Belén Macías debuta en la dirección con un drama carcelario en el que utiliza un doble eje protagónico que en ocasiones se fusiona. Verónica Echegui ('Yo soy la Juani') y Candela Peña se disputan la gloria en un duelo que en realidad no es tal, porque están en el mismo bando. Con nueve personajes principales femeninos, Macías teje una tela de araña en la que intenta abarcar todo el conglomerado de situaciones posibles que pueden darse en una prisión, por lo que aprieta poco y define menos. Se nota la tijera en la sala de montaje y eso resta vigor al desarrollo, que podría haberse encauzado mejor si se hubiera ceñido a las reticencias de una mujer atrapada por la droga a la hora de reinsertarse en la sociedad por medio del teatro, aunque convertirse en la nueva Susan Hayward sea una recompensa prometedora.
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