Hay un actor alopécico llamado Jason Statham que me parece la perfecta actualización del macho Bruce Willis. Algunos le recordarán como el protagonista de 'Transporter' y otros como 'El turco' de 'Snatch (Cerdos y diamantes)'. No es un cachas más porque su registro de cara de palo de escoba lo borda como él solo. Hay intérpretes que sólo sirven para hacer el mismo papel una y otra vez. Si esos actores no se van al paro es porque sus películas se ven. Y si sus películas se ven, siempre es por algo. Intento discernir por qué Statham es un buen actor a pesar de que sólo sabe encabronarse, soltar mamporros y conducir muy rápido; y se me ocurre que a lo mejor es porque nadie sabe hacer tan bien esas tres cosas y además a la vez. El que firma, Paul W.S. Anderson, no se debe confundir ni de coña con el clarividente Paul T. Anderson ('Magnolia'), juegan dos ligas distintas. Adrenalina en todos los fotogramas de esta mortífera carrera.
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