Extrañaba el fichaje de Sandler por la Disney, donde a duras penas iba a cuajar su particular y posmoderno sentido del humor basado en la onomatopeya, el desplante y la grosería. El botones de un hotel aspira a convertirse en dueño del mismo si logra presentar un proyecto que lo relance. La historia del ceniciento disfuncional esbozada en las primeras sinopsis online iba calmando los ánimos sublevados de los acólitos que le seguían desde un principio. Es la misma historia que 'Billy Madison', y que 'Mr. Deeds', y que 'Un papá genial', y que todas las suyas... El gamberro ha de redimirse para disfrutar de un dorado futuro al lado de la chica.
Los mimbres impuestos por la factoría del Pato Donald se aprecian en la elección de Keri Russell —blanda entre las blandas a las que ha tenido que seducir Sandler—, en la trama de fantasía y en la rata de ojos saltones que recuerda al engendro 'bellotófilo' de 'Ice Age'. Pero no desesperen, no todo es blandito: los desmanes del neoyorquino encuentran un perfecto sustituto del habitual secundario, y coleguilla, Rob Schneider en el británico Russell Brand, descubierto para el gran público en 'Paso de ti' y consolidado aquí como un grande con G mayúscula.
Valoración: 6,5/10
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