22 sept 2007

San Sebastián (Día 3)

La 55ª edición del Festival de San Sebastián echó a andar el pasado jueves día 20 de septiembre y el rayado del cuaderno llegó a la capital donostiarra con un día de retraso debido a inevitables compromisos contractuales con el Daily Planet. Podría deciros que no me perdí nada pero os mentiría como una rata de agua. Por lo que parece, me perdí, me perdí, me perdí. Me perdí la última de David Cronenberg, que repite con Viggo Mortensen tras Una historia de violencia con Promesas del este. Me hablan maravillas de ella, como si de una pastilla de aceite desengrasante y alocada, dentro de este encorsetado e iranizado festival, se tratara. Todos están tan contentos de no haber tendo que cumplimentar compromisos contractuales con el Daily Planet y así haber llegado a tiempo a verla que os la recomiendo a ciegas.

Varias notas y/o indicaciones. A alguien de la organización le ha parecido buena idea que la sala de ordenadores esté abierta de 9 a 9, es decir, a las horas en las que los pases de películas tienen lugar (ininterrumpidamente). Por ello no estoy haciendo la crónica diaria que me había propuesto. Y por ello, en este mismo instante, me estoy perdiendo la versión restaurada de Help, el musical de Richard Lester con Los Beatles a la cabeza, porque hay veces en la vida que hay que elegir las prioridades.

Lo que a continuación voy a hacer es dar una serie de pinceladas precisas y superficiales sobre lo que hasta ahora he podido ver. En principio, poco a destacar excepto un par de restos del naufragio, pero ¿quién dijo que ver cine tiene que ser un placer? La verdad es que alguien debería haberlo dicho.


La maison (Manuel Poirier, 2007 - Sección Oficial)


La maison
es la enésima colaboración entre el director francés Manuel Poirier y el actor Sergi López. Tras la aberrante Pintar o hacer el amor (y con la digna El laberinto del fauno por medio) el orondo catalán vuelve a rodar más allá de los Pirineos. Craso error. La maison no merece la pena. Es convencional y prescindible. Tanto que uno fantasea con la idea de que si este tipo de peliculas llegan San Sebastián es para cubrir una cuota de cine francés; cuota que no tiene equivalencia con nuestro cine en Cannes.

Las razones de la fructífera relación que une a Poirier con López se me escapan. Lo único bueno que tengo que decir de esta nueva película es que Sergi no está tan pasado como acostumbra. Hace de hombre normal, lo que no debería costarle demasiado esfuerzo porque lo es, y aún así exagera lo que debe ser la conducta del vecino de al lado. Se toca la cara constantemente al hablar y se muestra turbadoramente afectado cuado conversa por teléfono. Supongo que todos los que leáis esto sabréis por experiencia propia que para hablar por teléfono no hace falta mover mucho la cara. Bueno, pues López no se da por enterado. Y aún así repito, ojo, que está más calmadito que en otras ocasiones.

No me quiero extender mucho con esta peli que va de un hombre desorientado al que pocas cosas le han salido bien entrados los 40. Sólo que decide comprarse una casa en el campo y eso hace que se enrede con la pareja de dueñas, que son hermanas. Las dos se pirran por él, un tipo callado y sin gracia. Maldita sea, parece que se enamoran de él por su físico. Los que sepan del actor en cuestión (ni remotamente voy a mancillar mi blog con su foto), se darán cuenta de la paradoja).

"Los personajes adoptan conductas arbitrarias, da la sensación de que a Poirier le vale cualquier argumento para filmar su peli anual, el final es efectista, pesimista y de mal gusto..." son algunas de las poco agradables notas que tomé de esta peli cabreante.


Buda explotó por vergüenza (Hana Makhmalbaf, 2007 - Sección Oficial)


El mínimo argumento de esta obra afgana es que una niña pequeña y mona y sin un diente se enamora de su vecino de seis años y para impresionarle quiere ir a la escuela. Para poder ir a la escuela debe comprar un cuaderno. Para poder comprar el cuaderno tiene que vender 4 huevos. Va a la escuela. Las niñas la putean porque es nueva. Su vecino no se enamora de ella. Fin.

No sé lo que me querían contar. Me secuestraron durante casi dos horas en el Kursaal 1. A veces las paridas y cucamonas de los más pequeños hacen que nos ablandemos y por un momento dejemos de ser críticos airados, amargados y coléricos. La pequeña me llegó hondo a ratos e hizo que me riera a gusto en un par de escenas, pero a estos iraníes, afganos, isaraelíes... habría que decirles que metieran una persecución de coches o chistes a lo Bruce Willis de vez en cuando. O mejor, que contrataran a Bruce Willis. Mientras tanto seguirán copando el palmarés de los festivales y yo seguiré queriendo dormirme cuando veo sus películas.


En el valle de Elah (Paul Haggis, 2007 - Zabaltegui)


Lo mejor del día. Lo mejor del mes. De lo mejor del año. Y, cómo no, fuera de la sección oficial, se presentó la última película del guionista de Million dollar baby y director de Crash, Paul Haggis. Con un rocoso y a priori poco compatible reparto (Tommy Lee Jones, Charlize Theron, Susan Sarandon), este efectivo thriller (en realidad de thriller tiene poco, se pasan la peli entera investigando) antibelicista será de lo poco que quede en la memoria colectiva y en las estanterías de los videoclubs dentro de unos años.

Aquí Haggis, nos regala un film sin los efectismos de su ópera prima y que recuerda al clasicismo de su mentor Clint Eastwood. De hecho, si es cierto que la ha dirigido él mismo (y no hay indicios en contra) podemos estar ante un clon de Harry el sucio. Lástima que sea casi tan viejo como él. El relevo no será duradero.

Cuando ves En el valle de Elah te das cuenta de que Tommy Lee Jones juega en otra liga, la de los grandes, la de los Hackman, Connery, Freeman... la de los que con un gesto ganan un nuevo Oscar. O sin ningún gesto en absoluto, porque Jones sigue fiel a su estilo interpretativo de cara de palo de escoba que tan bien les ha funcionado a Eastwood, Murray o Pitt (en ¿Conoces a Joe Black?).

La historia que narra el film es tan truculenta como real. En serio, no es agradable, pero tampoco espantará a nadie. Con Irak de fondo, narra la investigación que lleva a cabo la infravalorada agente interpretada por Theron contando con la inestimable ayuda del afectado Jones.

Merece mención especial la banda sonora, a la altura de la excelente partitura de Crash, que está a punto de dar lugar a varios vértices dramáticos que, sin embargo, no llegan a cuajar en motivo de lágrimas en el patio de butacas. Falta un poco de emoción en una película que sobrepasa holgadamente el 7 y medio y que, de haber fomentado la enjundia de los dos papeles principales femeninos (Sarandon parece que se ha quedado en la sala de montaje reposando y Theron es tan buena como le permiten sus flojas frases y el brillo de T.L.J.), hubiera sido un clásico inmediato. Lo mejor de esta más que posible candidata a los Oscars es la escena que le proporciona el título. Atentos.


Casual day (Max Lemcke, 2007 - Zabaltegui)


Refrescante Zabaltegui para acabar la jornada. Apetecía una comedia española que rebajara el nivel de gravedad del día. Sin apenas promoción se presentó esta comedia del austro-húngaro Max Lemcke. No obstante, Juan Diego, Alberto San Juan, Arturo Valls, Luís Tosar y Secun de la Rosa prometían risas; sonrisas como mal menor.

Y me reí, con Juan Diego sobre todo, pero también con casi todos. No es buena, ni siquiera brillante a ratos. Es deudora de Animalario, de Smoking room y de Remake. No da la sensación de que estén inventando nada, pero se ve a gusto.

Casual day es una película en la que lo mejor y lo peor de todo es su guión. Los méritos y los fracasos de la cinta no los merece Lemcke si no la pareja de hermanos guionistas que le ofrecieron su libreto. La historia tiene varios buenos chistes que se repiten recurrentemente, pero no avanza; nunca pasa nada, con lo que la enjundia del montante se limita a una sucesión de gags sin apenas detonantes dramáticos.

Lo más flojo del conjunto, los jóvenes Estíbaliz Gabilondo -que no sabes si es muy buena actriz o da vergüenza ajena con su interpretación- y el soso Javier Ríos (protagonista del anuncio de Coca Cola de "¿Y usted?, ¿tiene referencias?". Lo tuyo Javier sin duda son los anuncios de Coca Cola de "¿Y usted?, ¿tiene referencias?".

Lo mejor: el monólogo del principio de Marta Etura. Ella siempre está bien.

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