'La hora chanante’ (2002) pasó a llamarse ‘Muchachada Nui’ en 2007 para evolucionar, a partir del próximo otoño, a ‘Museo Coconut’, una 'sitcom' a la americana para Neox: continuidad de tramas, el desarrollo de los personajes, adiós a los 'sketches'. Triple salto mortal de una agrupación cómica acostumbrada al alboroto y a salirse de todo corsé. Quizá sea para bien, quizá sea para normal.
"Nos hemos obligado a escribir de otra forma, porque en una 'sitcom' tienes que renunciar al absurdo y al surrealismo", declaró ayer Joaquín Reyes a EL MUNDO.es. Habrá que creer en él y confiar en que su pandilla siga abanderando el estandarte de la vanguardia humorística de nuestro país.
¿Vanguardia humorística de nuestro país? "Comedia española" suena a demasiadas: a destape, humor verde y sal gorda. La parte zafia de nuestro ADN. Cosas de la represión franquista. Nada muy 'inteligente'.
"No sé muy bien lo que es el humor inteligente aunque nos lo han llamado a veces", cuenta Julián López, otro de los integrantes de la tropa. "A veces unimos un tartazo en la cara o un pedo con cosas más elaboradas que contienen guiños cinéfilos o culturales. No sé si la mezcla genera esa definición, pero es lo que nos sale".
Los referentes de Reyes y compañía pasan por los Monty Python, Woody Allen, 'Little Britain' y, desde luego, André Breton. pero la tradición española de vanguardia es rica y también vertebra de algún modo el carácter de los ‘chanantes’. Intentemos llegar a ellos en cinco pasos apócrifos e interdisciplinares:
Ramón Gómez de la Serna y los hijos putativos del 27
Encuadrado la mayoría de ocasiones en la Generación del 14, Gómez de la Serna, inventor de las ‘greguerías’, fue especialmente reconocido por su teatro extravagante e incomprendido en el Madrid de la época, hecho que no frenó su filiación con la 'crème de la crème' europea. Llegó a pertenecer como invitado extranjero a la Academia Francesa del Humor junto a Charles Chaplin. Discípulos de Ramón fueron los llamados 'humoristas de la Generación del 27', según denominación del escritor José López Rubio. En ese saco también cabían Miguel Mihura, Edgar Neville o Jardiel Poncela.
El teatro absurdo de Jardiel Poncela
Reconocido por Raúl Cimas como "una de las mayores influencias de 'Muchachada Nui'", Enrique Jardiel Poncela es, quizá, uno de los más radicales exponentes de la comedia del absurdo. Recuerden si no al Edgardo de 'Eloísa está debajo de un almendro', encamado durante más de dos décadas por un mal de amores y dispuesto a viajar a través de España sin apearse del mueble.
Edgar Neville y el cine
También se circunscribieron al 27 Salvador Dalí, bastante más sofisticado en la pintura que Enjuto Mojamuto, pero también dotado de un magnífico sentido del humor. Lorca y Buñuel pululaban en torno a él y entre los tres se sacaron de la manga 'Un perro andaluz', cumbre del surrealismo, aunque no del todo jocoso... A no ser que llegue Antonio Orejudo y cuente en clave 'trash' esa historia ('Fabulosas Narraciones por historias', editorial Tusquets). Más accesible resultaba el cine de Edgar Neville, amigo de todos ellos. Su tendencia al disparate y la agilidad de los diálogos cultivada junto a Mihura y Mingote en el semanario La Codorniz, los vertió en títulos como 'La vida en un hilo' o 'El baile'.
Azcona-Ferreri-Berlanga-Cuerda-Trueba
Si obviamos al citado Buñuel, el cine español más reputado de todos los tiempos lleva la firma de Berlanga y Azcona. Desde 'Plácido' hasta la otoñal 'La vaquilla', pasando por la canónica 'El verdugo', su asociación fue perfecta. 'Bienvenido Mr. Marshall' fue escrita por el propio Berlanga ayudado de Miguel Mihura y Juan Antonio Bardem, pero Azcona también navegó por su cuenta guionizando 'El pisito', 'El cochecito' o 'La gran comilona', del italiano adoptado Marco Ferreri, y mucha de la mejor producción de Fernando Trueba o José Luis Cuerda, otro albaceteño que, a los mandos de 'Amanece que no es poco', 'El bosque animado', 'Así en el cielo como en la tierra' o 'Total' es también un continuo referente del grupo, según explica Cimas.
Los 'stand up comedians'
Quien más y quien menos conoce de los orígenes como monologuistas de los ‘chanantes’, faceta que, sin ser su favorita, dice López, siguen cultivando en la actualidad. El conquense suele compartir escenario con Raúl Cimas y Joaquín Reyes hace lo propio con Ernesto Sevilla, lo que los emparenta con Faemino y Cansado (que siguen dando guerra después de 30 años). Pero antes estuvo Martes y 13, los Martes y 13 del principio, cuya empanadilla del 85 estaba a la altura de lo mejor de Tip y Coll. Más tarde vendría el costumbrismo y los chistes de sarasas, pero eso ya es otra historia.
--
Ver el artículo original publicado en El Mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario