28 nov 2009

Roland Emmerich no quiere ser el profeta del Apocalipsis


No le veréis rodar una comedia urbana ni cine social sobre la crisis. No es lo suyo, porque el currículum de Roland Emmerich (Stuttgart, 1955) es uno de los máximos exponentes de lo divertido que es romper cosas en la gran pantalla. "No me gusta que me consideren el 'Profeta del Apocalipsis' porque también he dirigido cintas de guerra, históricas y de sci-fi... aunque es verdad que con las de catástrofes es con las que más dinero he hecho", nos confesó cuando le entrevistamos en San Sebastián. Sabe que no es el favorito de la crítica, pero el público ha esperado como agua de mayo su último haiku de destrucción masiva, la espectacular '2012', con John Cusack como héroe cotidiano, "un nuevo Richard Dreyfuss", en su opinión.

Este alemán, confeso fan de Spielberg, cree que las películas son un arte que debería salvaguardarse del mismo modo que la Mona Lisa en caso de que la temible profecía maya que maneja su cinta se acabara cumpliendo. De entre todas, "la primera que encofraría sería Lawrence de Arabia", dice. Inesperado, ¿no? Pues id acostumbrándoos al Emmerich cerebral, pues el próximo proyecto del director de 'Independence Day' será un thriller low cost que arrojará dudas sobre la autoría de muchas de las obras de William Shakespeare.


(GQ España, noviembre 2009)

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