29 oct 2006

Forman presenta a Goya sin Portman ni Bardem



Stellan Skarsgard, que interpreta al pintor aragonés en 'Los Fantasmas de Goya'. acompañó al director Milos Forman (Alguien voló sobre el nido del cuco) en su visita a Madrid para promocionar la cinta. Estuvieron ausentes de la presentación Javier Bardem y de Natalie Portman, también protagonistas de esta revisitación a la España del siglo XVIII.

El checo nacionalizado estadounidense Milos Forman, acompañado de Stellan Skarsgard, Randy Quaid y los españoles José Luis Gómez y Blanca Portillo defendió en rueda de prensa un nuevo acercamiento a nuestro internacional Francisco de Goya y Lucientes.

Al acto celebrado el día 6 de noviembre en un céntrico hotel madrileño también acudieron el coguionista Jean-Claude Carrière y el productor Saul Zaentz, quien junto a Forman suma veintitrés Oscars de la Academia Americana.

A tenor de la tibia acogida de la crítica especializada internacional, no es probable que ninguno de los dos ensanche sus arcas en la próxima gala que se celebre en el Shrine Auditorium.

Quizá los pobres resultados del corte final son los que han hecho que las dos grandes estrellas de la producción, Javier Bardem y Natalie Portman, no se hayan animado a promocionar la película.

Los argumentos esgrimidos por el realizador para justificar sendas incomparecencias fueron complacientes con el español, de quien dijo que “le hubiera encantado acudir a la cita”, pero que “un rodaje en la selva sudamericana se lo impidió”; no tanto con la estrella estadounidense, de la que dijo no saber nada aparte de que su publicista le había prohibido viajar a España.

Cauto y dubitativo como un principiante se mostró el septuagenario director de títulos como Amadeus, quien afirmó que “lo último que pretendía” al acercarse a la cultura española es que se le considerase “como un invasor” y que “se tiraría al río” si se enterase de que la película “no satisface las expectativas”.

Porque Forman se sintió a gusto rodando en España, -la producción es enteramente española- “arropado por grandes personas delante y detrás de las cámaras” y recibiendo el “cariño y apoyo de las gentes de Madrid, Segovia y Boadilla del Monte, entre otros”.


Goya en el cine


Con respecto al acercamiento a la figura del pintor, afirmó que “es más fácil apreciar el talento y la dimensión de gente de su categoría desde una óptica extranjera”, porque muchas veces no se es capaz de “apreciar lo que hacen los paisanos”.

Al contrario que en Goya en Burdeos (Carlos Saura, 1999), el artista es sólo el espectador de lujo de una trama ficticia desarrollada en siglo XVIII, época en la que el Santo Oficio alcanzó su periodo de máxima efervescencia y en la que los españoles sufrimos el desembarco, primero de los franceses ilustrados y después de los ingleses reseteadores.

Los fantasmas de Goya es una ficción con apoyos históricos al modo de Alatriste, donde el pintor puede ser a esta película lo que Quevedo o el Conde Duque de Olivares a la obra de Agustín Díaz Yanes.

Analizando los paralelismos argumentales que encierran esta ficción y la controvertida situación bélica que se vive hoy día en Oriente Medio, Forman dijo sentirse “turbado”, ya que la ocupación española a manos de Napoleón se ilustró con la misma frase (“Haremos de ese lugar un sitio mejor”) que las que pronunció Dick Cheney en relación a Irak seis meses después de que se cerrara el guión.

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