17 ago 2008

Wanted (Timur Bekmambetov, 2008)


Que nadie se equivoque, que aunque el cartel explote a la Jolie, ésta -aunque protagonice la mejor persecución del año, y la escena más fantasmal de Wanted, por ende- no es la protagonista de de esta nueva evolución del thriller cibernético. McAvoy se consolida como uno de los rostros más imprescindibles y versátiles del cine a ambos lados del Atlántico. Parecía que era un chico de raso o tergal. Pues bien, también borda la colección de cuero otoño/invierno en esta heredera primogénita de Matrix Reloaded (la primera parte son palabras mayores).

Hay ciertas películas que se quedan en el camino de la perdición a pesar de intentar con tesón abrir caminos de futuro: Johnny Mnémonic, Días extraños, Hackers... Me arriesgo a decir que la adopción de Bekmambetov por parte de la gran industria de los dólares no merece la misma suerte, pues, a pesar de lo confuso y tramposo de su chiste final, de su poco apego a la lógica espacial y temporal y a los principios básicos de la física de Newton, no te deja un respiro, como todos esos cómics que tampoco nos creemos, ni nos creímos, pero que nos hacen pasar unos ratos muertos de lo más genial. Autoindulgencia es la palabra. Bienvenidos a la acción del 2020, año en que todas las películas se mirarán en ésta para reivindicarla, año a año, arañando décimas que la asciendan definitivamente al olimpo del culto de la década que ahora vivimos.

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