SAN SEBASTIÁN.— La que os presentamos es una crónica que empezó a gestarse hace un año por estas mismas fechas. Fue al preprarar los bártulos para San Sebastián 2008 que este periodista fue increpado por sus compañeras de redacción para que tocara a Pitt y les explicara lo que se sentía. Semejante misión gonzo acabó siendo del todo imposible porque el actor finalmente se rajó y no acudió a la cita donostiarra. En su lugar, 'Quemar después de leer' fue presentada por John Malkovich, que también es buen actor pero no tiene pelazo. Que tocara a Malkovich era intrascendente para mis camaradas, así que pasé.
Brad Pitt a su llegada a San Sebastián.
Después de aquel lamentable fracaso surgió una nueva oportunidad, quizá por aquello que decía Julie Andrews en 'Sonrisas y lágrimas' de que "cuando el señor cierra una puerta, abre una ventana". Mi ventana era 'Malditos bastardos'. Esta vez, Pitt se pasaba por La Concha fijo. Mi misión fue renovada con doble responsabilidad. Había que verle de cerca. Era el chico de moda y soitu tenía que estar allí.
Ane, Ana e Ilargi, triunfadoras en su misión cazafamosos.
Pero no vayáis a pensar que esta crónica pasada por agua cuenta la historia de Brad Pitt, sino la de tres chicas donostiarras para nada célebres que atienden a los nombres de Ane, Ana e Ilargi. Tienen 22 años y se declaran no fans al margen de Brad. "Bueno, Beckham también me gusta", confiesa Ana cuando no la oyen las demás. Su relato comienza tras un duro casting. Y no son protagonistas por atesorar ningún talento especial. Su único mérito para conseguir estos 15 minutos de gloria cibernéticos consiste en haber conseguido sendos autógrafos de Pitt. Él, que ha llegado con más de media hora de retraso sobre el horario previsto, ha salido al mediodía de su Mercedes de empresa ataviado con chupa de cuero negra, gafas de sol y chapela a la moda zonal también negra, sólo que un poco más cool, un poco más de diseño. Brad ha visto el percal, las cerca de 500 alborotadas fans, y no ha podido más que vencer su timidez natural, así que ha repartido autógrafos durante casi cinco minutos.
"Ha sido muy simpático. No tenía por qué acercarse y lo ha hecho" (no todos lo hacen, el jueves Tarantino fue bastante esquivo en el mismo contexto), dice Ilargi. "A mí es el que más ilusión me hace de todos los que podrían venir", suelta Ana, que repite intervención. "Lo malo es que no se ha quitado las gafas de sol en todo el rato y queríamos verle los ojos", critica Ane, que se cree que todo el monte es orégano. El promedio de edad de las, por lo general, satisfechas hooligans ronda eso, la veintena. Poco público postadolescente, quizá por las horas casi escolares a las que ha tenido lugar el desembarco. Pero no son las únicas...
Nati, a la izquierda. Otra afortunada, a la derecha.
Otros de los satisfechos fetichistas son Joseba y Nati, dos amigos en la cuarentena habituales a este tipo de actos fanáticos. Joseba asegura llevar apostándose en la puerta del Hotel María Cristina desde hace "ni se sabe". Nati echa las cuentas de la vieja y calcula que lleva diez años. Joseba: "Mira, en esta revista salimos los dos junto a Meryl Streep, que se paró a firmarnos el año pasado (me la enseña. Es verdad), pero a mí la que más me ha gustado de siempre es Susan Sarandon, mi actriz favorita". "Yo me quedo con los de la vieja guardia: Robert de Niro y Alberto Sordi", confiesa Nati, que ha conseguido no uno, sino tres autografos de Pitt. No pretenden venderlos en eBay para pagar la hipoteca o la universidad de sus hijos y nietos, los quieren para ellos. Benditos ellos. La marabunta de malditas bastardas (con cursiva, que son un amor) me ha cerrado el paso y no he podido tocar a Brad como prometí, pero he tocado el brazo de quienes le han tocado. Espero que con eso valga.
Además de gestarse desde hace más de un año y estar pasada por agua, ésta es una crónica que tiene dos partes, porque no nos vamos a quedar sólo en el colorín: también ha habido rueda de prensa. Ha sido conjunta. Actor y director. Pitt y Tarantino. Y los dos han estado de lo más sosos. Cansados del viaje, serios o hartos de decir las mismas cosas desde que estrenaran en Cannes en mayo, parecían estar a medio gas, monosilábicos perdidos, contestando de manera más breve de lo que solían durar las preguntas por norma general. Nada de risas aparte de una broma con un vibrador que ha hecho un compañero belga y del teatrillo de otra periodista que se ha disfrazado de Uma Thurman en 'Kill Bill' para desatar complicidad. "Me gusta mucho", ha acertado a decirle Quentin. "¿Eso es todo?", ha replicado ella. Silencio por respuesta. Soso Tarantino.
Como a veces se hace duro escribir (y leer) sobre ruedas de prensa coñazo, suelto varias frases significativas de la más multitudinaria convocatoria desde que pisara estas tierras De Niro (Premio Donostia 2000), según juran y perjuran los más viejos del lugar:
Tarantino y Pitt en la rueda.
Lo de Quentin:
- "El papel de Aldo Raine (que interpreta Pitt) no es autobiográfico. Lo dos somos de Knoxkville (Tennessee) y tenemos sangre india, pero él es mucho más cool que yo".
- "Creo que soy el mismo chaval que soñaba con hacer cine en los 80 pero con más sueños cumplidos".
- "Espero que ésta no sea mi obra maestra (como dice uno de sus personajes dentro de la película y él ha declarado en varias entrevistas). Espero tener muchas más de aquí a diez años".
- "Siempre que voy a presentar 'Malditos bastardos' a un país me quedo dentro de la sala para ver las reacciones. Y puedo decir que en algunos sitios se ríen más con unas cosas que en otros o se sienten más o menos susceptibles con las escenas de violencia, pero, en general, la gente ha recibido bien la película en todo el mundo".
Lo de Brad:
- "Había oído hablar de este proyecto desde hacía 10 años. Tenía dos proyectos entre manos, pero en cuanto recibí el guión de Quentin (tres semanas antes de empezar a rodar) quise darle prioridad frente a cualquier otro".
- "Quiero rodar a partir de ahora como con Quentin. Nunca antes de los Coen y él había pensado que el guión era perfecto como estaba".
- "He tenido la suerte de trabajar con gente a la que respeto y de hacer trabajos muy interesantes. Ahora busco la variedad y papeles que me gustan (Parece, no se retira)".
- "El asedio de los medios me confundía al principio y me resultaba complicado de entender, pero ahora lo llevo mejor. Sé que la gente que se nos acerca (a Angelina y a él) no viene con malas intenciones y me lo tomo bien".
- "Estar en un plató con Tarantino es como ir a misa, y él es Dios".
- "Los 14 proyectos que se supone tengo en agenda en IMDb no son todos ciertos. De momento llevo avanzados sólo 'The Lost City of Z', 'World War Z' y 'Moneyball'".
Y tximpún. Los periodistas hemos tenido tino y nadie ha osado a preguntar a Pitt explícitamente por Angelina. De lo contrario, esta rueda de prensa coñazo podría haberse convertido en una rueda de prensa coñazo y realmente corta.
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