de la saga de ‘Alien’), Dedee Pfeiffer (hermana de Michelle) o la mismísima musa porno Traci Lords.
Nada que ver con los telefilmes de toda la vida, que tienen las mismas aspiraciones oportunistas pero cuidan más el reparto. Por ejemplo, ‘Alicia en el país de las maravillas’ de Tim Burton ha visto como el canal SyFy produjo una TV movie con Kathy Bates, Colm Meaney o Harry Dean Stanton en 2009; la ‘Juana de Arco’ de Luc Besson y Milla Jovovich vivió similar competencia a manos de Leelee Sobieski en 1999, y la muy actual ‘Robin Hood’ vio como su antecesora, con Kevin Costner a la cabeza, se batía el cobre en 1991 con ‘Robin Hood el Magnífico’, la cual, contando con Uma Thurman como Lady Marian, en EE.UU. fue directita al videoclub.
En cualquier caso, son ejemplos demasiado estilosos para los que acostumbra The Asylum, que no ve en los actores el reclamo de sus productos.
Honrad a James Cameron
Es improbable que el Rey del Mundo llegue a meterse en lodazales judiciales con Latt, Rimawi y Bales, pero lo cierto es que dinero llama a dinero y el que más hace hoy por hoy es el director de ‘Titanic’. Es por ello que The Asylum se fijó el año pasado en la ambientación tribal ‘Avatar’, la remezcló con ‘John Carter of Mars’ (prevista para 2012) y se sacó de la manga ‘Princess of Mars’. Debió de resultarles satisfactoria la experiencia, pues, con la vista puesta en el reestreno 3D que vivirá la epopeya marítima de Kate y Jack en 2012, pretenden presentar este año ‘Titanic 2’, en la que un barco de lujo tendrá que vérselas con un peñasco helado en el centenario del desdichado encontronazo.
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Ver el artículo original publicado en El Mundo.
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