'Sherlock Holmes' (Guy Ritchie, 2009)
La descacharrez como modo operativo regenta el espíritu iconoclasta del cuanto más rápido, mejor de Guy Ritchie. No desprecio la estética videoclipera, de hecho la cuento entre los grandes avances de los últimos decenios. El hecho de que una película parezca rodada como un anuncio de colonias (véase 'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford' o casi todo Terrence Malick) computa para mí como éxito en vez de como tara. Los spots se ruedan así porque son más majos de ver. ¿No se ciñen a la vieja ortodoxia? Yo digo que reinventarse es arte y el estatismo, la muerte del pensamiento y la imaginación.
No me hubiera importado pues que todos los ingredientes del nuevo Holmes hubieran resultado ser tan transgresores como la inclusión como cabeza de cartel del chico más malote de Hollywood en contraposición directa con el soseras Robert Stephens de Wilder. ¿Sacrilegio?
Tanto da que beba de tebeos (Ritchie promete que no), que se mueva a la velocidad del sonido en los duelos a florete o que parezca más un McGyver dotado de exquisitos modales que un aristoperro de los 80: el flanco débil de este blockbuster incontestable es un argumento que alberga la misma consistencia estructural que el papel cebolla.
Nadie nunca recordará el caso a investigar de esta cinta como nadie recordará tampoco quién era la actriz que daba vida a la fugaz Irene Adler (fugaz, digo, en la obra literaria y ensalzada aquí como una pata más del taburete protagónico). Algo de magia negra, algo de secretas sociedades diabólicas o vayan ustedes a saber.
Mero pretexto todo para que los gachupinos bien vestidos y peinados hagan gala de su poder deductivo. Mola más verla que quedarse en casa porque es la enésima constatación de que Robert Downey Jr. es la mayor estrella de Hollywood con permiso de George Clooney. Fuera de ello, sabemos que ni siquiera él, con su cinismo propio, o con el propio del detective, se ha creído durante un solo instante que el libreto estaba a la altura del envoltorio.
PD. Jude Law parece que ya no está del todo extraviado.
No me hubiera importado pues que todos los ingredientes del nuevo Holmes hubieran resultado ser tan transgresores como la inclusión como cabeza de cartel del chico más malote de Hollywood en contraposición directa con el soseras Robert Stephens de Wilder. ¿Sacrilegio?
Tanto da que beba de tebeos (Ritchie promete que no), que se mueva a la velocidad del sonido en los duelos a florete o que parezca más un McGyver dotado de exquisitos modales que un aristoperro de los 80: el flanco débil de este blockbuster incontestable es un argumento que alberga la misma consistencia estructural que el papel cebolla.
Nadie nunca recordará el caso a investigar de esta cinta como nadie recordará tampoco quién era la actriz que daba vida a la fugaz Irene Adler (fugaz, digo, en la obra literaria y ensalzada aquí como una pata más del taburete protagónico). Algo de magia negra, algo de secretas sociedades diabólicas o vayan ustedes a saber.
Mero pretexto todo para que los gachupinos bien vestidos y peinados hagan gala de su poder deductivo. Mola más verla que quedarse en casa porque es la enésima constatación de que Robert Downey Jr. es la mayor estrella de Hollywood con permiso de George Clooney. Fuera de ello, sabemos que ni siquiera él, con su cinismo propio, o con el propio del detective, se ha creído durante un solo instante que el libreto estaba a la altura del envoltorio.
PD. Jude Law parece que ya no está del todo extraviado.
Tráiler de 'Sherlock Holmes'.
Valoración: 6/10
Estreno: 15 de enero de 2010
Estreno: 15 de enero de 2010
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