29 abr 2009

¿'Los hombres que no amaban a las mujeres'? Pches, pches...

Debo admitir, señor párroco, que no llegué virgen al pase, que me había leído el libro, y eso, sospecho, lo cambia todo. No porque quisiera, me retrasé y es el típico tren que si coges tarde, todo el mundo te reprocha que haces como Vicente. No tengo problemas con los best-sellers siempre que no alberguen ínfulas de grandeza y, según pude comprobar en las dos sentadas aceleradas en las que me cepillé el primer volumen de 'Millenium' este fin de semana, es 'fast food' no demasiado perniciosa.

Noomi Rapace se parece mucho a Lisbeth Salander

Eso sí, no soy fan: no aporrearé las puertas de El Corte Inglés antes de la apertura el día en que el finado Stieg Larsson publique en España 'La reina en el palacio de las corrientes de aire' como ya ocurriera en noviembre con la segunda entrega. Creo que su fenómeno no sería tan valorado como el de Méndez, Kennedy Toole o Salinger si en una realidad paralela todos hubieran seguido frecuentando la escena pública.

Desconozco si estaréis familiarizados con lo que es un pase de prensa. Por si acaso diré que es lo mismo que ir al cine pero con montones de compañeros de trabajo. Nos abren ciertas salas convencionales por las mañanas en horarios no comerciales y allí que nos juntamos un montón de gafapastas con bolígrafos de lucecicas y cuadernos de espiral. Los pases suelen ser varios días antes del estreno para que las críticas y reportajes estén listas para el consumo el viernes de su puesta de largo. Tengo que decir que desde el pase de Almodóvar no veía a tanta gente congregada. Había expectación por ver lo que habían hecho con tan cacareado material. La peli de la que todos hablarán a partir del próximo 29 de mayo no es una que nadie se quisiera perder.

Ciento cuarenta y cinco minutos suelen ser un jarro de agua fría a las 10 a.m., pero si tenemos en cuenta que la novela de partida cuenta con 665 páginas lo único que queda por hacer es suspirar a ritmo de "no le pidas peras al olmo". Y te sumerges. Mikael Blomkvist aparece en la segunda escena, Lisbeth Salander en la tercera. Ello crea cierto anticlímax porque el vendaval que provoca en el libro la tardía —y ansiada— aparición de la hacker (a la altura de la página 47) es sofocado por su pronta revelación aquí. De todos modos condescendemos y nos hacemos cargo de que hay que jugar al narrador omnisciente y a un montaje algo más ágil de lo que permiten los códigos literarios para que no se duerma el personal.

Podría pasar a relatar lo que entra y lo que no, lo que se altera para que encaje y lo que permanece para no soliviantar a los más de 13 millones de lectores de la franquicia, pero no os aburro más con discursos y, evitando destripar el contenido a los neófitos, paso a hacer una lista de la compra que comprende lo que mola y lo que no de la traslación que ha llevado a cabo el director Niels Arden Oplev ('We Shall Overcome', 'Worlds Apart'):

Lo mejor:

  1. Lisbeth Salander. Sin duda. La actriz elegida —una especie de Eva Nasarre punki— es la viva imagen de lo que cabía esperarse de ella: delgadez cuasi-anoréxica, tatuajes, piercings y cara de mala hostia, la actriz Noomi Rapace conjuga todo eso. Para mi gusto habla demasiado. La Lisbeth original es algo más hermética, da menos explicaciones. Citando a Tomas Alfredson (director de 'Déjame entrar'), "para los suecos, no contestar o darse la vuelta y partir constituye una forma de respuesta en sí misma". Y en el libro, la protagonista ejerce ese comportamiento con más frecuencia.
  2. La ambientación. Tanto la redacción de la revista Millenium como el pueblito de Headeby son iguales a lo que nos habíamos imaginado. Los 20 grados bajo cero de media que soporta Mikael durante su investigación son muy perceptibles, sobre todo si al encargado del mantenimiento de la sala se le va la mano con el aire acondicionado como ha ocurrido hoy.
  3. Ejercicio de síntesis. Estamos a la espera de que nos llegue una miniserie televisiva de seis capítulos (los rumores dicen que habrá dos por libro) en los que se complemente todo lo que ha quedado en el tintero. Se han descartado las tramas secundarias y, a pesar de que hay ciertos tijeretazos que pueden hacer que echemos algo de menos, hay que valorar que no se ha montado ningún antecedente que no tenga su consecuente. Todo el metraje empleado tiene un porqué (menos el pegote final, que es pegote en ambos formatos).

Lo peor:

  1. Mikael Blomkvist. Para entender al personaje hay que entender su pasión, la cual le hace incurrir en una subrayada poligamia. Aquí se ha optado por potenciar sólo una de las tres relaciones que mantiene en la novela, lo que hace que nos perdamos algo de su carácter ambicioso. Ya chocaban las fotos promocionales de hace meses en las que podíamos percibir cómo Michael Nyqvist era un actor entrado en kilos y con la cara picada de viruelas, pero a tenor de lo poco que usa la cama para no dormir no hacía falta nadie más guapo. He de admitir, aún así, que en uno de los planos largos del final se le puede confundir con un Hugo Silva veterano y aficionado al McDonalds.
  2. La no apología del periodismo. La novela contiene dos líneas argumentales: una investigativa —cercana al thriller puro aunque algo perezosa, con sus golpes de efecto requeridos y su buena sarta de clichés— que permanece y otra en la que Mikael se destapa como un adalid de la independencia, la honestidad y del buen hacer profesional. Para poder condensar, se ha optado por abordar tan sólo la trama de acción, lo que perjudica al film como documento perdurable (véanse 'Todos los hombres del presidente', 'Nothing but the truth' o 'La sombra del poder'). Thrillers como éste, fríos y discursivos, los habíamos visto ya, pero encendidas defensas del derecho a la información, que es por lo que en algún momento llegó a interesarme Larsson, nada de nada.
  3. Incoherencia temporal. Hacia la mitad de la cinta, hay que encajar las piezas para poner el lacito y dejar todo visto para sentencia. Hay un punto de inflexión en la narración tras el momento en que los personajes nos han sido presentados (lo único verdaderamente interesante). Da la sensación de que Oplev ya no sabía que hacer con ellos y los remata de cualquier manera. En un intento de justificar el cierto autismo de Lisbeth, acude a claves extraídas del segundo volumen para no cerrar en falso una película que no podía acabar como el original porque le faltaban ingredientes que previamente había descartado. (Y cuando eso ocurre, genera cronologías imposibles).

Hay una cara B de todo esto. Sería injusto que vierais este avance sólo a través de mis ojos, por lo que he sondeado a otros compañeros gafapasta no lectores del libro a ver si les funcionaba. La respuesta ha sido abrumadoramente positiva. "Son dos horas y media y no me he aburrido en ningún momento", ha sido mi primer jarro de agua fría. "Es previsible pero inteligente", me suelta otro virgen. "Tiene factura de serie B, pero creo que puede funcionar", el tercer aguafiestas.

Así que "Serie B divertida, previsible pero inteligente y con previsión de éxito" podría ser un resumen a modo de collage que dé voz al colectivo crítico madrileño... Hagámosles caso a ellos, que seguro que son más listos.

28 abr 2009

Epidemias que ya hemos visto (en el cine)

La Alerta ya es de nivel 4. Casi tan cinematográfica como un DEFCON o un estado de alarma. Sin saber por qué, esos códigos nos traen a la cabeza a un Sean Connery algo talludito y de mente despejada portando un fusil de asalto o a un Keanu Reeves corre que te corre. Las fronteras están abiertas y no parece que se vayan a cerrar porque el daño ya está hecho, el virus porcino campa a lo ancho del mundo como en una trama diseñada por Robin Cook.

'12 monos', posiblemente la mejor película de epidemias

Golosas han sido para el cine siempre las tramas de humanidad en peligro. Son terreno abonado para que el héroe dé salida a todo su torrente imaginativo y optimice tiempo y recursos. Antes de los títulos de crédito suelen llegar el antídoto y las palmaditas en la espalda porque el malvado lunático ha sido pillado in fraganti antes de soltar su veneno mortal en el río Támesis. De película. No conviene frivolizar, así que nos limitaremos a hacer un recorrido cinéfilo/turístico por algunos de los países que ya han localizado casos de esta mediática enfermedad entre su población.

No hay demasiado que rascar en México, el país de origen y más afectado, al menos en cuanto a producciones recientes; últimamente la zona cero de la infección se especializa en dramas urbanos. Lo que sí podemos hacer es pararnos en uno de sus directores más internacionales, Robert Rodríguez. Corría 2007 y tanto él como su socio Tarantino pensaron que sería buena idea parir una 'grindhouse' (doble sesión de cine B) entre ambos. La del director de 'Kill Bill' tendía al clasicismo (a su clasicismo), pero la del pinche Rodríguez fue un desmadre lleno de zombies devoradores enfermos de un virus manipulado por mafias del ejército. No quedaba títere con cabeza en la descalabrada 'Planet Terror'.

Tráiler de 'Planet Terror'

El primer avión de este tour nos lleva cerquita, a Colombia (12 sospechas contabilizadas hasta el momento), patria de Gabriel García Márquez. Más concretamente, a Cartagena de Indias, ciudad donde se especula que tiene lugar la acción de 'El amor en los tiempos del cólera'. Corren los albores del siglo XX y Florentino Ariza (Javier Bardem) descubre las bondades de la incandescente Fermina Daza (Giovanna Mezzogiorno). La madre del protagonista se cree que ha bebido agua de un charco y que se ha infectado como todos los demás pero lo que a él le pasa es que tiene el corazón partío.

Bajamos un poquito más y nos vamos a Brasil (12 sospechas), país que comparte lengua con Portugal y que financió la adaptación del Nobel Saramago: 'Ensayo sobre la ceguera' pasó a llamarse 'Blindness' ('A ciegas' aquí) en manos del director de 'Ciudad de Dios' (Fernando Meirelles). Es la más actual que tocaremos y trata de una epidemia repentina que causa una ceguera lechosa en toda la población mundial sin detonante visible. Tal catástrofe sirve como catalizador para que los protagonistas saquen a la luz lo más podrido de su interior.

Cruzamos el charco y nos vamos a España, que es la puerta de entrada de la crisis porcina a Europa y el país donde vivimos. La verdad es que no somos mancos en este género. Haceos cargo de lo bien que se nos da que hasta los yanquis se fijaron en '[REC]', la espeluznante cinta de Jaume Balagueró y Paco Plaza, para hacer su remake, 'Quarantine'. Esta no fue ni mejor ni peor que la protagonizada por Manuela Velasco, fue un calco. PD: Habrá segunda parte.

Pero las cosas no acaban ahí, porque Juan Carlos Fresnadillo, canario nominado al Óscar en 1996 por 'Esposados', fue fichado por Danny Boyle ('Slumdog Millionaire') para darle el relevo en '28 semanas después', secuela de la peli de zombies que él mismo dirigiera en 2002. Con eso ya cubrimos Gran Bretaña, que en el momento en que se escriben estas líneas cuenta también con 12 posibles infectados.

Tráiler de '28 semanas después'

Una barca a remos nos lleva a través del Mar del Norte hasta Suecia (al menos cinco sospechas), donde el desaparecido Ingmar Bergman jugó una tétrica partida de ajedrez con la muerte en 'El séptimo sello'. Bueno, no fue Bergman en el sentido más estricto de la palabra, sino su actor fetiche Max Von Sydow, que a su vuelta de las Cruzadas, con el país asolado por la peste, tenía que vérselas con la dama de la guadaña y ganarla en ingenio.

Hacemos parada ahora en Alemania (cinco casos en observación) para fijarnos en dos directores oriundos de allí pero importados por Hollywood. El primero, Wolfgang Petersen, arrasó por medio del ejército norteamericano (en la ficción) una población de Zaire afectada por el ébola para luego darse cuenta de que un mono portador viajaba en barco a los 'States'. La peli se llamó 'Estallido' y fue un boom de taquilla en el 95. El segundo realizador, Oliver Hirschbiegel ('El hundimiento'), se comió los mocos junto a Nicole Kidman (ya un poco mal retocada) y el nuevo James Bond en la inadvertida 'Invasión'. El virus era alienígena; la peli, también un poco.

Nuestro último destino europeo es Italia, donde de momento, y por suerte, sólo se ha registrado un posible caso en Módena. Pues bien, a muy poquitos kilómetros, en Venecia, Luchino Visconti adaptó de manera casi muda al genio Thomas Mann y a su novelita 'Muerte en Venecia'. El protagonista, un compositor alemán moribundo y consumido de amor (por un efebo), como el Florentino de García Márquez, ve cómo se apaga su vida del mismo modo que la ciudad, invadida de nuevo (como en el caso del colombiano) por el cólera.

No podíamos acabar este viaje sin tomar un vuelo trasatlántico de vuelta a los Estados Unidos —segundo foco más afectado y cuna mundial del cine catastrófico— a modo de broche. Lo más destacado de su contribución lo hallamos en forma de fábula apocalíptica made in Terry Gilliam. El ex Monty Python alumbró en 1995 '12 monos', una de sus más lúcidas obras y 'remake' de 'La jetée', la cual nos hace poner la vista en Francia (cinco casos), que nos la habíamos saltado. Tanto en una como en otra los viajes en el tiempo son parte fundamental de la trama. Centrándonos en la de Gilliam, Bruce Willis es el preso que viaja al pasado para conseguir una muestra del virus que ha reducido la población mundial a un 1% en un intento de que el futuro tenga futuro. Por lo visto, detrás de la epidemia mortal anda un grupo terrorista capitaneado por un psicótico y despeinado Brad Pitt.

Tráiler de 'El cazador de sueños'

Más virus trajo Lawrence Kasdan en 2003 con 'El cazador de sueños', la adaptación de una novela de Stephen King que mezclaba extraterrestres con humanos dotados de poderes paranormales. Una especie de musgo alienígena se adhería a tu cuello para después producir diarreas tan explosivas y mortales que hasta la milicia se tenía que meter por medio. En el reparto destacaban Morgan Freeman, Jason Lee y Timothy Olyphant, pero tanta fantasmada no convenció a casi nadie.

¿Que ambas os parecen demasiado futuristas? Aquí va una vacuna en blanco y negro —porque también el clásico en nos ha traído enfermizos ejemplos—: 'Jezabel' fue la respuesta de Warner a 'Lo que el viento se llevó'. Se estrenó antes que su rival pero eso fue porque la odisea de Victor Fleming tardó la vida en rodarse. Bette Davis es una arpía de cuidado que hace la vida imposible a su prometido Henry Fonda. (OJO, SPOILER). Una vez apartado de su lado y casado con otra, ella decide machacarle sin piedad, pero, al contraer él la fiebre amarilla, Jezabel encuentra la catarsis y se monta en la caravana de los infectados para acompañarle sabiendo que se enfermará. Es el amor, que puede con todo.

27 abr 2009

'Bendito Machine', o la odisea de encontrar pasta para proseguir

Todos teníamos un amigo en la escuela que sacaba sobresaliente en plástica. Uno que, no sabías cómo, era capaz de reproducir las viñetas de los cómics que compartíais con precisión cartesiana, como si fuera dueño de un don. A veces la envidia que producía ese compañero manufacturero se acentuaba tanto más cuanto nosotros éramos incapaces de plasmar personas que no estuvieran hechas a base de palotes. Pensábamos que era injusto, pero es que ellos pasaban las horas muertas haciendo bocetos mientras nosotros jugábamos al fútbol o a la cuerda, que cuesta lo suyo llegar a ser un Jossie Malis.

Así se anima a sí mismo el dibujante Jossie Malis

Este peruano de 33 años, nacido en Lima y criado en Chile, lleva viviendo en Barcelona desde hace más de un lustro. Desde allí ejerce de alma máter de 'Bendito Machine', un proyecto de animación en Flash basado en el teatro de sombras que se inició en 2006 y que espera prolongarse en el tiempo mediante numerosas entregas. ¿Su declaración de principios? "Una terapia para no caer en un nihilismo profundo y un regalo para los que quieran reflexionar sobre nuestra naturaleza".

El problema, como siempre, la pasta. No hay mecenas tras Zumbakamera (productora fundada por Malis para el desarrollo de su serie de cortos animados) y sí una autárquica iniciativa de financiación tradicional y cargada de ilusión: Printastic, "una plataforma 'on line' para dar a conocer a ilustradores de todo el mundo que quieran publicar su trabajo en formato de impresiones de gran calidad". Los estilos de la gente que Malis mete en su barco son afines al suyo y con la mitad de cada venta intenta potenciar la producción del plan de cortos que están por venir. La otra mitad se la embolsa cada artista.

Bendito Machine

'Bendito Machine Vol. I'


Hasta ahí la parte de pequeño empresario, pero lo que interesa es el director: "El formato que utilizo me permite llegar a muchísima gente explicando sólo lo necesario. El teatro de sombras tiene un efecto hipnótico desde que se utilizaba para espantar demonios mediante fábulas religiosas a la luz de la vela. Ahora la cosa está más digitalizada, pero intento mantener el mismo espíritu 'espanta-demonios'", asegura Malis, cuyo desafío consistió en crear unas cuantas historias bastante universales que pudieran funcionar en cualquier rincón del mundo. Es por eso que los cortos que ha rodado hasta la fecha (tres, con otros siete programados) carecen de diálogos y tocan todos los palos posibles en forma de "ejercicio tragicómico que habla sobre la intolerancia, la manipulación, la mentira, la religión, el capitalismo, las máquinas y un sinfín de cosas más con las que nos comportamos de forma compulsiva y llenos de miedos". Todos autónomos entre sí pero complementarios en una visión conjunta.

'Bendito Machine Vol. II'


El primer capítulo, estrenado en marzo de 2006, participó en gran cantidad de festivales y se hizo con más de 20 reconocimientos internacionales. Tal fue su repercusión que al año siguiente la AWN (Animation World Magazine) consideró a aquella pieza como una de las mejores ilustraciones de Flash del año. Ahora acaba de estrenar el tercero, 'Obedece sus preceptos', y lo tiene en plena fase de promoción. A pesar de que los códigos evocativos que plantea pueden rayar lo conceptual y alegórico, Malis quita plomo al asunto: "No se trata de ser grave, porque para eso ya están los medios tradicionales. Se trata de reflexionar y reírse de lo absurdo de nuestra realidad encima de este planetoide". La televisión, los falsos ídolos y la corriente por la que se deja arrastrar la masa están muy presentes en esta pieza que encuentra en el streaming de alta definición que provee internet una plataforma impecable para su difusión.

'Bendito Machine Vol. III', estrenado el mes pasado


A la espera de que toque a su puerta "un mecenas o millonario despilfarrador al que le interese llevar a buen puerto un proyecto de esta naturaleza", como reza la declaración de principios de su web, Malis sigue poquito a poco sin desmoralizarse. "Ha habido algunas tentativas de sufragar el proyecto pero por desgracia no llegaron a nada. El principal problema es que 'Bendito Machine' no se ajusta a esas misteriosas leyes de mercado que tanto acojonan a los que manejan dinerillo. Es un proyecto particular que se está inventando su propio espacio mientras crece".

24 abr 2009

Inspírate en el cine para obtener ingresos

El cine como espejo social siempre se ha hecho eco de gracias y desgracias. Y algunas veces hasta nos ha dado soluciones. Tener el agua al cuello y necesitar pasta a la desesperada ha sido eje central de no pocas películas, y, aunque las medidas adoptadas por los protagonistas han sido diversas, la picardía siempre ha sido el común denominador. Que estás en un mal momento porque te acabas de quedar sin curro: roba un banco. No lo decimos nosotros, es la mamá pantalla, que a veces es un poco quinqui planteando soluciones. He aquí una lista de consejos según sea tu talento:

Cinco de los 11 de Ocean. Si te vas al paro... ¡roba un banco!

Para los que tienen las manos tunantes:

Roba un banco (o un casino, o muchos). Pero hay que ver qué guapos que son los ladrones del cine. ¿'Saben aquel que diu' que una pandilla de glamourosos cacos se reúne para buscar dinerito contrarreloj no sea que la mafia local les corte hasta el último de sus dedos? Es lo que viene proponiendo Guy Ritchie desde que empezó. Las tres pelis de su trilogía gangsteril sugieren que lo mejor que puedes hacer cuando te veas apurado es montar una timba de cartas ('Lock & Stock'), amañar un combate de boxeo ('Snatch') o timar a los enemigos de tus enemigos ('RocknRolla').

En otra trilogía amiga, la de Danny Ocean y sus compinches, el truco está en jugar la baza del timador timado. La que más claramente lo muestra de las tres es la más flojita, 'Ocean's twelve', en la que Andy García, burlado explicitamente en la primera parte, de repente se convierte en alguien muy temible con potestad para poner plazos de entrega.

También había cierto glamour en 'Granujas de medio pelo': el intelectual corría a cargo de Woody Allen y el físico, de Hugh Grant. No se les ocurría otra cosa a los animalitos que atracar un banco alquilando una tienda de galletas en el local de al lado desde el que hacer un agujero para llevarse la caja de caudales. No fue el Allen más inspirado; no, señor. Nada que ver con 'Toma el dinero y corre', que también iba de un tunante torpe pero mucho más gracioso.

El timo de la estampita. Más alopécica y terrenal es la apuesta argentina de 'Nueve reinas', que descubrió de puertas para fuera que la canallesca postcorralito tenía las caras de Ricardo Darín y del manso Gastón Pauls. Tan importante era no desviar la atención con sedosas melenas o largas piernas que incluso el 'remake' norteamericano que conoció la pieza, 'Criminal', fue construido alrededor del regordete John C. Reilly y del chaparrito Diego Luna.

En España son tiempos de thriller descarnado y violento —'25 kilates' llega esta semana a las pantallas— a la hora de recuperar mucha pasta en poco tiempo, pero hubo tiempos en los que todo era más amable, distendido y naif. Los Tony Leblanc y Concha Velasco de 'Los tramposos' derivaron en los Esteso, Ozores y Pajares de 'Los liantes'. No os echéis las manos a la cabeza, que hay público para todo.

Para los que tienen talento:

Que no os despiste Drew Barrymore, el único que sabe lo que se hace es Eric Bana ('Lucky you')

Aquí se conjugan dos factores: ser pícaro y el plus de un don natural. Preferiblemente algo vistoso para los demás: llámese deporte o exhibiciones cantarinas o intelectuales. Si lo tuyo son los juegos de manos y de villanos, es decir, si no hay quien te gane al tute habanero o a la brisca, sigue el ejemplo de Mel 'Maverick' Gibson y de su compañera Jodie Foster, que en los 90 se mudaron al oeste para comprobar quién contaba mejor las cartas.

Más contemporáneos son Eric Bana y Drew Barrymore —aunque ella sólo como ángel de la guarda— en 'Lucky you', un muy repescable y desapercibido thriller del director de 'L.A. Confidential'. Otra: '21 Blackjack', bastante calentita todavía, en la que Kevin Spacey hacía de profesor de mates metido a revientacasinos con la ayuda de sus más empollones pupilos. Y para completar el póker de ases, no nos olvidemos de 'Rounders', en la que Matt Damon y Edward Norton, aún muy debutantes, se metían en un lío tras otro para acababar contra las cuerdas a manos de un John Malkovich que no paraba de devorar Oreos.

¿Que lo tuyo es el billar?, pues recuerda cómo se ganaban la vida Ojos Azules Newman ('El buscavidas' y 'El color del dinero') y su ahijado Tom Cruise (éste sólo en la secuela). Hubo también una versión femenina en la que salía la ex modelo y ex chica Bond Famke Janssen. Se tituló 'Turn the River' y hay que ejercer otro tipo de pillerías cibernéticas para verla.

Si eres patizambo o torpecito y los juegos de habilidad o los deportes no son lo tuyo, quizá hayas pasado bastante tiempo cultivando la voz. Para ti, entonces, Mandy Moore es todo un referente. Su falta de escrúpulos y unas cuerdas vocales bastante aclaradas la ponen en el umbral de la fama en 'American Dreamz', una parodia de OT que enseñó el lado más cabroncete de Hugh Grant. Es curioso que este hombre, cuanto más se corta el pelo, más malo se vuelve.

No es tan meritorio, pero podéis utilizar el talento ajeno para vuestro propio beneficio, si no, que se lo digan a Tom Cruise, que intentaba sacar partido a los talentos autistas de su hermanastro en 'Rain Man'. Dustin Hoffman iba de parras pero se enteraba de más de lo que parecía.

Para los competitivos:

Este punto no hay que ser un lince para sacarlo. La peli más importante de lo que llevamos de año gracias a sus ocho Óscares es 'Slumdog Millionaire'. Lo sabéis ya, pero va de un pequeño raterillo que encuentra fortuna de la noche a la mañana. Cuenta el conocimiento, así que ya podéis ir leyendo enciclopedias. Y si ése es el espejo cinematográfico y 'anticool' de nuestro '50x15', parémonos en los Quiz Shows, como el de Robert Redford, como el de 'Magnolia' o como el de 'Starter for 10', la comedia romántica adolescente que descubrió a James McAvoy ('Expiación') y a Rebecca Hall ('Vicky Cristina Barcelona') y que todavía no hemos podido ver aquí.

En los concursos se prima la sabiduría, y para eso hay que empollar. Ojito con no esforzaros nada quedándoos a verlas venir, no sea que os pase como a Earl Hickey, al que el karma no le deja disfrutar plenamente de su boleto ganador de la lotería y le exige precios que a veces le cuesta pagar.

Zack y Miri, amigos y residentes en New Jersey, toman nota para ser grandes actores porno

A Earl le tenemos reciente de la tele, pero si nos retrotraemos unos añitos, podemos comprobar también cómo la lotería les cambiaba la vida a John Travolta y Lisa Kudrow por un lado ('Combinación ganadora') y a Nicolas Cage y a Bridget Fonda por otro ('Te puede pasar a ti'). La primera es un catálogo de pillerías a evitar. La segunda, un cuento de hadas contemporáneo y muy romántico. Si sois generosos, la generosidad os es devuelta. Aquí es donde viene la coletilla de: "Bah, otra con moraleja".

Para los de moral distraída:

No es que despelotarse en público sea un deshonor —y más si te cuidas y no te pasas el día desafiando a la báscula—, pero puede darte algo de vergüenza que tus paisanos vean más carnes tuyas de las estrictamente necesarias. Si no, mirad qué apuros pasaban Robert Carlyle, Tom Wilkinson y compañía cuando les dejaban en la calle y no tenían más remedio que hacerse 'boys' en la divertida 'Full Monty'.

En el mismo caso se encuentran Seth Rogen y Elizabeth Banks en 'Zack and Miri make a porno' (tranquilos, ya queda menos para que se estrene en España). Amigos de toda la vida, compañeros de piso y residentes en Nueva Jersey deciden meterse a actores porno amateur porque no les llega para pagar el alquiler. Es la vuelta de Kevin Smith a la comedia blandita porque, a pesar de la temática, su resultado se acerca más a 'Jersey girl' que a 'Clerks'. Y yo me pregunto: ¿habrán pagado derechos de autor a los que parieron 'Torremolinos 73'?

Para los emprendedores:

Los hay de la vieja escuela y algo fondoncetes, como Colm Meaney, que prefieren tirar por las soluciones convencionales. 'La caravana', de Stephen Frears, es un claro exponente del cine social que en los 90 cultivaron él, Loach y, hasta cierto punto, el ya citado Danny Boyle. En el caso que nos ocupa, Bimbo es despedido de la panadería en la que trabaja y se le ocurre que un puesto de venta ambulante puede ser el remedio a todos sus problemas. Paradójicamente, el éxito de la empresa se le atraganta. Cuidado con ser malos ganadores.

Para los suertudos:

Adam Sandler (con Winona Ryder en la imagen) se encuentra con una herencia exagerada en 'Mr. Deeds'

Este punto es de propina y os afecta (o afectará) a muy pocos de vosotros. Se da cuando tenéis un tío o mecenas juguetón que se encariña con vosotros y os quiere obsequiar con todos sus inesperados millones u os encontráis con una fortuna por error que os resistís a dejar pasar. Ocurría en 'Mr. Deeds', en 'Millonario al instante', en 'El gran despilfarro' o en 'Entre pillos anda el juego'.

Otra cara de la misma moneda es que seáis unos expedicionarios en busca de reliquias como el Nicolas Cage de 'La búsqueda' y su secuela clónica, pero para eso os tiene que sobrar mucho el tiempo y tener un montón de arneses, picos y palas en el garaje de papá. Ya sabéis, si sois mayores para sacarlos, sed mayores para colocarlos después.

23 abr 2009

La madre del él (Smother) (Vince Di Meglio, 2008)


Tengo la teoría de que Diane Keaton es irrecuperable, que lleva 20 años riéndose de nosotros —y no piensa dejar de hacerlo—, y que, de tan malos que son sus proyectos, lo único que quiere hacer es torturarnos eternamente como si cada uno de nosotros le debiéramos dinero. Si Trey Parker ha visto alguna de sus últimas películas (pese a que creo que ya casi nadie se entera de que está en activo), la caricaturizará más pronto que tarde en el infierno de 'South Park' al lado de Hitler, Hussein, George Burns o Gandhi.

'La madre de él' juega su única baza posible apelando en el título (el de aquí) a otras taquilleras comedias recientes. Es una estrategia desvergonzada destinada a causar la misma decepción que el ver a la angelical Liv Tyler arrastrándose, como es ya rutina, en un producto tan por debajo de sus posibilidades. Desde este humilde Cineflash dejo abierta una lista de firmas para despedir a su mánager.

Valoración: 2/10

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25 kilates (Patxi Amezcua, 2009)


A veces se van las ganas de ser condescendiente con las óperas primas cuando pensamos que Welles parió de la nada 'Ciudadano Kane'; Tarantino, 'Reservoir Dogs'; Amenábar, 'Tesis' (por barrer para casa) y Zach Braff, 'Algo en común' (por barrer hacia mis más particulares y discutibles filias). Si el listón de referencia es así de alto, '25 kilates' se queda un poco desvalida, pero, ¡caramba!, es un gran debut. Lo primero, porque sus forzadas elipsis (el metraje original, se nota, está recortado a machete) le dan una agilidad que hace que apenas toque el suelo, lo que repercute en gratitud de espectador al no ser tratado como un indocumentado mental; y lo segundo, porque su pareja protagonista —separada por 20 años de edad— funciona sin que nada rechine dando lugar a una química creíble.

Thriller convencional con las limitaciones lógicas de su escaso presupuesto y ciertos peajes que los primerizos se ven obligados a pagar, destaca aún así entre el maremágnum de propuestas amorfas que llegan a nuestras pantallas con más medios, caras más conocidas y menos talento. La construcción de personajes es minuciosa y carismática y sus ciertas ingenuidades de guión suelen ser compensadas por diversos 'caramelos' vaporizantes que salpican la narración y refrescan.

Puede que ésta sea mi nueva 'Algo en común', una película de difícil defensa para algunos pero muy valiosa para mí. Y, aviso, puede que empañe mi juicio y eleve mi nota ese pedazo de actor que es Francesc Garrido, capaz de zamparse la pantalla entera sin sal con una sola inflexión de voz.

Valoración: 7/10

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Ponyo en el acantilado (Hayao Miyazaki, 2008)


Apelo tangencialmente a Spiderman para decir que la tarea de poner calificación semanal a aquello que el público tiene que pagar por ver conlleva una gran responsabilidad. Si se pretende que la cosa fluya, se ha de crear una empatía entre redactor y lector duradera en el tiempo que haga que el del otro lado sepa de qué pie cojea el de éste.

Yo cojeo de muchos pies y alguno se ha podido percatar ya de que la animación no es lo mío. No me motiva, emociona ni conmueve. Soy capaz de valorar su ingenio en el momento, pero al repensarla sólo me queda...humo. Por ello, el lector amante del género y consciente de esta tara mía saltará a la siguiente reseña y santas pascuas. Pero será un error porque entonces se perderá mi sentido homenaje hacia una película sensible, vital e imprescindible. No soy sospechoso de rendir pleitesía incondicional a Miyazaki. No es que me pirre por 'Mononoke' o 'Chihiro' (me parecieron coñazos insoportables). Para nada. No lo analizo por contraste consigo mismo ni con el cine 3D.

Es más sencillo que todo eso, más primitivo: cojo 'Ponyo', la veo y la gozo. No entiendo del todo su onirismo ni sus licencias extracorópeas, metafísiscas y casi hasta mitológicas, pero aprecio la pulcritud con que se me cuenta un cuento mínimo. Mínimo y precioso.

Valoración: 8,5/10

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Aida Folch, de lolita a 'prota' en siete cómodos pasos

Aida Folch lleva ocho años paseándose con garbo por el cine español. La esencia turbadora de su tempranero debut se ha mantenido vigente siempre. Ésta radica, ya lo percibió Trueba a sus 14, en unos ojos en los que es difícil sumergirse por la dureza que desprendan. Las veleidades del destino habían querido que, aún siendo un rostro popular, no hubiera tenido ninguna oportunidad para lucirse como protagonista principal, pero todo eso acabó en el momento en el que el guionista Patxi Amezcua decidió debutar en la dirección de su mano con '25 kilates', donde Folch da vida a la tramposa 'Cay'.

Aida Folch, con mirada dura en '25 kilates'

¿Queréis saber cómo ha sido su crecimiento y lo que ha aprendido en cada una de sus películas más importantes hasta llegar a la que estrena esta semana? Nos lo cuenta ella misma...


1. El embrujo de Shanghai (Fernando Trueba, 2002)

Lo que aprendí en esta película fue que esto era lo que quería hacer durante el resto de mi vida. Fernando Trueba es mi padre cinematográfico y si no hubiera confiado en mí, seguramente no estaría haciendo nada. Cuando entras en el negocio ya lo tienes más facil y que apostara por una niña de 14 años sin experiencia fue todo un lujo para mí. Si la peli la hubiera dirigido Víctor Erice —como pudo haber sido—, quizá las cosas habrían sido muy distintas; para empezar, no creo que él me hubiera elegido y por eso prefiero que la acabara haciendo Trueba. Ahora me gusta mucho Erice y me encantaría trabajar con él, aunque yo en aquella época no sabía quién era mejor. De hecho, antes de ir al casting, no sabía ni quién era Fernando.

2. Los lunes al sol (Fernando León de Aranoa, 2002)

Con ésta comencé a entender mejor la sociedad (el paro hasta aquella época no me interesaba porque era muy pequeña), pero si echo la vista atrás, lo primero que me viene a la cabeza son la increíble profesionalidad y humildad de Javier Bardem, Luis Tosar y Fernando León. Si ahora la volviera a rodar, no dejaría de mirar un momento cómo hacían todo porque lo aprovecharía mucho más. Yo veía cómo estaba de gordo Bardem, andando de esa manera tan exagerada —después de hacer 'El embrujo...', en la que me pidieron que fuera natural— y me decía: 'Este hombre, qué mal lo hace, qué exagerado, cómo anda, cómo habla, qué brutote'... y ahora me doy cuenta de que estaba todo calibrado.


3. La mirada violeta (N. Pérez de la Paz y J. Ruiz, 2004)

En ésta rodé durante muy poquito tiempo, pero me gustó el personaje porque tenía que hacer de chica responsable y apegada a sus libros de filosofía. Me parecía diferente a mis otros papeles, pese a que fuera otra lolita estudiante, ya que me dio la oportunidad de ahondar en un personaje movido por el amor puro.


4. Salvador (Manuel Huerga, 2006)

Habría sido un placer participar en ésta aunque hubiera sido gratis. Ni siquiera me importó que el papel fuera pequeño. A mí, como catalana, me tocó muy de cerca y, aparte de lo incuestionablemente arriesgada que era, me pareció muy útil para que los jovenes que no conocían la historia la entendieran de esta manera entretenida (no hay que olvidar que el cine también es un espectáculo). Hubo mucha gente que se quejó de que los acontecimientos no discurrieron de esa manera exactamente, pero no podíamos hacer una película de cinco horas. Manuel Huerga es un director estupendo e hizo una trabajo fantástico.


5. Las vidas de Celia (Antonio Chavarrías, 2006)

Fue el proyecto más interesante y extraño en el que he trabajado. Que no tuviera que fijarme en las marcas, la cámara al hombro, que se rodara cronológicamente... fueron todo ventajas, porque salías de un sitio con un estado de ánimo y no tenías que andar pensando cómo debías sentirte en la siguiente escena. Te sentías así y punto. Además de todo, me pareción una propuesta muy original, muy de autor, con interesantes saltos de tiempo y un montaje muy cuidado. Como actriz, creo que el poder improvisar fue a favor de la peli.


6. Cuéntame (TV) (Sergio Cabrera, 2001-???)

Al principio no quería hacer tele porque me daba terror. A mí la fama me importaba muy poco y lo único que siempre he buscado es hacer cosas que me gusten. Cuando me involucré en esta última temporada lo hice porque era una serie que funcionaba, que se rueda lentamente, como si fuera cine, y sin nada de estrés. Evidentemente no me van a encasillar, por mucho que sea tele, porque hago de francesa y no creo que me toque un papel similar nunca más. La dificultad viene de que soy francesa pero hablando en español, lo que podía haber quedado muy cutre, y ahí surgía mi reto. En tiempos de crisis, en los que no hay apenas castings, se agradece la estabilidad que da la televisión.

7. 25 kilates (Patxi Amezcua, 2009)

Con '25 kilates' he aprendido que vale la pena hacer cine y que el dinero no es todo. Siempre he confiado mucho en esta pelicula y, egoístamente, me pareció una gran oportunidad como actriz: mi primer 'prota' absoluto y no un papel coral como había hecho siempe. Lo excitante vino de la responsabilidad de participar en el proceso de creación del personaje como nunca antes y de probar con un cambio de genero. Patxi (Amezcua) ha sabido sacar mucho provecho a los recursos que tenía para dar lugar a un espectáculo que distrae y del que la gente (creo) sale con buen sabor de boca. Mi cambio para interpretar a 'Cay' fue total, desde el método (nunca había trabajado con una 'coach') hasta aprender a conducir, cortarme el pelo o crear toda una serie de hábitos que repito sin parar durante la peli.

21 abr 2009

El arma de la nueva nave Enterprise: los guionistas Orci y Kurtzman

La protosecuela de 'Star Trek' es cine palomitero del bueno. Adiós a la primacía del mito y a la densidad friki. La undécima parada y fonda del Enterprise, que se remonta a los orígenes de Kirk y Spock, es, como intuíamos desde noviembre, la consagración de J.J. Abrams como nuevo gurú de la industria del entretenimiento. Este heredero de Spielberg se dio a conocer en la tele —y no parece que se vaya a alejar mucho de ella—, pero el resultado de su segunda experiencia cinematográfica habla de un hombre versátil. Acostumbrado a crear universos ('Perdidos', 'Alias', 'Fringe'), aquí se ha limitado a congeniar culto y adrenalina desde la silla del director. El guión de esta revisitación a la saga que inventara Gene Roddenberry hace 42 años no ha pasado por sus manos, como en él es costumbre. Esa tarea ha recaído sobre dos guionistas amigos y miembros una sociedad indisoluble: Roberto Orci y Alex Kurtzman. Son el secreto a voces mejor guardado de Hollywood, la baza secreta de J.J.

Los vieja tripulación ha rejuvenecido de la mano de Abrams, Orci y Kurtzman

No son unos tapados porque no se les haya prestado la atención debida, es que, para los profanos, los guionistas estrella son algo así como una entelequia. A veces trascienden noticias del tipo: "William Goldman (en los 70)" —o Joe Eszterhas (en los 90) o M. Night Shyamalan (en los 00)— "se convierte en el guionista mejor pagado de Hollywood", pero no hacen que se paren las rotativas si firman un nuevo contrato pasadas las 10 de la noche.

El director de 'Star Trek', J.J. Abrams

Eso sí, si preguntamos en el mundillo, los autores del libreto de esta precuela —también detrás de la revientataquillas 'Transformers'— son venerados como ídolos del pop. Su carrera es rutilante: socios bien avenidos desde que coincidieran en la Wesleyan University (Connecticut), llegaron a la industria en el año 95 con los 22 recién cumplidos para convertirse en tan sólo un añito en los guionistas jefes de la serie 'Xena, la princesa guerrera', casposilla serie B de cartón piedra, pero, oigan, jefes a los 23. Más JASP, imposible.

De ahí, rebosantes de talento y de diálogos maestros fueron a parar a 'Hércules', la serie hermana, también restringida a públicos 'geeks' pero con algo más de cartel. Fue ahí que Abrams, que por aquel entonces andaba dedicado a su hamletiana y redicha adolescente 'Felicity', les echó el ojo. Edulcorada hasta los límites de la hiperglucemia, aunque sólo epidérmicamente, su comedieta 'teen' le dio crédito para meterse de lleno en un nuevo proyecto: 'Alias', que, ya con Orci y Kurtzman a bordo, proyectó a los tres hasta las grandes ligas.

'Alias' se vio mal que bien y, aunque nunca llegó a tener las cotas de popularidad de '24' o 'CSI', se mantuvo durante sus cinco temporadas en el umbral de los 10 millones de espectadores con la crítica rendida a sus desquiciados, culebroneros y fascinantes giros de guión. Cuando la serie caminaba sola, Abrams, que siempre ha sido un culo inquieto, pensó en mudarse a la isla de 'Perdidos'. ¿Habéis visto las partidas simultáneas en las que Bobby Fischer retaba a no sé cuántos jugadores a la vez? Pues por el estilo. 'Vini, vidi, vinci', me aburro y me paso a otra cosa. Y 'Perdidos' fue otro bombazo, éste ya más conocido por todos vosotros.

Así de horteras lucían en los 60

Orci y Kurtzman no fueron invitados a aquel sarao y se cambiaron a la acera de las grandes producciones cinematográficas empalmando 'La isla' con la segunda parte de 'El Zorro'. Fermentados ya con esos dos blockbusters, J.J. les pidió ayuda para hacerle el boca a boca a la franquicia de 'Mission: Impossible', tocada de gravedad por las imprecisiones de guión perpetradas por John Woo, la fantasmagoría de la acción, la baja del director Joe Carnahan, ya firmado, y el bajón de popularidad de Cruise. La peli no fue el bombazo que se esperaba, pero el debut como director (en pantalla grande) de Abrams fue loado por su gran capacidad de humanizar las tramas. Si revisáis con ojos escrutadores los primeros tres cuartos de hora de 'M:I III', comprobaréis que no es más que una versión sofisticada de 'Melrose Place', lo cual a muchos nos pareció refrescante.

Los artistas-guionistas Alex Kurtzman y Roberto Orci

A pesar de que fue la entrega que menos dinero hizo, a alguien le debió de parecer bien porque el siguiente proyecto de los escritores siameses vino tras una llamada de Michael Bay (con quien ya trabajaran en 'La isla'): "Escribidme 'Transformers'". Y se la escribieron. Aquí no causó ni frío ni calor, pero hizo más de 700 millones de dólares en todo el mundo —sin estrellas consagradas en el reparto— y sirvió para que Megan Fox y Shia LeBouf colonizaran con sus fotos las carpetas de todos los institutos de Norteamérica.

Y ahora, el más difícil todavía

Acomodado en la silla de director y produciendo ejecutivamente (lo que demonios signifique eso) a diestro y siniestro, Abrams ha querido contar una vez más con ellos en esta 'Star Trek'. En sus manos ha dejado la responsabilidad de una historia mítica de la que nunca fue seguidor... y no le podía haber salido mejor. Farrucos de instituto provistos de reflejos y buenas frases, pijamas con hombreras —'protas' no esmirriados al contrario que los Nimoy y Shatner—, amistad, testosterona y montones de chistes por metro cuadrado dan lugar a una fresca película de aventuras, cantera de nuevos talentos y revestida de prestigio por la participación de Eric Bana, Jennifer Morrison ('House'), Ben Cross ('Carros de fuego') y Winona Ryder.

Según cuenta Abrams, Orci y Kurtzman —que en la actualidad escriben con él la serie 'Fringe'— fueron los causantes de que decidiera cambiarse de acera fanática y le pusiera los cuernos a su adorada 'Star Wars'. El truco (lo lleva contando desde que nos enseñara veinte minutos de su nuevo juguete en noviembre) es haber humanizado a unos personajes carentes de emociones en el original con los que era muy difícil empatizar. Los tripulantes de Robert Wise eran estáticos, tiesos como husos y seriotes.

Orci y Kurtzman, con libertad total para dinamitar las bases y reinventar que les dio Paramount, han obrado el milagro consiguiendo lo que no pudo el visionario George Lucas: retrotraerse al pasado para crear los personajes del futuro sin abandonar la adultez necesaria para que los disparos láser no se convirtieran en un festival de efectos especiales sin sentido. Abrams ha superado al maestro, pero las gracias tenemos que dárselas, sobre todo, a sus dos escribas.

Tráiler de la nueva 'Star Trek', de estreno el 8 de mayo


Trayectoria seleccionada (con Abrams)

  • Alias' (TV) (2001-2003)
  • 'La isla' (2005)
  • 'Mission: Impossible III' (2006)
  • 'Star Trek' (2009)
  • 'Fringe' (TV) (2008-2009)
  • 'Star Trek 12' (2011)

...y sin Abrams

  • 'Xena: La princesa guerrera' (TV) (1995)
  • 'Hercules' (TV) (1997-1999)
  • 'Jack of All Trades' (TV) (2000)
  • 'The Secret Service' (TV) (2004)
  • 'La leyenda del Zorro' (2005)
  • 'Transformers' (2007)
  • 'Watchmen' (2009) (retoques finales sin acreditar)
  • 'Transformers: Revenge of the Fallen' (2009)

Para saber más

19 abr 2009

Internet te da herramientas para ser el nuevo Spike Jonze (o Santi Zannou)

"Lo cierto es que puede parecer que lo han hecho con dos duros y muchas veces manejan unos presupuestos increíbles". El que habla es Santiago Zannou, Goya al Director Revelación 2008 por su chispeante 'El truco del manco'. De quien habla es de Spike Jonze y Michel Gondry, estandartes más visibles de la transición de los vídeos MTV al cine de calidad (una acera de dos sentidos, siempre vuelven). ¿Por qué habla? Porque fue videoclipero (Cycle, Marlango, La Excepción) antes de sacarse de la manga a El Langui —y a su multigalardonada historia de superación— y porque apadrina el primer Festival Internacional de Videoclips en Creative Commons que se desarrollará en Alicante a principios de julio.

La canción cedida para la promoción del FIVECC es del grupo Dinero. Mira la versión íntegra pinchando aquí

La idea es coger una cámara cualquiera —vale la del móvil, la que le 'tangas' a tu padre o la que regalan con los vales del periódico— y hacer un vídeo musical. Después lo tuneas con el software que te dé la gana (el libre es más barato, ya sabes), lo subes a internet con las distintas herramientas que provee la web 2.0 (Facebook, YouTube, Myspace, Flickr, Vimeo, etc.) y a jugar.

Prima la imaginación sobre la ultratecnología, ésa es la idea: que no nos perdamos al nuevo Jonathan Glazer español por no contar con los medios adecuados. "El talento es mucho más importante que los medios de producción", cuenta Zannou. "Yo he aprendido con los vídeos a ser rápido. Da lo mismo que seas Peter Jackson haciendo 'El señor de los anillos' que Albert Serra y su 'El cant dels ocells'; al final a todos nos acaba faltando pasta y hay que tirar de ingenio".

Ingenio es a lo que apela el reclamo colgado en la página oficial del festival, que ha optado por picar la curiosidad del personal con un clip lip dub, que combina el playback con medios de lo más rudimentarios. Así, el supermercado que hace las veces de escenario fue cedido durante 18 horas por el padre de una de las actrices amateurs, y los extras: todos coleguillas. "La referencia fueron los Ok Go, quienes, con un vídeo que costó literalmente 10 dólares, saltaron a la fama con más de 46 millones de visitas en YouTube", nos cuentan desde la organización.

Santiago Zannou con el Goya que le acreditó como Mejor Director Novel de 2008

Pero no se pide a los concursantes que hagan lip dub. Lo que hay que hacer es fomentar que todos esos grupos de garaje que proliferan en la ancha España se animen a hacer el chorras —o arte conceptual, todo vale— y lo pongan bajo la licencia de Creative Commons.

"¿Que por qué me decidí a sumarme a este proyecto?", repite Zannou: "Porque creo que si miramos el eslogan del festival, "Do it yourself", y el de mi película, "A mí no me digas que no se puede", tienen bastante que ver. Ambos fomentan la participación e gente joven con ganas de dar la vuelta a las cosas".

Curiosa es la iniciativa debido a la gran proliferación de festivales de largo y cortometrajes, pero, aparte de excepciones aisladas, los videoclips —que desde Los Beatles han tenido capital importancia en la difusión de la música—, pocas veces han contado con un protagonismo tan destacado. "Hay muchos festivales de cortos pero se necesitan más de videoclips", razona el director. "Con la imagen de un clip se puede llegar a muchas almas y contar cosas muy interesantes".

Él, que ahora se mueve en la liga de los grandes y se encuentra inmerso en agotadoras reuniones de preproducción para sacar adelante un nuevo proyecto en el que tirará de Elio Toffana (el hermano de 'El Langui' en 'El truco del manco'), distingue entre cortos y clips: "La esencia de las planificaciones de ambos es similar pero en los videoclips hay más elipsis e inmediatez". Éste y otros consejos y trucos (de manco y de no manco) se los contará a un grupo de 15 chicos con los que rodará en las calles de Alicante a lo largo de tres días —durante las fechas del FIVECC—, en los que tendrán a su disposición a tres grupos musicales. Todo un máster en dirección impartido por un genio emergente.

18 abr 2009

¿Cómo que Travolta va a hacer de Paul Newman? ¡Sacrilegio!


Paul Newman en su lecho de muerte no debía de tener toda la información. Cruise se acercó a su lado y le dijo a su mentor billarístico si no le importaría que actualizara el clásico 'Dos hombres y un destino'. "Es que con la crisis, en la industria debemos apostar por éxitos seguros", nos imaginamos engatusándole. Newman tenía que estar muy débil, o pensaba que Tom iba de farol, o que, cuando el cienciólogo concretara su proyecto, la obra maestra de George Roy Hill que le emparentó por primera vez con su amigo Robert Redford se haría aún más grande. No es que Cruise esté totalmente acabado. De hecho, 'Valkiria' no ha ido todo lo bien que se esperaba pero tampoco le ha molestado a nadie. Lo que pasa es que el compañero de juegos que se ha buscado es el orondo John Travolta.

Y es que lo que ha unido la cienciología parece que no lo debe separar el sentido común. Si hay algo que sobraba a raudales en el western crepuscular original era picardía, apostura, rebeldía y química. Lo que pueden ofrecer los dos discípulos de L. Ron Hubbard no va más allá de grititos (de Cruise), sobrepeso y alopecia (de Travolta) y ¿quizá un número musical? (Cruise los borda —ya lo vimos en 'Risky Business'— y Tony Manero, no digamos). Pero corriendo sin mirar atrás, muriendo jóvenes, dejando un cadáver bonito y toda esa mandanga, sinceramente, no nos los imaginamos. Ni siquiera creemos que vayan a estar a la altura de las corajudas Susan Sarandon y Gena Davis de 'Telma y Louise'; puede que su parecido más razonable sean los Ozores y Esteso de 'Al este del Oeste'.

No hay director confirmado, ni mucho menos; sólo una sarta de rumores que hablan de que Cruise se está entrevistando con buena cantidad de guionistas, que puede que Robert Redford se preste a hacer un cameo y que producirá United Artists con una importante rebaja del sueldo del marido de Katie Holmes para que el proyecto pueda llevarse a cabo. Ésas son las escasas pistas que desveló la semana pasada el rotativo británico Daily Express.

Lo mismito, vamos...

Sabemos que Travolta ayudó a 'salir del armario' a Tom en 'South Park' y que ambos comparten creencias religiosas, pero ésa no es excusa para que le deje pisar la alargada sombra de Newman. Un pase habría tenido que lo interpretara Cruise mismo: al fin y al cabo Scorsese le señaló como su sucesor natural en 'El color del dinero', pero entonces se daría lugar a un problema de edades (el Sundance Kid original —Redford— era 11 años más joven que Butch Cassidy —Newman— y Travolta le saca ocho años a Cruise. Al menos en eso hay cierta coherencia).

Se nos ocurren otros que tampoco estarían a la altura pero que al menos serían más dignos Cassidys: Sean Penn, George Clooney, Brad Pitt o Russell Crowe (apunta tus sugerencias donde los comentarios si es que no temes cometer sacrilegio). Mientras, nosotros te mostramos una serie de razones por las que esta noticia nunca debería haber existido:

  • Pincha en esta foto. Si te parece que el gángster Vincent Vega que Tarantino diseñó para Travolta en 'Pulp Fiction' estaba rellenito, mira lo que ha hecho la gravedad con él durante estos ¡15 años! (ya).
  • Pues eso, que la resurrección que le propició el director de 'Kill Bill' no ha sido bien gestionada por el actor-piloto. Lo mejor que ha hecho en este tiempo ha sido 'La delgada línea roja'. Y para quienes consideren que la obra maestra de Malick es un tostón, apuntamos una serie de argumentos que endiosan al extravagante director: 'Michael', 'Campo de batalla: La Tierra', 'Combinación ganadora' o 'El Castigador'.
  • En la foto de la cabecera podemos observar cómo la frente de Travolta empieza a parecerse a las pistas de aterrizaje que tanto le gusta frecuentar. Mientras, los rizos cenicientos de Newman siempre han sido el delirio de las nenas.
  • Sus ojos serán azules pero no son color azul-pilluelo como los de Paul.
  • ¿Os imagináis al gran Eddie Felson travestido de ama de casa bailonga y con cara de pan preñado? Por desgracia, a Travolta no os lo tenéis que imaginar.

17 abr 2009

Mi vida es una ruina (B. Goldmann & M. Wallack, 2007)


Peligroso el mensaje que se extrae de esta comedia treintañera: los kilos de más te hacen peor persona. No sólo menos atractivo, también más aburrido y pusilánime. Desde la hiperactividad del excesivo Bill (Aaron Eckhart), vemos a un paria con sueños de algodón de azúcar al que su mujer de perfectas medidas le engaña con el primer galán engominado que se encuentra. El rechazo le sirve de catarsis y comienza a cambiar de vida... desde la cáscara.

La historia, dirigida a cuatro manos por Goldmann y Wallack —ambos vírgenes en la materia, la segunda también guionista— da de sí lo que sus atractivos y solventes protagonistas. El desarrollo 'déjàvuitico' sólo arroja como sorpresas la inclusión de un par de niños en el reparto que no son motor real de nada y una Jessica Alba injustamente promocionada como coprotagonista. Su presencia sólo se entiende como la de un florero altamente cualificado que se disuelve al final del metraje.

Por lo demás, cabe destacar una lanza en pos de la normalización del colectivo homosexual y la transformación física del rubio protagonista, que sufre una metamorfosis de alrededor de 20 kilos para un papel por el que nadie le recordará. Eso sí que es ser profesional.

Valoración: 5/10

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Naranjo en flor (Antonio González-Vigil, 2008)


"Psicoanálisis y tango, esta película sólo podría haberse rodado en Argentina", ataco a su protagonista Eduardo Blanco cuando nos entrevistamos. No entra al trapo; me dice que que Nueva York y París son ciudades tan psicoanalíticas como Buenos Aires, pero del tango ni 'mu'. Él hace de policía (corrupto) y voy a su yugular. "Tampoco es nuevo lo de mezclar terapeutas con la benemérita, ya ocurrió en 'Tiempo de valientes'". Blanco contraataca, ahora sí, diciendo que eso si que no es patrimonio exclusivo de la Argentina, que Robert de Niro y Billy Crystal abrieron la veda hace mucho.

'Naranjo en flor' homenajea a un tango, nace en un crimen necesario y deriva en un encubrimiento surrealista. La trama se llega a enredar tanto que acaba por mezclarse el encaje de bolillos con la turbiedad que desprenden sus descacharrados personajes —por podridos y por disfuncionales—. Se gesta un romance que huele a rancio y a viciado y asistimos a escenas de sexo sucio y urgente, como urgente llega el final: un velo que tapa todo.

Blanco camina solo y me gusta en su versatilidad, pero qué duda cabe que su pasaporte hacia el protagonismo principal está siendo algo más amargo que el de su eterno compañero Ricardo Darín.

Valoración: 3/10

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