20 sept 2010

Un San Sebastián pasado por sol


No había optimismo con respecto al primer fin de semana en San Sebastián. El cartel low profile sumando a una insultante presencia de sol impedía augurar nada bueno. Los actores que vienen a Donosti son tentados en gran medida por la preciosidad de un tiempo de lo más desapacible. Es glamour al modo 'Blade Runner', para que se hagan una idea. Nada hay más magnífico que contemplar la playa de la Concha con agua salpicando todos los planos posibles. Las olas rompiendo en el puerto y el chirimiri del que no te cubre el paraguas porque aquí llueve de lado. Todo anunciaba derrota, pero un sorprendente nivel fílmico (si conseguías meterte en la sesión adecuada) no amparado en grandes nombres ocasionó el milagro.

El protagonista de 'Chicogrande'.

Este año la alfombra negra ha esquivado por el momento a las estrellas planetarias de antaño merced a un cartel ajustado a las medidas de la crisis, pero, si la sección a concurso no hizo demasiados fans ('Chicogrande', del mexicano Felipe Cazals dio por inaugurado el festival presentando la oda épica de un lugarteniente de Pancho Villa inflada de grandilocuencia sonora, pero exenta de emoción real -de verdad, cuánto daño han hecho al cine los efectistas scores de Iñárritu-; Santiago Segura aburrió a la mayoría en la piel de 'El gran Vázquez'; y la coreana 'I Saw The Devil' se podría catalogar como gore industrial más propio de Sitges), la sección paralela Zabaltegui, vocacionalmente diseñada para mostrar perlas de otros festivales así como el talento de jóvenes promesas de la dirección, hizo que los no futboleros (el Real Sociedad-Real Madrid de Anoeta inundó de hinchas donostiarras las calles del casco antiguo en su peregrinación a Anoeta) tuvieran una oferta a la altura de las circunstancias.

Ryan Reynolds atiende al español rodrigo Cortés.

No vino Ryan Reynolds a presentar 'Buried (Enterrado)' pero sí su verborreico director, Eduardo Cortés, quien, con su visionaria fe en poder rodar un frenético thriller con una caja de pino como único escenario, convenció a la masa enfervorecida de que el ingenio puede primar en ocasiones por encima de la pirotecnia. Hollywood le espera ahora con los brazos abiertos para cualquier cosa que se le ocurra.

Elena Trapé, directora de 'Blog'.

Elena Trapé, directora novel de 'Blog' también sorprendió a propios y extraños con una historia en la que seis quinceañeras hacen un extraño pacto de instituto en el que ponen a toda la APA patas arriba. Las muy jóvenes lolitas del cast abundaron por terrazas y discotecas como si de una manada de suecas en tiempos de Alfredo Landa se tratara. Pero no sólo son guapas; sus convincentes actuaciones enfrente de la webcam que da sentido a la trama dejan patente que tenemos buena cosecha para rato y que los que esperaran una traslación fílmica de 'Física o química' se pueden envainar el pesimismo. 'Blog' destila verdad, inteligencia emocional, humor y buen tino a la hora de retratar a la generación Skype. Seguid a Trapé, no lo lamentarán.

Josh Radnor.

De cualquier manera, si alguien fascinó en los corrillos de periodistas y público convirtiéndose en estrella contra pronóstico, éste fue Josh Radnor. Su nombre no nada a la mayoría de ustedes, pero si les cuento que su alter ego es Ted Mosby, protagonista de ‘Cómo conocí a vuestra madre’, y que ha parido la mejor obra sobre la transición a la treintena desde ‘Algo en común’, quizá se les vayan afilando un poco más los colmillos. Presentó la cinta el sábado en el teatro Victoria Eugenia apenas desembarcado del avión y demostró que si en la serie va de sosainas es para hacer de contrapunto de Barney y que este luzca aún más. Ataviado con americana y zapatillas agradeció la cálida acogida diciendo: “Hace dos años Woody Allen se tropezó en esas mismas escaleras y yo he intentado imitarle lo mejor que he podido. Espero que apreciéis el esfuerzo”. La gente, claro, rompió a aplaudir.


‘Happythankyoumoreplease’, Premio del Público 2010 en Sundance, que pide más felicidad en el mundo a través de la gratitud, es de largo lo más rescatable de lo que hemos visto hasta ahora. Ted ha traído un enorme chute de buen rollo a este Donosti de circunstancias. Lástima que la ciudad no le haya devuelto el favor con su preciosa lluvia. Pero aguarden, que queda mucho festival y no perdemos la esperanza.

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Lee el artículo original en GQ.com.

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