4 jun 2008

La dalia negra (Brian de Palma, 2006)


Después de la abominable Femme fatale, han tenido que pasar cuatro años para que Brian de Palma se atreviera a ponerse de nuevo tras la cámara. En vista de los resultados obtenidos, tanto hubiera dado que se hubiese quedado en casa cociendo castañas o que se hubiera dedicado a hacer documentales de abuelilla tal y como hacen directores como James Cameron (Titanic) o Ridley Scott (El silencio de los corderos), que se sienten incapaces de superar sus cumbres de ficción.

Su adaptación de La dalia negra es una crónica de sucesos enrevesada de los años 40 que no sirve ni para ser la hermana fea de la Cenicienta L.A. Confidential. Porque donde Curtis Hanson construía, con la ayuda de Brian Helgeland, una trama sólida, lineal y perfectamente inteligible, De Palma se enreda en una narración barroca y preciosista que descuida el desarrollo de la acción. Así, tiene que recurrir constantemente a flashbacks y voz en off para explicar lo que en manos de otro realizador menos brillante, pero más funcional, habría sido un efectivo discurso diacrónico.

La sordidez y los temas en que ahonda Ellroy son los mismos que los que protagonizaron Russell Crowe y Guy Pearce, que tienen su clónica réplica en Aaron Eckart y Josh Hartnett (quien por fin despega como actor), pero el entramado de cuitas conductuales de los primeros no está en esta Dalia negra ni de lejos tan bien explicado. No se entiende por qué Eckhart le abre las puertas de su casa y del corazón de su turbadora novia (Scarlett Johansson) a su discípulo y por qué los perpetradores del crimen sobre el que gira la trama tienen unos móviles tan inverosímiles. Se entiende esta película como instrumento para demostrar que estilísticamente De Palma no tiene parangón porque nadie sabe dibujar escenas ni poner la cámara en el lugar exacto tan bien como él. Que sepa contar historias es otra cosa. De la Johansson no hablo porque su papel es tan absurdo como la rana que se sienta en una charca sin nada que hacer. Está cuando la escena lo requiere pero su personaje no acciona ningún resorte que haga avanzar la trama, y es demasiado buena actriz como para desaprovecharla como caro florero.

No hay comentarios: