'The Rocky Horror Picture Show', la ópera fílmica de referencia de todos los tiempos, no ha dejado de programarse en un lugar u otro del mundo desde su estreno hace ya casi 34 años. Incluso España cuenta con varias representaciones mensuales de aquella obra de Jim Sharman que en clave gótica transilvana trataba de normalizar la sexualidad ambigua. Tremendo puñetazo en la mesa fue entonces, imagínense, pues tres décadas después aún se sigue luchando por los mismos derechos. La gran belleza de sus composiciones musicales unida a lo transgresor de sus letras le imprimió un sello de perennidad casi eterno. 'Repo' es algo parecido. Sólo el tiempo escribe con letras mayúsculas el título de las obras perdurables, pero esta irreverente ópera genética de Walt Disney no deja títere con cabeza, lo que en tiempos de 'Padre de familia' (de listón está alto) es todo un logro.
En un futuro no demasiado lejano existe una empresa encargada de financiar operaciones quirúrgicas destinadas a la supervivencia o a la simple frivolidad física. Todos los seres humanos como conejillos de indias, Mr. Potatos vocacionales. Sólo hay un inconveniente. Si no cumples con los plazos pactados, Repo Man te encontrará y te los arrebatará sin anestesia. Destartalada es la premisa, que no es ni más ni menos que la elongación de un corto filmado por el mismo director, Darryl Lynn Bousman, curtido en la saga 'Saw', quien en ningún momento nos da la impresión de haber multiplicado en vano los números musicales ni la premisa argumental. Pese al desconcierto inicial que emana de esta 'rara avis' cinematográfica, todo va encajando con el paso del metraje hasta conseguir ensamblarse como una valiosa pieza de estudio futuro al son de los digitales y romos caderazos de Alexa Vega.
Valoración: 7,5/10
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