San Patricio llevó el cristianismo a Irlanda y la cerveza a todo el mundo. Cada 17 de marzo, religiosos y paganos celebran su festividad en cualquier latitud, pero los dos desfiles más majestuosos tienen lugar en Dublín y en la Quinta Avenida de Nueva York, ciudad que cuenta con el mayor de todos. Cerca de dos millones de personas atestan la calzada vestidas de verde y ataviados de tréboles, plantas que utilizó el patrón para explicar la figura de la Santísima Trinidad.
No existe taberna irlandesa más cinematográfica que la de 'El hombre tranquilo'
Los últimos censos estipulan que hay cerca de 38 millones de estadounidenses de ascendencia irlandesa y que son el colectivo inmigrante más abundante de la Gran Manzana, sólo por detrás de los alemanes. Es por ello que la presencia de esta festividad en el mundo del cine y la televisión es un mero reflejo de la costumbre y la raigambre más allá del homenaje explícito.
Explica Asaelx en su blog 'McLovin Web' que "Si alguien te persigue por el centro de la ciudad, siempre puedes quitártelos de encima ocultándote entre los participantes del desfile del Día de San Patricio, sea cual fuere la época del año". Es exagerado, sí, pero encierra cierta dosis de irónica realidad. Muchas han sido las ocasiones en que las bandas de gaitas han inundado el celuloide americano, pero pocas veces con la fuerza dramática con la que Phil Joanou salpicó el clímax de 'El clan de los irlandeses'. Sean Penn y Ed Harris enfrentados en una sucia y épica matanza a ritmo de videoclip.
La escena final de 'El clan de los irlandeses' (en italiano) tiene lugar en un desfile de San Patricio
Los irlandeses bostonianos y neoyorquinos, retratados en el cine casi como bandas mafiosas han tenido históricamente sus centros de operaciones en pubs y bares. Especialmente icónicos son los acercamientos que ha hecho Edward Burns, cerebrito de Sundance a mediados de los 90, donde le definieron como "el Woody Allen irlandés". Su primera cinta, 'Los hermanos McMullen', hablaba de mujeres, familia, religión y cerveza. En 'Miércoles de ceniza' (2002), ambientada en Manhattan, aumentó el nivel de gravedad y se marcó un thriller mafioso en toda regla con presencia recurrente de pintas de cerveza entre el atrezzo.
Tráiler de 'Miércoles de ceniza'. Mafia, bares y religión
Muy en la onda de aquella cinta se encuentra la serie 'Los hermanos Donnelly', la historia de una familia de cuatro bandolerillos del Hell's Kitchen que intentan enfrentar a la mafia local a base de la audacia del farruco hermano menor, que se hace fuerte, ¿dónde? Sí, en un pub. La serie, creada por Paul Haggis (director de 'Crash' y guionista de 'Million Dollar Baby') era tan buena que después de una temporada la retiraron de la parrilla, lo que ocurre con todo lo que nos gusta de verdad ('The class', 'Studio 60').
Seguimos con irlandeses farrucos, esta vez televisivos: 'Los hermanos Donnelly'
Pero dejémonos de cosas tristes, que los irlandeses ni mucho menos son todos mafiosos (aunque Nicholson acojona de verdad en 'Infiltrados'). Si hay algo por lo que merece la pena que Irlanda sea reivindicada en este día es porque dio lugar a uno de los más tronchantes capítulos de 'Cómo conocí a vuestra madre'. La emisión original de 'No Tomorrow' fue precisamente el 17 de marzo del año pasado. En aquella ocasión, Ted el protagonista se debatía entre dos opciones: pasar la noche en el nuevo apartamento de Marshall y Lily o irse de juerga con el desfachatado Barney, el adicto a los trajes que en esta ocasión viste uno verde. Pese al amago inicial, Barney (y una cita doble) seducen a Ted con el reclamo del 'No hay mañana'. Una fiesta temática irlandesa es campo de maniobras para que el joven arquitecto deje de lado su obsesión por el matrimonio y se entregue al sexo desenfrenado que los guionistas dicen que propicia el día de hoy. ¡Gracias, San Patricio!
El capítulo 3x12 de 'Cómo conocí a vuestra madre' se tituló 'No tomorrow'
Y ahora, 10 propuestas para una noche de cine 'typical Irish':
- 'El hombre tranquilo' (John Ford, 1952): John Wayne, deja el boxeo y a Norteamérica para volver a su Irlanda natal, donde se enamora de Maureen O'Hara en el John Ford más romántico. Ni un sólo indio o vaquero a la vista. ¡Y esos verdes que inundan la pantalla!
- 'El clan de los irlandeses' (Phil Joanou, 1990): Sean Penn conoció a 'La princesa prometida' en este descarnado drama en el que interpreta a un policía cuya misión es desbaratar una banda para la que trabajan la mayoría de sus amigos de la infancia.
- 'En el nombre del padre' (Jim Sheridan, 1993): Daniel Day Lewis interpreta a un joven irlandés obligado a confesar falsamente su participación en un atentado del IRA. Condenado a cadena perpetua al lado de su santo padre obtiene toda una lección de vida. Tristemente basada en hechos reales.
- 'Michael Collins' (Neil Jordan, 1996): Liam Neeson da vida al fundador del IRA, quien, junto a un grupo de jóvenes pistoleros, se resiste a seguir bajo el gobierno del pueblo inglés.
- 'La sombra del diablo' (Alan J. Pakula, 1997): De nuevo volvemos al IRA. Harrison Ford es un poli bueno que adopta a un irlandesito supuestamente bueno (Brad Pitt) pero que en realidad resulta ser un terrorista. Conflicto de intereses y mordeduras de la mano que te da de comer.
- 'La leyenda mágica de los Leprechauns' (John Henderson, 1999): Los 'leprechauns' son los duendes irlandeses encargados del cambio de las estaciones y de crear estropicios a su alrededor. En clave de comedia familiar, esta cinta narra los enfrentamientos entre este colectivo fantástico y el de las no menos irreales hadas.
- 'Criminal y decente' (Thaddeus O’Sullivan, 2000): Toca un poco de comedia criminal ligerita. Tras 'American Beauty', Kevin Spacey decidió relajarse e interpretó a Martin Cahill, un criminal que en verdad existió y que se hizo popular entre la prensa como 'El general', precisamente el mismo título que llevó otra película centrada en él más oscura y protagonizada por Brendan Gleesson.
- 'Miércoles de ceniza' (Edward Burns, 2002): La obra de Edward Burns que menos acogida de público ha conocido trata de un hermano que comete un grave error y otro que le hace pasar por muerto precisamente para salvar el cuello. Cuando reaparece se restablece una batalla campal entre la mafia italiana y la irlandesa
- 'Infiltrados' (Martin Scorsese, 2006): Scorsese consiguió por fin su Óscar con esta historia de mafia bostoniana en la que el bueno es el malo y viceversa. Basada en una cinta de acción hongkongesa, supuso el broche de oro a la trilogía que el director inició con 'Uno de los nuestros' y continuó con 'Casino'.
- 'Once' (John Carney, 2006): Dijo Steven Spielberg de ella que le dio inspiración para un año. Un músico callejero y una vendedora de flores checa se enamoran en las calles de Dublín al ritmo de una de las más sensibles bandas sonoras en años. No ocurre nada más.
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