¿Habéis visto 'Los abrazos rotos'? Algunos de vosotros, sí, ¿verdad? Y no os ha gustado mucho, ¿a que no? ¿Y a que aún los fans preferís otras de Almodóvar? Pues eso debe de ser lo que le ha pasado a los académicos, que ayer tuvieron a bien dejarla fuera de la terna de finalistas que optan a representar a España en la carrera por el Óscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa a partir del próximo día 29 de septiembre.
Pedro en la presentación de 'Los abrazos rotos'.
Se han clasificado Fernando Trueba, con 'El baile de la victoria'; Isabel Coixet, con 'Mapa de los sonidos de Tokio'; y el imberbe Daniel Sánchez Arévalo, con 'Gordos'. Menudo papelón para Álex de la Iglesia cuando ha visto que los miembros de la institución que preside han dado de lado a la gran vaca sagrada del cine español. ¿Cómo va a convencer al manchego de que vuelva al redil —uno de los propósitos más publicitados que expuso al jurar el cargo— si es tan malquerido?
Eternamente peleado, con síndrome de "Me quieren más fuera de España que dentro" y de "Tengo todos los premios que se me pueden dar, pero es una injusticia que no se valore a la gente que trabaja conmigo": así vive Pedro. Tiene dos estatuillas doradas de Hollywood (Mejor Película de Habla No Inglesa, por 'Todo sobre mi madre' y Mejor Guión Original, por 'Hable con ella') y ha paseado el nombre de la España folclórica más allá de toda frontera. Por eso no entiende que la derrota es parte del juego.
Después de muchos años regañado con el sistema, volvió a pisar una ceremonia goyística en el 2000 para recoger 7 de 14 galardones posibles por 'Todo sobre mi madre'. Los titulares no recogían la enorme gesta de una película que gustó a casi todos, sino que, tras una década de los 90 en la que no había tenido demasiado reconocimiento artístico, Pedro dejaba de ser un off system. Aquella gala tuvo lugar en el Auditori de la Musica de Barcelona. Se habló de ciudad fetiche (lo que hacemos a veces para llenar páginas de periódicos). Pero lo cierto es que la alegría le duró lo que tardó en llegar su siguiente película, pues se llevó el chasco de su vida al ver como 'Hable con ella' (2003) se llevaba un escuálido Goya de siete (a la música) y un año más tarde 'La mala educación' (2004), cero de cuatro. En 2005 se dio de baja de la Academia.
Ya como proscrito se llevó (ausente) cinco premios gordos por 'Volver' en 2007. Una película que había sido promocionada, esta vez sí, por la Academia para competir en la categoría de Habla No Inglesa (aunque finalmente no pasó en corte definitivo) después de que 'Los lunes al sol' se impusiera en la carrera de 2004 a 'Hable con ella' y 'Mar adentro' hiciera lo propio con 'La mala educación' en 2005. Este año, ni eso. Sony tendrá que hacer la guerra por su parte para ver si consigue que llegue como cualquier otro producto de su colección, nada extraño, por otra parte, si tenemos en cuenta que 'Hable con ella' acaparó dos nominaciones (dirección y guión original) sin ayudas nacionales.
Fernando Trueba, Isabel Coixet y Daniel Sánchez Arévalo, los niños bonitos de este año.
En el acto celebrado ayer en la Academia se habló con reverencia de Almodóvar. Incluso los nominados se sorprendieron de que no se encontrara entre ellos. "Yo hubiera elegido a Almodóvar", dijo Sánchez Arévalo. "Una veces te toca estar y otras quedarte fuera" aunque dijo estar "sorprendido como todos", sentenció Trueba (de nuevo en la pomada 15 años después de 'Belle Époque' y siete después de su última ficción). Álex, conciliador, el Álex de todos, dijo sobrio: "Hubiera sido precioso regalarle una nominación el día de su cumpleaños (ayer fue el aniversario del director). Aunque también diré que hay otras películas que me hubiera encantado que estuvieran, pero hay que respectar la decisión de los miembros de la Academia".
Unos miembros, cuyos votos no han sido cuantificados públicamente para que los medios pudiéramos informar de las diferencias finales. Precisamente este oscurantismo fue una de las razones esgrimidas por Pedro para desligarse de la Academia hace casi un lustro. Quizá ahora mismo se encuentre cargado de razón o enfurruñado tras las malas noticias. Puede que piense que todo el universo está contra él y es posible que, efectivamente, el recuento pudiera haber sido más transparente. Lo que es incuestionable es que tiene poco de quejarse esta vez, ya que el público no le ha querido como otras veces (a duras penas 'Los abrazos rotos' se cuela entre las 25 cintas más vistas del año). Lo que indirectamente repercute en la misión de De la Iglesia de "Una Academia para juntarlos a todos". Así no hay quien le traiga de vuelta.
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