No entiendo por qué tanta vaina con Kristen Stewart; que si estuviera muy buena, pues aún, pero que, aunque promete, a sus 19 años parece un marimacho patito feo que necesita dar el estirón. Sé que me pueden llover hostias por machista, por no dar un voto de confianza romántico a todo ese colectivo de tías que no son físicamente propotentes, pero es que me parece sangrante que, con su intelecto de emo intensa, no sólo haga que el fucking bello Pattinson —con su piel llena de pedrería— se pirre por ella, sino que también es capaz de hacer que pierda la chinutra el garrulo hombre lobo del torso al viento y bermudas estilo forest fashion Taylor Lautner, un Rafa Nadal alelado y con sobredosis de muesli.
Eso en lo que corresponde a 'Crepúsculo', una franquicia que, no lo dudo, seguro que cumple una labor social de meter en vereda a las adolescentes díscolas e hipersexuadas del mundo capaces de anteponer su pasión por la literatura (que no suele extenderse a los clásicos en la mayoría de los casos) a sus bajos instintos. Lo que pasa, lo que me sorprende y me llena de hiriente vergüenza es que, por si lo del ménage à trois con el hombre perro y el hombre murciélago, esta semana la Stewart se convierte en objeto de disputa entre otros dos machitos: Jesse Eisenberg y Ryan Reynolds.
Razón: 'Adventureland', nueva comedia de Greg Mottola con un guión menos saleroso que el de su referencial 'Supersalidos' (que fue escrita a cuatro manos por Seth Rogen y Evan Goldberg). La nostalgia presente en su blockbuster de hace dos temporadas perdura, lo que, para una cinta ambientada en 1987 con John Cusack adolescente con pinta de aparecer en cualquier plano, es un punto a favor. Echamos en falta, eso sí, parte del sentido del humor del que no hace gala el director cuando trabaja con material propio ('The daytrippers'), el cual queda reemplazado por ración doble de patetismo.
Poco tiene de cuestionable el planteamiento de su apuesta, que cumple rigurosamente lo que promete: una revisión de una adolescencia igual de jodida que la nuestra pero sin teléfonos móviles, lo que lejos de ser higiénico, lo enguarrina todo. Antes era más sencillo cortar las relaciones por lo sano. No había que andar con tanto detectivismo de andar por casa, revisando a escondidas las cuentas de mail del amado o los sms mientras se ducha. Directamente te apostabas con tu Cadillac en la puerta de su casa con un bigote falso y, si se percibía coito a través de la ventana semitransparente, se montaba el pollo y a otra cosa.
Con un espíritu deudor de la linklateriana 'Movida del 76' —y de las temáticas cintas del primer Cusack, ya mencionado—, y un look muy cuidado, nos encontramos ante una comedia romántica agridulce y más elaborada que la media del género que con frecuencia nos sacude.
No es brillante, pero tampoco es coja. No te salva la semana ni se te queda adherida a la memoria, pero tampoco te dan ganas de prenderle fuego al cine por culpa de su pastoso final. Tiene algo de ángel, y por ello le perdonamos su total falta de huevos... Eso y que nos tomen por tontos con lo de Kristen, claro.
Eso en lo que corresponde a 'Crepúsculo', una franquicia que, no lo dudo, seguro que cumple una labor social de meter en vereda a las adolescentes díscolas e hipersexuadas del mundo capaces de anteponer su pasión por la literatura (que no suele extenderse a los clásicos en la mayoría de los casos) a sus bajos instintos. Lo que pasa, lo que me sorprende y me llena de hiriente vergüenza es que, por si lo del ménage à trois con el hombre perro y el hombre murciélago, esta semana la Stewart se convierte en objeto de disputa entre otros dos machitos: Jesse Eisenberg y Ryan Reynolds.
Razón: 'Adventureland', nueva comedia de Greg Mottola con un guión menos saleroso que el de su referencial 'Supersalidos' (que fue escrita a cuatro manos por Seth Rogen y Evan Goldberg). La nostalgia presente en su blockbuster de hace dos temporadas perdura, lo que, para una cinta ambientada en 1987 con John Cusack adolescente con pinta de aparecer en cualquier plano, es un punto a favor. Echamos en falta, eso sí, parte del sentido del humor del que no hace gala el director cuando trabaja con material propio ('The daytrippers'), el cual queda reemplazado por ración doble de patetismo.
Poco tiene de cuestionable el planteamiento de su apuesta, que cumple rigurosamente lo que promete: una revisión de una adolescencia igual de jodida que la nuestra pero sin teléfonos móviles, lo que lejos de ser higiénico, lo enguarrina todo. Antes era más sencillo cortar las relaciones por lo sano. No había que andar con tanto detectivismo de andar por casa, revisando a escondidas las cuentas de mail del amado o los sms mientras se ducha. Directamente te apostabas con tu Cadillac en la puerta de su casa con un bigote falso y, si se percibía coito a través de la ventana semitransparente, se montaba el pollo y a otra cosa.
Con un espíritu deudor de la linklateriana 'Movida del 76' —y de las temáticas cintas del primer Cusack, ya mencionado—, y un look muy cuidado, nos encontramos ante una comedia romántica agridulce y más elaborada que la media del género que con frecuencia nos sacude.
No es brillante, pero tampoco es coja. No te salva la semana ni se te queda adherida a la memoria, pero tampoco te dan ganas de prenderle fuego al cine por culpa de su pastoso final. Tiene algo de ángel, y por ello le perdonamos su total falta de huevos... Eso y que nos tomen por tontos con lo de Kristen, claro.
Valoración: 6/10
Estreno: 27 de noviembre de 2009
1 comentario:
Totalmente de acuerdo con tu opinión sobre Kristen Stewart; le falta algo de feminidad. Como actriz desde luego ha ganado mucho en popularidad pero ha perdido en buen criterio a la hora de escoger guiones cinematográficos. En especial su pequeño papel en ´Into the wild´ y sobre todo el protagonista en ´The Cake Eaters´ (te recomiendo estas dos películas sino las has visto) prometían muchísimo. Una pena.
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