'Bruno' es un chiste alargado. Un entretenimiento pasto del youtube, de la telepromoción, del marketing viral y de las batidoras catódicas proyectadas en horarios golfos y en cadenas chusqueras. Pero no es cine. Y no porque no parezca cine. Se proyecta en las mismas salas que los 'Transformers', cuenta con actores (profesionales y no profesionales) de cine, tiene acreditado a un director de cine y también a gente contratada procedente del resto de los gremios necesarios para sacar una película adelante. Pero no es cine y punto final.
'Borat', que, según el nuevo alter ego de Sacha Baron Cohen —un gay austriaco lerdo y provocador—, "es tan 2006", contaba con la ventaja del factor sorpresa. Un tipo idiota como el que nos ocupa se paseaba por la ancha América tomando el pelo a cuantos colectivos eran susceptibles de ser molestados. La novedad resultó fresca y oscarizable, un experimento osado que propició un dominó global de aceptación. Pero no es fiesta todos los días.
El papel de Baron Cohen como agitador de la estupidez colectiva vive de las rentas que se labró contra pronóstico. Sin embargo ahora la quiniela es totalmente opuesta: mismas herramientas (desatar la curiosidad acerca de qué gags fueron amañados y cuáles no para el rodaje de este pseudodocumental) y objetivos en las antípodas. Al conjunto revelación lo conocen todos ya, como a aquel Depor de Arsenio, segundo equipo de todos al principio, que de pronto se volvió algo antipático, como esos nuevos ricos que se mueven en un campo que no es el suyo y acaban cayendo por su propio peso.
Valoración: 3/10
- Para ver el tráiler, pincha aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario