Asistir a una película rodada con tecnología 3D cuesta aproximadamente el 30% más que si vamos a una convencional. Pero te quedas las 'gaficas'. El teatro suele vender sus entradas a partir de un 100% más de lo que pagamos por ver 'Ágora'. Dicho tipo ocio se cotiza más al alza por el hecho de que cohabitas en la misma habitación con los actores de tus amores. Acudes a un momento único sin enlatar.
Lisbeth Salander en modo 'cometer fechorías'.
Hace casi 13 años, el madrileño cine Capitol fue el único de todo Madrid que proyectó 'Evita' en condiciones de exclusividad. El poder asistir al mix de gorgoritos protagonizados por Antonio Banderas y Madonna tuvo un polémico sobrecoste de 300 pesetas. Pero daba la sensación de que andabas entre cine y teatro, casi molaba ser de los pocos privilegiados que se habían hecho con una entrada.
Esta semana ocurre un fenómeno inverso. A partir del próximo viernes, una entrada para 'La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina' costará idénticos 5,8 euros de media que los que costó la de 'Los hombres que no amaban a las mujeres'. No va a haber rebaja pese a que los medios han sido inferiores.
No es lo mismo:
- Del cine a la tele y de la tele al cine. La traslación de 'Millennium' en un principio se iba a efectuar en forma de seis capítulos televisivos de 90 minutos cada uno, dos por libro. En ellos se intentaría plasmar con gran fidelidad la mayor cantidad posible de contenido con respecto a la obra literaria. Sólo se pensaba proyectar en cines la primera entrega, 'Los hombres que no amaban a las mujeres', a modo de reclamo 'aperitivesco' de lo que estaba por venir, pero 1,8 millones de espectadores en Suecia y enormes recaudaciones por toda Europa hicieron que los productores se plantearan exprimir a la gallina de los huevos de oro.
- Sólo repiten los actores. Tanto 'La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina' como 'La reina en el palacio de las corrientes de aire' se rodaron de manera consecutiva a la primera entrega, pero esta vez con diferente director (Daniel Alfredson —el hermano 'malo' de Tomas Alfredson, autor de la celebrada 'Déjame entrar'— en vez de Niels Arden Oplev). El equipo actoral repitió en pleno como en tantos casos que nos vienen a la memoria reciente ('El señor de los anillos', las secuelas de 'Matrix', las de 'Piratas del Caribe'...). La diferencia procede del equipo técnico, eminentemente televisivo y con herramientas y presupuestos propios del medio en esta nueva ocasión. Los costes de producción para cine de la primera parte fueron mucho más elevados.
- Solidez frente a confusión. Al no ser concebida como una película desde el momento inicial, 'La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina' parte de un bruto de cerca de tres horas para acabar acomodándose a los 129 minutos que al final vemos en la gran pantalla. La primera parte se había tomado su tiempo para explicar la minuciosa (y crucial) trama de las fotografías y se disparó hasta los 152 minutos. Por ello, algún ejecutivo sueco debió de pensar que si rentable había sido la nodriza con semejante metraje, un recorte podía animar a mayor cantidad de audiencia. El resultado de tal planificación ha traído como consecuencia el que no quede nada claro el autor de los asesinatos que tienen lugar en la trama de esta segunda entrega. Los cortes han atendido más a un deseo de precisión formal que de claridad narrativa.
Tráiler de 'La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina'.
Reestreno de la primera parte
El viernes pasado Vértigo desplegó una alfombra roja de excepción con el reestreno de la primera parte. Este hecho provocó que las 50 copias supervivientes (de entre las 270 iniciales que se lanzaron en mayo) se duplicaran para dar la bienvenida a la hermana pequeña. Así, ambas cintas convivirán en la cartelera de manera que los espectadores con mayores tragaderas puedan darse todo un atracón Larsson. Por el momento, la primera cinta lleva recaudados 9,2 millones de euros gracias al millón y medio de espectadores que se han acercado a verla. 'Los hombres que no amaban a las mujeres' se encontró con el insalvable escollo de 'Ángeles y Demonios' en su asalto al número uno de la taquilla. ¿Sucederá lo mismo esta vez con 'Ágora'? ¿Será la franquicia escandinava el Poulidor de 2009?
Tarantino al acecho
Quentin Tarantino acaba de anunciar que quiere estrenar 'Kill Bill 3' en 2014 y los rumores de una secuela de 'Malditos bastardos' tampoco se están haciendo esperar. Su lista de proyectos en iMDB no informa de novedades, pero la familia del escritor informó el pasado verano de que el director de Tennessee se pirra por filmar un remake de las aventuras de Salander y Blomqvist. No sabemos si pasa por su cabeza irse a la fría Estocolmo a seguir las huellas de Oplev y de Alfredson o se decantará (si todo se concreta) por una versión californiana y bronceadita de las intrigas de Larsson. Lo que está muy claro es que como le dé por hacer otro de sus puzzles narrativos y algún productor lumbreras intente remontarla como en el caso que nos ocupa, la diarrea mental será un hecho seguro.
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