Había llegado el momento, explicó Mandela a su invitado, de abandonar la vieja percepción del equipo de rugby de los Springboks como los enemigos y considerarlos compatriotas y amigos. Su mensaje fue: "Vamos a usar el deporte para la construcción nacional y para promover todas las ideas que conducirán a la paz y la estabilidad en nuestro país".
Mandela entrega al capitán de los Springboks la copa del mundo del 95.
Así reza el último párrafo de la página 208 de 'El factor humano', la obra de John Carlin que ha servido a Morgan Freeman para realizar su sueño de llevar al celuloide la vida de su héroe Nelson Mandela. En diciembre (si se cumplen los plazos) habrá llegado a las pantallas de todo el mundo la entrecomillada conversación entre Mandela y François Pienaar, capitán del equipo nacional de rugby de Sudáfrica del 95. Unas líneas que interpretarán el negro actor, que también produce, y Matt Damon, que en su papel de afrikáner representará décadas de 'apartheid', el ejemplo andante de todo lo que los negros rechazaban hasta que un campeonato del mundo de rugby unió a un país al borde de la guerra civil y limó asperezas y odios.
El factor Freeman
Freeman tuvo comprados los derechos de la autobiografía de Mandela durante largos años. Incluso había director adjudicado —el indio Sekhar Kapur ('Elizabeth')—, pero el proyecto no terminaba de arrancar. Ningún cabo suelto para abordar con la suficiente vitalidad los aspectos más interesantes de uno de los políticos más fascinantes del siglo XX. No fue hasta que Freeman se topó con John Carlin, otro apasionado del ex presidente premio Nobel de la Paz, que encontró el gancho emocional con el que abordar una vida de leyenda. "Las dificultades para dar con un enfoque que funcionara", según explicó Carlin a soitu.es, "fueron las culpables de que aquel primer intento acabara descartado".
Antes de que Clint Eastwood se involucrara en el tinglado y se colara algo de luz en un proyecto que parecía condenado a no llevarse nunca a cabo, se dio una circunstancia imprescindible en agosto de 2006, una "enorme y maravillosa casualidad", en palabras de Carlin. Mientras escribía un reportaje sobre la pobreza del delta del Mississippi, "la región más tercermundista de Estados Unidos", el periodista inglés coincidió con Morgan Freeman en el Madidi, restaurante de su propiedad. Comieron y divagaron. No fue hasta que el escritor soltó las palabras mágicas "tengo un libro para usted" (no estaba acabado pero llevaba realizando entrevistas con el entorno de Mandela desde 2000), que al actor le hicieron los ojos chiribitas. Esa charla fue informal y no supuso ni siquiera un trato verbal.
"Matt Damon interpretará un papel secundario que no le dará la oportunidad de ganar el Óscar; el que sí que optará es Freeman"
...Pero Freeman mordió hasta el hueso. Picado por la curiosidad, interceptó la sinopsis de la historia que el agente norteamericano de Carlin llevaba moviendo por los estudios hollywoodienses desde hacía un tiempo. Ya no sería para nadie más. Sabedor del potencial dramático del deporte como metáfora de vida, compró los derechos antes de que se publicara siquiera.
El factor Carlin
Carlin, de 52 años, enviado especial a Sudáfrica en los primeros 90 y periodista de El País, entre otras publicaciones, cuenta desde Barcelona que Mandela ya había acogido de muy buen grado su idea de escribir un libro que resumiera su legado centrando el clímax en la final de la Copa del Mundo de rugby de 1995 celebrada en Johannesburgo. "Entiendo perfectamente el libro en el que estás pensando. Tienes mi bendición de todo corazón", son palabras textuales del ex presidente extraídas del prólogo de 'El factor humano'. Si era bueno para el político, ¿por qué no iba a serlo para Freeman?
El rugby siempre había sido un símbolo del apartheid contra el que tan duramente había combatido Mandela y el hecho de que 14 de los 15 componentes de la plantilla sudafricana fueran afrikáners blancos parecía un indicio catastrófico del rechazo negro hacia sus eternos enemigos. Pero la destreza de Mandela para hacer campaña en favor del colectivo opresor hizo que un acto tan arriesgado tuviera su gloriosa apoteosis cuando los Springboks (nombre del equipo nacional) se impusieron en casa a los favoritos All Blacks neozelandeses, considerados en aquella cita como una de las mejores escuadras de todos los tiempos.
¿Conseguirá Clint un nuevo Óscar para Morgan?
Las primeras informaciones registradas en la red, datadas en 2007, hablaban de una película pequeña que correría a cargo de la productora del actor (Revelation Films). Carlin lo desmiente: "Freeman sabía que aunque él estuviera en la producción iba a necesitar a un gran estudio. Así que se lo contó a su amigo Clint Eastwood, que se involucró en el proyecto en octubre de 2007. Y, si se apunta Eastwood, se apunta Warner Bros". "La película, que nunca iba a ser pequeña, superó sin embargo las expectativas" del actor negro, apunta el escritor.
'El factor humano', que tiene su estreno previsto para diciembre de este año, está en proceso de casting de extras y se empezará a rodar en marzo en Ciudad del Cabo. De momento, tan sólo están confirmadas las presencias de Freeman y de Matt Damon, que dará vida al capitán de los Springboks, "un papel secundario que no le dará la oportunidad de ganar el Óscar pero en el que se ha metido porque le encanta la historia". "El que optará al Óscar es Freeman", dice Carlin sin sombra de prepotencia.
Carlin fue quien puso en apuros al último McLane
No es la primera vez que John Carlin flirtea con el cine. Hace ya 12 años escribió un artículo en la revista Wired que se iba a convertir en guión de una película de temática ciberterrorista que dirigiría el francés Luc Besson. Los derechos los compró Fox, que incluso llegó a bautizarla con el título provisional de 'ww3.com' (juego de palabras que involucraba a las web en la tercera guerra mundial), pero "cuando estaba todo listo, tuvo lugar el atentado de las Torres Gemelas y se volvió inapropiado". "Me pagaron todo lo que me iban a pagar y me olvidé —continúa—, pero, para mi sorpresa, cinco años después salió 'La jungla 4.0', con la que estoy encantado. Siempre sonreiré cuando vea en los títulos de crédito: 'Basada en un artículo de John Carlin'".
No es ese, sin embargo, un caso parecido al que nos ocupa y, pese a que Carlin dice no querer exagerar su "contribución al guión" de 'El factor humano' (consistió en "desayunar, comer y cenar durante una semana con un guionista de Hollywood" —Anthony Pekham— que "exprimió" todo su conocimiento sobre Mandela), sí dice sentirse muy involucrado en el proyecto, para el que ya ha mantenido "cuatro o cinco entrevistas con Morgan Freeman", además de tener visitas previstas al set de rodaje a partir del mes próximo.
A Mandela, de quien sólo tiene palabras de cariño ("Es una persona buena, sin rencor, pero un político muy astuto e inteligente"), sabe que también le ha gustado el guión. "Morgan Freeman fue a Sudáfrica para comer con él y pedirle su bendición (tal como yo había hecho) y le pareció bien", confirma. Además, el Nobel "está muy contento" de que todos los que participan en el proyecto vayan a ceder un 10% por de su minuta a las organizaciones caritativas que coordina.
Quedan, por tanto, unos nueve meses para poder comprobar con nuestro propios ojos si lo que sale de las manos de Eastwood es una nueva obra maestra; hasta entonces, podemos sumergirnos en las páginas de la historia de Carlin, publicada el mes pasado por Seix Barral, y comprobar cuán cinematográfica es la vida del hombre que fue capaz de unir a un país con un partido de rugby.
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