25 ago 2010

Alice Braga, balas brasileñas


Si firmamos el precepto de que la racial Sonia Braga representaba en los 80 un modelo de belleza canónico, se puede asegurar sin ninguna duda que la genética ha sido bondadosa con su sobrina Alice, puesto que, a simple vista, comparten muchos de los cromosomas que dictan el aspecto físico.

“No tengo una relación de cercanía física con mi tía porque, cuando yo nací, ella se mudó a los estados Unidos (a filmar, entre otras, ‘El beso de la mujer araña’) y, con todos los viajes de las dos, rara vez coincidimos, pero la admiro mucho. Es preciosa y muy importante en nuestro país”, se deshace en elogios la nueva gran promesa del cine brasileño.

Para cuando tengan esta revista en sus manos, Alice Braga (Sao Paulo, 1983) habrá dicho ya hasta luego a Budapest, donde ha pasado gran parte del verano rodando The Rite, thriller de temática exorcista que la ha unido a Sir Anthony Hopkins y al novel Colin O’Donoghue, un joven sacerdote con el que establece una tensión meramente platónica, que hay votos de por medio. 

En el set de rodaje que visitó El Dominical, Alice se desplaza con gracilidad, sonriente y solícita. Cuesta imaginar cómo la vecina de al lado (escaso 1,63 que parece menos, cara de buena y pelo oscuro) ha devenido en la baza secreta de muchos de los grandes blockbusters que actualmente gesta Hollywood. Pasado un rato de charla, sus manos expresivas y su aplomo orador dibujan, ahora ya definitivamente, su aura de estrella indiscutible.

Partiendo (como tantos otros que quedaron por el camino) de la cantera de ‘Ciudad de Dios’, viene a cubrir un registro vacante en la industria, el de “latina con bemoles”. Si antes nos habían vendido a Salma Hayek como la adorable inmigrante que empieza de asistenta para acabar alcanzando el sueño americano o a J.Lo como la puertorriqueña sofisticada a la que sólo se le notaban las raíces cuando juraba en spanglish, Alice es “a la que le gusta disparar”. Soy leyenda, Repo Men o la inminente Predators, en la que releva ni más ni menos que al gobernador Schwarzenegger, hablan de una brasileña de armas tomar. 

Olvídense de verla bailando samba. Alice quiere hacer de chica mona. Lo suyo son los mamporros.

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