18 sept 2009

Let's Get Lost (Bruce Weber, 1987)


Veintidós años hemos tardado en ver en España esta 'Let's Get Lost', un documental nominado al Óscar en su día, que empezó como una sesión fotográfica a cargo del eminente Bruce Weber y acabó convertida en una carta de amor a 24 fotogramas por segundo. Hace algo bueno Weber —por no decir bello— y es dejar que todos respiren en su presencia. Filma sin que se note. Deja a la gente, y al propio Baker, hablar de Baker del mismo modo que si le tiraran besos (y alguna tierna colleja) a la tumba con que se encontró poco antes del estreno.

El desdentado jazzista habla de música y mujeres, de droga y de maldición, desde un sofá mullido y en blanco y negro antes de arrojarse por la ventana de un piso de Ámsterdam porque no encontraba —como otros que le antecedieron y más que le sucedieron— la comodidad en este mundo. El montaje, seguiría silencioso tras la noticia, he llegado a explicar Weber.

Resulta inevitable no rendirse a la fuerza de las arrugas que serpentean un rostro que iba para ser el de un sex symbol y se quebró a fuerza de vivir demasiadas noches trasroscadas. La música del gran trompetista, dueña de una melancolía y gravedad premonitorias, entra en perfecta sinergia con el estilo narrativo del dinámico fotógrafo para acabar por alumbrar quizá no el más expeditivo retrato que de un artista se haya realizado, pero puede que sí el más hermoso.

Valoración: 8/10

  • Para ver el tráiler, pincha aquí

No hay comentarios: