10 feb 2010

Miguel Albaladejo: "Lo mío es el glamour del arrabal"

Miguel Albaladejo.

El apellido Albaladejo es complicado, por lo que después de presentarles a don Miguel en esta entradilla, se hará referencia a él sencillamente como "el director", "el realizador" o cualquier otro sobrenombre que surja sobre la marcha, no sea que un descuido le haga verse mal escrito en negro sobre blanco. El "autor", pues, presentó ayer ante los medios madrileños Nacidas para sufrir, que llegará el próximo viernes a las pantallas españolas y el día 16 se proyectará en la Berlinale (en la sección paralela Panorama) que mañana arranca.

"Siguiendo la tradición de humor negro de los Ferreri, Forqué o Berlanga" —de éste último fue ayudante de dirección en 'Todos a la cárcel' (1993)—, el entrevistado se desmarca con una nueva comedia costumbrista, género en el que se lleva curtiendo desde que en 1998 debutara con 'La primera noche de mi vida'.

Pero volvamos a 'Nacidas para sufrir', y a Petra Martínez y a Adriana Ozores, sus motores, dos señoras de pueblo cerrado que viven una simbiosis mediante la cual la primera (una anciana sola que reniega de las residencias como un gato del acuático aseo diario) arrastra a la segunda (su abnegada asistenta de toda la vida) a una vida de sumisión.

Este conato de explotación, exagerado por el realizador para crear su atmósfera de comedia incómoda, no es sino la consecuencia ortopédica de una “relación platónica” dentro de un ambiente demasiado antiguo como para poder explicitarse sin que el cielo se derrumbe sobre sus cabezas.

Ha querido contar, según explica, "una historia de amor entre dos mujeres con final feliz", propinando mientras tanto diversas cariñosas collejas a la iglesia, como en esa escena en la que un alto cargo del clero abronca a las dos protagonistas por querer contraer matrimonio (por conveniencia), que se resuelve con desplante airado a su ilustrísima. El vodevil de pueblo se presta a la carcajada y con ello ha querido jugar el director. "Mi película quizá habla de lo mismo, pero su tono no es el de 'Solas' ni el de 'Furtivos'", asegura.

Sin embargo, no esperen, ni siquiera dejándose guiar a ciegas por el título o por la presencia en papeles secundarios de Malena Alterio o Mariola Fuentes (una fija de sus repartos), "una comedia petarda de Chueca", advierte.

Otra más, y ya van ocho cintas, en la que los planos huelen a aceite de salchichas reciclado y saben a yogur marca blanca. El interpelado, uno de nuestros directores más tiernamente cotidianos, reconoce que de nuevo se las ha apañado para alejarse del glamour, aunque no de manera consciente. "Si damos por sentado que el tema que siempre trato es la soledad, podría fijarme alguna vez en jóvenes guapos y estupendos que se sientan así. Aunque bien, pensado, sí que he retratado glamour: glamour del arrabal".

Apadrinado por el omnipresente productor Gerardo Herrero, dice haber sentido "libertad total a la hora de filmar la película que había imaginado". "Lo que quería contar me ha salido y he sabido esquivar el final ñoño al que tanto temía, por lo que, tanto si la película gusta como si no, la culpa será enteramente mía", ríe al despedirse.

1 comentario:

Manuel Márquez dijo...

No he visto aún la peli, pero Albaladejo me parece, en principio, uno de los directores más interesantes de nuestro cine, y, como tal, merece la pena seguir sus propuestas -entre las que se encuentran algunas de las piezas más interesantes del cine español de los últimos veinte años, aunque se les haya dado bastante menos bombo que a otros productos más publicitados-. Así que ya veremos y contaremos...

Saludos cordiales y buena semana.