Que odie a Los Simpsons no me exime de saber quién es Homer Simpson. Homer Simpson (al que graciosamente dicen Homero en Latinoamérica) es la caricatura del 'americano medio' (dejémoslo en la del 'americano perdedor'). Pues bien, tengo la teoría de que si le equipas con poderes especiales -con superfuerza y capacidad de vuelo es suficiente-, tenemos a Hancock, el superantihéroe por antonomasia. Le da vida el muy taquillero Will Smith, al que la Cienciología no le ha resultado tan perjudicial como a Travolta y a Cruise. Que sería un bombazo en USA, lo sospechábamos todos. Pero adivinar que Peter Berg (quien ofrece una de cal y una de arena), alumbraría una de las más entretenidas parodias de los últimos años, era harina de otro costal. Sin seguir la estela de las chorradas que siguieron la estela de Abrahams y Zucker, el director de Very bad things esculpe un bonito homenaje al 'te quiero más que a mí' y a la reinvención de uno mismo partiendo de un desecho ceniciéntico que surca los aires sin toparse (¡oh, sorpresa!) con ninguna bandera estadounidense.
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