14 mar 2009

Éste es el Óscar que se debería haber llevado Penélope

¿Qué tendrá Almodóvar que saca lo mejor de Pe? Hubo voces disidentes que pusieron el grito en el cielo con el Óscar que ganó la de Alcobendas hace tres semanas. Por lo que sea, no tiene a todo el mundo a su favor, y eso que ha conseguido como española logros con los que ni soñábamos. ¿Será que en general su aventura con Woody Allen ha parecido más una postal de Barcelona que una peli de genio o que su extraña manera de relacionarse con Bardem provoca recelos? Se ha dicho que su papel en 'Vicky Cristina Barcelona' no tenía ningún mérito, que era sólo una loca gritona, pero tenemos noticias: Hemos visto 'Los abrazos rotos' y está a la altura de 'Volver'. Esta interpretación sí que es de Óscar.

Penélope y Pedro en la presentación de 'Los abrazos rotos'

Ante todo porque su presencia inunda la pantalla en cada fotograma. Y por el gran nivel de dificultad de tener que interpretar tres papeles en uno. El nuevo guión de Almodóvar, que se mueve en una horquilla temporal muy extensa, nos muestra a la secretaria, a la actriz (buena y mala) y a la mujer atemorizada. Cuatro Pes por el precio de una. "El personaje es una joya, todo un privilegio", ha explicado en la multitudinaria rueda de prensa celebrada esta mañana en Madrid.

La actriz, que tenía cierto miedo a hablar de Bardem y ha aplacado con la ayuda de su "amigo" Pedro la única pregunta referida a su vínculo con él, ha aprovechado, eso sí, cualquier ocasión para hablar de la "maravillosa experiencia" que le ha supuesto interpretar su cuarto papel a las órdenes del manchego. "No se parece nada a mí, pero Pedro tiene la valentía, generosidad y confianza de darme siempre papeles distintos".

Si bien en un improvisado sondeo de soitu.es a la salida de la proyección de prensa hemos podido comprobar que la película ha dejado mejor impresión entre los profesionales extranjeros que entre los nacionales, el acuerdo ha sido unánime a la hora de destacar a Cruz.

Lo que no ha convencido tanto es el intento del realizador de aglutinar muy diversos géneros en su decimoséptima película. En un tono que se mueve del melodrama al 'noir' (parte de la que se siente "más orgulloso"), con concesiones a la alta comedia de 'Mujeres al borde de un ataque de nervios', el director dibuja una espiral de amor y celos a tres bandas con el cine como telón de fondo. Lluís Homar, su álter ego, es un ex director de cine reconvertido en guionista ciego.

Una gran responsabilidad

Todas las virguerías temporales y genéricas que ha empleado narrativamente sugieren que, después de los arrolladores éxitos internacionales de las películas que ha rodado la última década (con la matizada excepción de 'La mala educación'), Almodóvar se exige a sí mismo trascender a todas ellas y así rizar el rizo.

Y no es de extrañar la gran responsabilidad que siente con ésta, su "declaración de amor al cine", de la que sabe que muchos esperan que incremente el coeficiente de taquilla nacional. Lo suyo no es una película, es un acontecimiento mediático que tendrá maniatado en labores de promoción a todo el equipo hasta noviembre. De hecho, Penélope ha asegurado que duda que ruede algo este año.

Así pues, las expectativas de este telegrafiado bombazo son altas por parte de la industria. Las del padre de la criatura, que coinciden con las de Pe, son "que la gente vaya a ver la película, que entretenga, que no se haga larga, que se entienda y que consiga comunicar el sentimiento que todos imprimieron en el guión y en el rodaje". Casi nada.

Y además

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