Si los 90 parecía la década en la que De Niro se abarató por empezar a hacer parodia de sí mismo, la década de los 10 ha sido con mucho la que le ha enmarcado en la categoría de actor mercenario, alejado de cualquier riesgo artístico de sus inicios (De Palma, Scorsese) y vendido a la comedia más mainstream.
Los románticos de la industria hacen de putas con regularidad. John Cusack es un ejemplo de ello: el actor que cobra grandes cheques por blockbusters para sobrevivir un tiempo durante el rodaje de sus proyectos necesarios. Bobby ya no juega a eso, por lo que, apartando tan sólo la soporífera aunque supuestamente muy maestra 'El buen pastor', estos diez años que a punto están de acabar serán representados en su epitafio por 'Los padres de ella' como título más icónico de su moribunda filmografía.
'Algo pasa en Hollywood' —grotesco, gastado (tras 'Mary' o 'Las Vegas') y carente de significado— título adoptado aquí para 'What just happened?' pretende ser una actualización en tono de parodia de los entresijos de la industria hollywoodiense, empresa acometida con más fortuna por Altman en 1991, precisamente por no hacer tan patentes sus tics, por contenerse y no optar por el desmadre tan de partida. Sutileza que nunca le ha sobrado a Barry Levinson, un director absolutamente sobrevalorado desde su encumbramiento hace dos décadas con 'Rain Man', película que hoy en día no soporta la revisión.
Esta opereta, centrada en la vida de un supuesto gran productor, al que da vida De Niro y sazonada con un par de estrellas (Bruce Willis y Sean Penn como theirselves; Stanley Tucci, como el guionista; John Turturro, como el manager; o Robin Wright, ¡Oh, Robin!, como la ex mujer despechada) será tan poco recordada dentro de tres meses como lo fueron en su día 'Asesinato justo', 'El enviado', 'El puente de San Luis rey', 'Condenado' o 'Showtime', o, lo que es lo mismo, casi todo lo que ha hecho De Niro desde que se mimetizó con la industria en la que ahora se caga.
Los románticos de la industria hacen de putas con regularidad. John Cusack es un ejemplo de ello: el actor que cobra grandes cheques por blockbusters para sobrevivir un tiempo durante el rodaje de sus proyectos necesarios. Bobby ya no juega a eso, por lo que, apartando tan sólo la soporífera aunque supuestamente muy maestra 'El buen pastor', estos diez años que a punto están de acabar serán representados en su epitafio por 'Los padres de ella' como título más icónico de su moribunda filmografía.
'Algo pasa en Hollywood' —grotesco, gastado (tras 'Mary' o 'Las Vegas') y carente de significado— título adoptado aquí para 'What just happened?' pretende ser una actualización en tono de parodia de los entresijos de la industria hollywoodiense, empresa acometida con más fortuna por Altman en 1991, precisamente por no hacer tan patentes sus tics, por contenerse y no optar por el desmadre tan de partida. Sutileza que nunca le ha sobrado a Barry Levinson, un director absolutamente sobrevalorado desde su encumbramiento hace dos décadas con 'Rain Man', película que hoy en día no soporta la revisión.
Esta opereta, centrada en la vida de un supuesto gran productor, al que da vida De Niro y sazonada con un par de estrellas (Bruce Willis y Sean Penn como theirselves; Stanley Tucci, como el guionista; John Turturro, como el manager; o Robin Wright, ¡Oh, Robin!, como la ex mujer despechada) será tan poco recordada dentro de tres meses como lo fueron en su día 'Asesinato justo', 'El enviado', 'El puente de San Luis rey', 'Condenado' o 'Showtime', o, lo que es lo mismo, casi todo lo que ha hecho De Niro desde que se mimetizó con la industria en la que ahora se caga.
Tráiler de 'Algo pasa en Hollywood'.
Valoración: 6/10
Estreno: 11 de diciembre de 2009
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