30 may 2009

Notorious (George Tillman Jr., 2009)


Sin restar un ápice de halago a una estructura tremendamente ágil a la hora de acercarse a la ascensión y caída de Notorious B.I.G., uno de los raperos más influyentes de los 90, no puedo más que expresar una sentida repulsa hacia el modo de vida defendido por el discurso de Tillman.

El hecho de elevar una oda a un tipo que hizo apología de la misoginia, el narcotráfico y la violencia armada no demuestra sino el mismo espíritu bandarra que, a tenor de esta documentación, ejerció el desaparecido rival de Tupac. Lo más grave viene cuando caemos en la cuenta de que el personaje no es así porque el mundo haya sido especialmente duro con él: hay otras maneras de salir adelante en Brooklyn, sólo que él prefiere la más rápida. Imposible no revolverse en la butaca al presenciar las caprichosas conductas de un talentoso rimador recordado por su sobrepeso, aunque resistimos anestesiados por la gran creación del debutante Jamal Woolard, toda una revelación.

Podría ir más allá en la enumeración de parabienes si no me molestara tanto que lo que hasta el minuto 118 trata de ser un documental ficcionado sobre la figura de Notorious devenga en su telón de cierre en un homenaje facilón y lacrimógeno hacia un tipo que no hizo sino multiplicar la violencia callejera con su prepotente discurso.

Valoración: 6/10

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29 may 2009

Los hombres que no amaban a las mujeres (Niels Arden Oplev, 2009)


Atendiendo a criterios estrictamente cinematográficos 'Los hombres que no amaban a las mujeres' es una película correcta. Ni apasionante, ni adictiva, ni digna de ser revisitada, pero en ningún caso molesta. Es un thriller poco convencional porque no tenemos costumbre de consumir cine sueco de género. Más familiarizados estamos con el yanqui o con el nuestro propio.

La frialdad expositiva de Niels Arden Oplev ayuda a conformar una trama investigativa aséptica y desapasionada, todo muy profesional. Los personajes, teatrales, conocen su papel en una ópera que pretende ser más de lo que es y se queda a medio camino.

Es un error pedirle alma al refrito de encargo que tenemos entre manos. Un puñado conductas chocantes por su disfuncionalidad (todas obra de Lisbeth Salander, con especial atención a sus arrebatos violentos) no son suficientes para elevar este odiseico ejercicio de condensación a otra categoría que no sea la de "film no molesto de usar y tirar".

Valoración: 6/10

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El milagro de Henry Poole (Mark Pellington, 2008)


Por culpa de una maldición china no soy capaz de preservar toda la inocencia que a veces es necesaria para afrontar una película sin prejuicios. (Exceso de nombres apelotonados en mi cabeza). Así, cuando leo "Mark Pellington" en los títulos de crédito iniciales, comienzo a buscar incoherencias con la elección de Luke Wilson como cabeza de reparto. El hermano hipermandibulado del payaso Owen lo mismo se pone tontuelo que grave. Debo decir que no soy gran fan suyo excepto cuando se encomienda a Wes Anderson ('Los Tenenbaums'). Pellington, director de la muy turbia 'Arlington Road', me da la pista de que no estoy ante una comedia, ni siquiera ante una comedia cínica.

Henry Poole es la actualización del Ben Sanderson de 'Leaving Las Vegas' en formato pusilánime. Bebe vodka con la cadencia de un hombre adherido a un embudo e ingiere cantidades políticamente incorrectas de rosquillas y pizza de pepperoni (un sabor que, por h o por b, peta más en USA que aquí) pero no tiene un objetivo en mente. El histórico personaje creado por el último Nicolas Cage entonado tenía el suicidio como firme meta. Poole, por su parte, simplemente se deja llevar (tiene una enfermedad terminal) con una única seña de identidad característica: un mal genio sin gota de sarcasmo 'housiano'. Demasiado poco mérito para que atendamos con interés a un desarrollo que se estanca en cuanto empiezan a aparecer todos los secundarios cargantemente amables.

Una mancha en la fachada del chalet del protagonista sugiere un milagro. Es entonces cuando la religión y las buenas intenciones de los entrometidos vecinos se emplastan sin vuelta atrás dando lugar a un discurso rancio que quizá en el papel quiso ser una denuncia contra la exaltación de la fe pero que a efectos prácticos queda en una mera sucesión de escenas desorientadas.

Valoración: 4/10

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¿Qué hacemos? ¿Vamos a ver 'Millenium' o no?

¿Cómo es Lisbeth Salander en tu cabeza? Porque nos resistimos a pensar que no te has leído ninguno de los libros de 'Millenium'. Todo el mundo los lee. Es una epidemia.

Este abogado no sabe con quién se juega los cuartos

'Los hombres que no amaban a las mujeres' y 'La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina', las dos primeras partes de la saga, han vendido más de un millón de ejemplares en nuestro país, exactamente la misma cantidad de retratos robots que se han creado los lectores españoles de la hacker sueca y sus airadas maneras. ¿Merece la pena ver cómo nos la han plantado en la pantalla y romper nuestra composición mental de la tatuada y arisca ídolo de masas?

El estreno de la primera parte (que hoy llega a nuestras pantallas) se anticipa en tres semanas al lanzamiento del póstumo fin de fiesta del escritor Stieg Larsson: 'La reina en el palacio de las corrientes de aire' (18 de junio). Si quieres mantenerte virgen, evita salir a la calle porque el asedio de carteles es aterrador. Lisbeth en el autobús, Lisbeth en el metro, Lisbeth en la sopa. Tiene el rostro de Noomi Rapace, una actriz de aspecto malhumorado, con flequillo ladeado, sembrada de piercings y collar de clavos.

No es una aproximación poco acertada, pero si resulta que eres un purista te puedes llevar tu cabreo. Es como cuando intentas comprar un 'best-seller' adaptado al cine y es imposible hacerse con un ejemplar que no haya sustituido la portada original por el póster de turno. Un atentado contra la imaginación. Seas fundamentalista de la obra del autor sueco o no, te ofrecemos una serie de pros y contras para que puedas decidir si engrosas, esta vez en forma de entradas de cine, las ya de por sí acolchadas arcas de la familia de Larsson:

Debes ir si...

  • ...quieres ser 'cool'. Si te gusta hacerte el interesante elaborando análisis comparativos de lo que se han dejado dentro y fuera. Así demuestras que eres de los que quieren tener toda la información para juzgar en consecuencia.
  • ...te apetece revivir la primera parte porque estás a punto de empezar a leer la segunda y se te ha olvidado un poco. Se tarda menos en obtener una visión panorámica de 'Los hombres...' en formato celuloide, envasado en apenas dos horas y media, que volviendo a enfrentarte a las más de 600 páginas del libro.
  • ...eres un fan absoluto que vive por y para Larsson. Del mismo modo que los acólitos de 'El señor de los anillos', 'Harry Potter' y 'Crepúsculo' prolongaron su romance cambiando de medio, tú, que prefieres las intrigas periodísticas a los mundos de fantasía, tienes aquí tu equivalente.

No debes ir si...

  • ...quieres terminar de leer los tres volúmenes antes de ver lo que el director ha hecho con ellos. Lo cierto es que la espera no te matará. El 18 de junio podrás adquirir el último y, con lo rápido que se leen, todavía estarás a tiempo de ver la peli en las pantallas. Esta es la opción más global y menos contaminante de todas.
  • ...eres un tiquismiquis. Si los cambios, reinterpretaciones y libres adaptaciones te molestan, ésta no es tu película. Ni por cast (a Mikael Blomqvist nos lo pintan bastante menos apuesto de como debería ser para lo mucho que suele ligar) ni por fidelidad hacia el original (hay tramas paralelas que desaparacen —se echa de menos sobre todo algo más de atencion a la trama judicial— y en el epílogo nos encontramos escenas pertenecientes a la segunda novela: batiburrillo). Para dar peso a este argumento, escuchamos a Noomi Rapace (la actriz que hace de Salander): "[Al enfrentarse al primer borrador del guión] No reconocía a Salander. Ella no habla nunca sobre sí misma y peleé para que una escena en la que lo hacía fuera suprimida".
  • ...te apetece verla pero no tienes demasiada prisa. Su factura de telefilme hace que el visionado en DVD no sea un sacrilegio. La fotografía es normalita y según hemos podido leer habrá una versión alternativa y ampliada que se proyectará en televisión. No se han dejado los cuernos en presupuesto: sabían que la gente respondería igual.
  • ...todavía no has leído el libro y tienes intención de hacerlo. Sería tirar piedras sobre tu propio tejado. Si hay una seña de identidad que tiene 'Millenium' es el poder adictivo que generan Lisbeth y sus comportamientos imprevisibles. Si alteras el orden, te gustarán menos ambos productos.

Recapitulamos:

Como ya te hemos dicho, 'La reina en el palacio de las corrientes de aire' se publicará en nuestro país el 18 de junio. Aquí puedes ver la cuenta atrás.

La versión cinematográfica de 'La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina' se estrena en septiembre y la tercera adaptación, en noviembre (ambas son fechas para Suecia). A nosotros nos tocará esperar un poco más.

28 may 2009

Álex de la Iglesia, nacido para reinar

Las elecciones a Presidente de la Academia de Cine han tenido menos chiste que las del Real Madrid. Por mucho paripé y fuego de artificio que haya habido en las campañas satelitales al advenimiento del gran Florentino, debería ocurrir una hecatombe para que el cetro blanco no sea de nuevo empuñado por el constructor todopoderoso.

Compatibilizará su nuevo cargo con su trabajo de director. En 'La marca amarilla' tendrá a sus órdenes a Kiefer Sutherland y a Hugh Laurie

Álex de la Iglesia no ha tenido ni eso. Ayer se cerró el plazo para que se presentaran las candidaturas a sucesor de Ángeles González Sinde y el de Bilbao, sin oposición, ya es dueño del puesto de manera tácita por incomparecencia de cualquier otro rival. Será investido el día 21 de junio con Icíar Bollaín y Emilio A. Pina como escuderos.

Se oía su nombre desde hace tiempo. Era sujeto recurrente en los corrillos de periodistas especializados después de que la guionista y directora aceptara suceder a César Antonio Molina como titular de la cartera de Cultura. El perfil del cargo hasta la fecha había sido mediano. El padre de la ministra Sinde(scargas) fue el primero en ostentar tal honor. Fue entre 1986 y 1988. Después vendrían Fernando Trueba (1988), Antonio Giménez Rico (1988-1992), Fernando Rey (1992-1994), Gerardo Herrero (1994), José Luis Borau (1994-1999), Aitana Sánchez-Gijón (1999 y 2000), Marisa Paredes (2000-2003), Mercedes Sampietro (2003-2006) y, finalmente, la saliente Ángeles González-Sinde (2006-2009). Todos tipos diésel a excepción de Fernando Rey, el más internacional de nuestros actores hasta la aparición de Banderas, Bardem y Cruz, y Trueba (dueño de dos Goyas y un Óscar).

La diferencia de De la Iglesia con este último es que él no tiene nada que demostrar (Trueba haría sus mejores cosas a principios de los 90). Con seis Goyas acreditados en su filmografía y reputado amo de la taquilla, llega —parece— con intenciones de cambiar las cosas en vez de buscar titulares. Lo único que podría conseguir si su aventura 'política' no salen bien sería emborronar su imagen pública. Todo que perder. A simple vista nos encontramos ante una vocación de servicio plena.

Nominado o no es de los pocos fijos en la gala de los Goya

"No tenía ninguna intención de presentarme, pero mucha gente muy distinta me lo pidió y eso me hizo recapacitar. La situación es muy complicada y necesita el apoyo de todos. Creo que la Academia ha hecho mucho por mí y quiero devolvérselo", explica hoy en La Razón.

Pero, ¿qué es lo que hace un director de la Academia, cuyas competencias son un tanto difusas y se confunden en ocasiones con las del ministro de Cultura o la del presidente del ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales)? Pues, grosso modo, gestionar subvenciones, dar el discurso de la gala de los Goya y salvar el cine. Esta última misión, en apariencia imposible, tiene nombre: la nueva ley aprobada en diciembre de 2007, que todavía no se ha hecho efectiva y abarcará desde la regulación de las desgravaciones fiscales (para atraer capitales ajenos al mundo audiovisual a la producción cinematográfica) hasta la creación de un nuevo fondo para películas en lenguas cooficiales. Ésa es la parte confusa.

La pirotécnica pasa por atraer de nuevo hacia la entidad a desertores constantemente peleados con el mundo como son Almodóvar y Garci. "No me ha prometido nada, pero me ha dicho que si algún día vuelve a la Academia será conmigo" declaró el bilbaíno la semana pasada. Garci, descolgado hace diez años después de la polémica desatada a raíz de la presunta compra de votos para que favorecer a 'El abuelo' en los Goya de 1999, puede esperar también su llamada. Son dos medidas inmediatas en su decisión firme de unir a la prensa y al cine, dos gremios a la gresca sobre todo desde que anteayer el director de 'Los abrazos rotos' 'declarara la guerra a El País' a través de su blog.

No vende humo. Sabe que la situación es difícil y que la generalizada antipatía del público hacia la actual situación cataclísmica de la industria no ayuda, pero él tiene varias teorías al respecto de lo que ocurre y de cómo se puede solucionar. Su carta abierta a los lectores el pasado febrero en el periódico de Prisa es reveladora al respecto:

Si queremos jugar en primera división, hay que mover el culo. Creo que es posible. ¿Cuál es la síntesis del proceso dialéctico? Eliminar de la tesis los elementos que producen contradicciones. En este caso, a mi parecer, la solución pasa por intentar que nuestro cine sea menos español, aunque suene fuerte decirlo. Abrir los contenidos a mercados internacionales.

Se antoja necesaria la figura de alguien con la cabeza (en apariencia) tan bien amueblada y un carisma aún sin mácula para declararle la guerra a la piratería y defender rabiosamente la propiedad intelectual sin perecer en el intento. De momento, su trayectoria inmaculada y una evidente falta de enemigos le avalan. De ahí a que pase a la historia por sus logros media un paso de gigante.

25 may 2009

Barça vs Manchester, más estrellas que en el cielo

Si se tratara de dirigir un documental centrado en un concierto de rock se lo encargarían Martin Scorsese o a Jonathan Demme. Son expertos en el tema. Pero como lo que toca es fútbol, no me cabe duda de que el elegido tendría que ser Spike Jonze, y no sólo porque sea un hacha filmando deportes poéticos, sino porque nos enchufaría una buena dosis de Queen o de Arcade Fire para aderezar los regates de fantasía de Cristiano Ronaldo, las demoniacas inversiones de juego de Xavi, las demoledoras apariciones en el área de Wayne Rooney e incluso relataría a cámara lenta al torbellino Messi para que no perdiéramos detalle de su talento impredecible.La esperadísima y merecida final de la Champions del miércoles, que enfrenta a Barcelona y a Manchester, definitivamente requiere la plasticidad de Jonze.

Danny Boyle, oriundo de Manchester, e Isabel Coixet, barcelonesa, serían Ferguson y Guardiola en la peli del partido.
 
Aún así, cómo quedaría el invento estaría por verse. Nadie, a excepción de John Huston ('Evasión o victoria'), ha filmado una buena película de fútbol. Y eso que en aquella ocasión el deporte rey era un simple MacGuffin, pero da igual, había mucho. Además salían Pelé, Ardiles y Bobby Moore... y, sobre todo, Michael Caine (y cualquier película que cuente con Michael Caine sube como dos puntos en una escala de 10).
El fútbol, ese gozoso deporte donde apenas se meten goles, excepto cuando el Barcelona visita el Bernabéu (2-6), no resulta muy cinematográfico por la gran cantidad de tiempo que requiere empatar y ganar (si no, que se lo pregunten a Oliver y a Benji). No hay triples desde el medio campo a falta de unos segundos ni albatros que hagan recuperar la diferencia de golpes perdida en una de golf de Kevin Costner. Tampoco hay 'home runs' ni resurrecciones boxísticas. En el 'soccer' no hay 'touchdowns' ni sprints en la última recta. Puede que en cuanto a sosería, sólo sea rebasado por el tenis. El tenis tampoco tiene una gran-gran película, a no ser que los aficionados a la melcocha británica vengan ahora reivindicando 'Wimbledon'.
Aún así, en un plano meramente teórico, da por fantasear con cómo sería la final de la Champions entre el Barcelona y el Manchester basándonos exclusivamente en referencias del mundo del cine:

Banquillo

Lo primero es empezar por un buen entrenador, a poder ser de la ciudad de origen. Como se antoja peliagudo peinarnos toda la historia atendiendo a sus gentilicios, ciñámonos a la actualidad. Siendo así, el álter ego de Sir Alex Ferguson sería Danny Boyle, nacido en la ciudad del algodón y elegido mejor director en la pasada gala de los Óscar. Para el lado culé, quién más noticiosa que Isabel Coixet, recién llegadita de Cannes con su 'Mapa de los sonidos de Tokio' todavía caliente bajo el brazo y premiada en el apartado de montaje de (precisamente) sonido. Este particular enfrentamiento, lo sentimos mucho, se inclina hacia el lado de Boyle, no por 'Slumdog Millionaire', que es bastante plasta, es que es el tipo que filmó 'Trainspotting', en la que Renton, Begbie y compañía pegaban sus buenos balonazos entre trapicheo y trapicheo. 0-1 para el Manchester en el minuto 4.

En el césped

Haremos ahora de Andrés Montes, ese señor de La Sexta que para no tener que memorizar los nombres de los futbolistas les asigna otros de actores. Yo, personalmente, veo el fútbol en un bar ruidoso atestado de hinchas del Atleti, con lo que hace mucho que no escucho a Montes, por lo que inventaré analogías de mi cosecha —sólo unas pocas— referidas a los que pueden desequilibrar:

 
En una adaptación al cine de la final, Sting podría hacer de Giggs;  
Jet Li, de Messi; Rodrigo Santoro, de Ronaldo y Bardem, de Xavi.

Así, me imagino por el lado inglés a Rodrigo Santoro haciendo de Cristiano Ronaldo (el Jerjes de '300' y turista accidentado en 'Perdidos' no es portugués pero casi. Nacido en Brasil, su cuerpo musculoso se acerca al del Balón de Oro); a Vinnie Jones (guarrete, protestón e intimidador pero no por ello menos magnético) para hacer de Rooney y a Sting, un viejo rockero, en el papel Ryan Giggs, un rockero viejísimo.
Si nos fijamos en el Barça, habría que buscar un demonio de Tazmania para que emulara a Lionel, alguien rápido, con ideas, voraz... Ya está, no es argentino pero sí bajito: Jet Li. Xavi, cerebro de la función, debería ser un tipo con los pies en el suelo, alguien agasajado por gran cantidad de premios y, sin embargo, sensato. Digamos que hablo de Bardem. Y para redondear el tridente (sé que se quedan algunos fuera pero hay un límite de espacio), Will Smith (rey de la taquilla) en la piel de Eto'o (rey de los goleadores).
De este modo, los duelos personales quedarían como sigue:
  1. Ronaldo (Santoro) - Messi (Li): Ninguno es buen actor pero Li es un artista piruetista capaz de derrotar a cualquier ejército de misma manera que 'La pulga' desmonta todas las retaguardias. El primero gana a guapo. El segundo, en carisma y todo lo demás. Empata el Barcelona en el 13: 1-1.
  2. Rooney (Jones) - Eto'o (Smith): Es un duelo muy desigual porque Jones es gracioso cuando se pone bruto pero aún le falta técnica. Will Smith también sabe de chistes (por su estancia en Bel-Air) pero es más maduro y versátil y sabe cambiar de registro si el partido se pone cuesta arriba. Se adelantan los españoles. "¡Menuda remontada sellada en el 42!", se oye gritar a un comentarista. 2-1.
  3. Giggs (Sting) - Xavi (Bardem): Xavi es Xavi; es campeón de la Eurocopa y ha llevado al Barça al doblete, pero la veteranía es un grado y Giggs, con 11 ligas a sus espaldas, viene de ser elegido mejor jugador de la Premier por sus compañeros. 2-2 iguala el Manchester con el tiempo casi cumplido. Nos vamos a la prórroga.

La prórroga

Se me ocurre un último factor de comparación a modo de desempate, tan arbitrario como un cara o cruz o los penaltis: "La película más emblemática de cada una de las ciudades que venga a la memoria". Al Manchester le adjudicamos 'Control', la biografía filmada de Ian Curtis (infeliz líder de los Joy Division), estrenada hace poquito y ambientada en una de las comunidades musicales más prósperas de los últimos 30 años. La movida madrileña en versión post-punk.

Para Barcelona, qué mejor exponente que esa postal gigante que fue el último Woody Allen, con el nombre de la Ciudad Condal impreso incluso en su ADN. Lamentamos decir que no siempre lo de casa es mejor y también, para los berrinchudos, que la vida no tiene por qué ser justa. Pese a que el Barça juega como los ángeles, esta última confrontación le ha venido de pena, porque nos gusta Woody —y cómo nos gusta— pero no éste. Si 'Control' son dos goles a favor de los 'diablos rojos', 'Vicky Cristina Barcelona' es lesión de Valdés y de toda la defensa blaugrana y otros tres tantos en contra.

2-7 a favor del Manchester. Es la porra que lanzamos desde la sección de Cine. La venganza de los blancos tiene nombre inglés.

Ya que no puedes ver la última de Haneke lánzate al videoclub

El casi septuagenario director austriaco Michael Haneke puede considerarse ya gran maestro. Hace ocho años se hizo con el Gran premio del Jurado de Cannes gracias a 'La pianista', en 2005 fue Mejor Director por 'Caché' en la misma plaza y ayer se llevó la Palma de Oro, que, según Tarantino, "es más importante que el Óscar". Así pues, damos una vuelta por el videoclub para repasar lo que había hecho hasta ahora este señor tan inquietante. Nos ponemos cronológicos, si os parece:

'El séptimo continente' (1989): El debut cinematográfico de Haneke llegó en 1989. Esta película, editada por Cameo hace tres años, es muy difícil de encontrar, pero los afortunados que puedan acceder a ella tendrán oportunidad de comprobar que sus constantes de violencia y comportamientos extremos enraizan ya en su primera producción.

'El vídeo de Benny' (1992): En revistas sesudas como Câhiers du Cinéma se apresuraron a poner su nombre encima del tapete como el de uno de los directores a seguir a sus 50 años. Tardía revelación. Benny es un joven que sufre desatención por parte de su familia en lo sentimental pero es compensado con una cámara de vídeo con la que graba la matanza de un cerdo con una pistola. Inspirado, el muchacho se contagia de la espiral de salvajismo.

'71 fragmentos de una cronología del azar' (1994): También muy celebrada en el momento de su estreno, daba por finalizada la trilogía del austriaco basada en el estudio de la violencia social. Ahonda aquí en un aspecto que le interesará mucho durante toda su carrera, el de que el espectador tome parte activa en el desarrollo de la obra. Retales inconexos —y muchas veces repelentes— conforman una cinta que fue multipremiada en Sitges.

'Funny Games' (1997) y 'Funny Games (US)' (2008): Es la película con la que finalmente despega la filmografía de Haneke, también para los grandes públicos. En ella, una familia acomodada sufre el ataque de unos sádicos de exquisitos modales que acaban destruyéndoles con la cadencia de la gota de agua que salpica un tejado. La violencia, siempre fuera de plano; la distancia bretchiana (por la cual el sádico nº1 establecía contacto con los espectadores) y la transgresión de la regla temporal (la cinta se rebobina cuando al malo no le viene bien algo de lo que ocurre) dan lugar a un fresco aterrador tanto más cuanta más frialdad desprende el director a la hora de juzgar a sus personajes. "El deber del arte es hacer preguntas, no arrojar respuestas. Y si la gente quiere respuestas más claras, tendré que pasar", llegó a decir al respecto de su tibieza moral. Fue la obra previa a su romance con Francia y vivió un 'remake' milimétrico el año pasado dirigido por él mismo. Sus fines eran puramente comerciales; el terror, el mismo.

'Código desconocido' (2000): Su película collage por excelencia. Un tratado sobre la incomunicación imperante en la sociedad actual. Una cadena de personas unidas sabiéndolo o sin saberlo. Una cámara incómoda que denuncia barbarie. Una película que no me quería dejar alquilar mi videoclubero porque, según él, no tenía sentido. "No, tranquilo, sé lo que hay. Es Haneke". Aún así me la expendió a regañadientes. Ésta fue la primera de dos colaboraciones con Juliette Binoche, que le suplicó un papel en cualquier cosa que escribiera.

'La pianista' (2001): ...algo parecido a lo que hizo Isabelle Huppert, que también rogó por un papel para el que tuvo que filmar secuencias de sexo al límite del buen gusto en una película radicalmente desagradable. La dificultad que siempre hay que presuponerle a Haneke a la hora de digerir cada una de sus entregas se multiplicó hasta el infinito y más allá con las escenas de automutilación de la masoquista Huppert (presidenta del jurado que ayer premió 'Das Weisse Band'). Virtuosa de día y ninfómana de noche.

'El tiempo del lobo' (2003): Marcó su vuelta a Austria. También con Huppert, también con amenza y también con familia desvalida y desahuciada, pero esta vez sin tanto éxito. Su énfasis en temas ya tratados y el vértice del que provenía hizo que la crítica le diera la espalda parcialmente por primera vez.

'Caché' ('Escondido') (2005):...sin embargo le costó poco recuperarse. Repitió con Binoche en un experimento francamente interesante: Un presentador de la televisión (Daniel Auteil) comienza a recibir vídeos por correo en los que aparecen grabados tanto él como los suyos en una progresión que aumenta en tetricidad paulatinamente. La policía se cruza de brazos porque no hay indicios de delito. Solos ante el peligro y el director de la barba blanca retorcido de placer sádico en su butaca.

Y éstas eran las últimas noticias que teníamos de él hasta ayer. 'Das Weisse Band' no tiene fecha de estreno todavía en España, pero si algo garantiza el escaparate cinematográfico más grande del mundo es que lo que premia es 'caprice des dieux', por lo que no desesperéis, pronto o tarde alguien la comprará y llegará.

22 may 2009

Vacaciones de ferragosto (Gianni Di Gregorio, 2008)


El guionista de 'Gomorra' es (ahora) un simpático sexagenario que hace diez años se vio en la ruina y marchó a vivir con su madre. Como le debía dinero al casero, éste le ofreció cuidar también de su madre durante las vacaciones a cambio de resetear sus deudas. Ése el el pretexto de 'Vacaciones de ferragosto', una comedia rebosante de autenticidad que se encuentra en el otro confín del mundo con respecto al resto de trabajos de Gianni Di Gregorio. Es director novel, pero eso no se le nota, ya que su fresco de anciandad no requiere grandes alardes, sino una cámara que recoja todo (hasta escenas robadas a las actrices no profesionales confiesa que utilizó) para después hacer un montaje donde prime, como diría Ray Heredia, la alegría de vivir.

La soledad y el desplazamiento de esos que ya no son tan operativos y a veces estorban no está expuesta con crudeza, sino con desenfado. Alegra encontrar a un tipo sencillo, carente de toda ínfula, que, para variar, pasa de aquello de "la letra con sangre entra" y opta por el "menos es más" contando en unos ajustados 83 minutos lo que en Hollywood habría llevado 113 y 20 millones de euros de presupuesto.

Valoración: 7,5/10

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Sueños de juventud (Jan Sverák, 2007)


La que ahora leen es la película más taquillera del cine checo. Procedo a elaborar una sinopsis: Un viejo profesor lleno de tics y medio turulato pierde los nervios por enésima vez con sus alumnos de generación 2.0. Le echan la bronca. Se retira. Busca un trabajo no cualificado para no pasar el tiempo con su arrugada esposa. Como se aburre porque es más listo, o así lo cree, que sus compañeros del trabajo no cualificado con los que ahora comparte taquilla, decide hacer de demiurgo amoroso intentando repartir por doquier la estabilidad que es incapaz de conseguir. Fin de la sinopsis.

Por su senil y antipático personaje Zdenek Sverák (padre del director y fetiche que le llevó a conseguir el Óscar extranjero en 1996 por 'Kolya') se merecería una cruz en la lista de los personajes más tontainas que hemos visto últimamente. Sin embargo, una actuación portentosamente naturalista hace que le salvemos de la quema y pasemos a cebarnos con el discurrir errático de la historia a partir de la primera media hora, momento en que comienza un desfile de ensoñaciones de viejo verde cachondón que chocan con el estilo sobrio del planteamiento que habíamos adivinado y aceptado de buen grado.

Los secundarios, poco carismáticos, tampoco hacen que nos enganchemos a lo que está por venir, y al final de todo queda una sensación de que es imposible, por mucho que nos esforcemos, que entendamos las razones por las que nuestros hermanos los checos se gastan dinero en tropel para observar el atardecer de un viejo cascarrabias bastante entrometido. Aunque quizá ellos se hagan la misma pregunta cuando ven 'Torrente'.

Valoración: 4/10

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La belle personne (Christophe Honoré, 2008)


Christophe Honoré repite con su actor preferido, Louis Garrel (el hijo de Louis, aclamado director), el moreno de 'Soñadores' —para quienes quieran ponerle cara—; un tipo que, en tiempos de reivindicación permanente de Heath Ledger como heredero natural de James Dean, podría disputarle el trono cualquier lunes por la tarde. El eterno adolescente, interpreta a un mujeriego profesor de italiano en un colegio atemporal y su magnetismo es tan evidente que docentes y alumnas se lo disputan con vehemencia. En el momento en el que se disipan las escalas jerárquicas, el vodevil queda servido, y sólo falta un elemento más —la aparición de la chica morena de cabellera eterna, piel dieciochescamente pálida, y ojos de azul ultramar (Léa Seydoux, repescada por Tarantino en 'Inglorious Basterds')— para que todos enloquezcan de amor.

Es exagerada la propuesta del director, quizá innecesariamente explicativa y muy cercana en ocasiones al 'remake' de cualquier comedieta de instituto, pero hay ciertas claves que le confieren permanencia, seguramente derivada de su punto de partida original, la novela 'La princesa de Clèves' (1689). No hay nada más identificable que el desgarro ni nada más familiar que el mangoneo sistemático de las emociones humanas ajenas por parte de los poderosos. Aquí los pantalones se invierten en un par de ocasiones, pero, observen a la chica del cartel adjunto, una persona así de bella, si además es extraordinariamente complicada, tiene siempre todas las de ganar. Ah, y no se preocupen, no es como aquella 'Fierecilla domada' que manoseó Jil Junger y se llamó '10 razones para odiarte'. Aquí no hay chistes ni soluciones fáciles.

Valoración: 9/10

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20 may 2009

De aquí bebe Quentin

Ya se han puesto de largo los 'Malditos bastardos' y parece que no va a ser ésta la edición en la que Tarantino repita Palma de Oro. El resultado, según los primeros barómetros: irregular. Redonda por partes, excesivamente alargada en otras. Quien más y quien menos conoce su costumbre de elaborar collages impresionistas de sus pelis de cabecera —deuda de sus tiempos de videoclubero—, por lo tanto: ¿Serán los retales buenos deudores de Kubrick, Godard o Hawks? ¿Y los malos, de Kevin Reynolds, Roger Corman o Tony Scott? Porque a todos ellos ha dicho admirar en una ocasión u otra.

Quentin Tarantino, ese gran copión

La biografía de Quentin Tarantino 'A bocajarro' (Wensley Clarkson), publicada en 1995, cuando resonaban aún los rendidos aplausos a 'Pulp Fiction' y 'Jackie Brown' era apenas un boceto, arrojaba —en un miniepílogo de tres páginas— uno de los documentos imprescindibles para entender al autor más iconoclasta de la cinematografía actual (con permiso de Lars 'Soy el mejor del mundo' Von Trier). Titulado "La lista estrictamente oficiosa de las películas más cojonudas de todos los tiempos según Quentin Tarantino", no tiene desperdicio.

En la tabla sorprende no encontrar apenas clásicos y, pese su gusto declarado por todo lo que huela a oriente, tampoco demasiadas rarezas del continente asiático. Podemos comprobar, eso sí, la rendida veneración que profesa al francés Jean-Luc Godard, quien, con cinco títulos entre sus ochenta favoritos (hasta 1995, que no se nos olvide), es el rey.

Pero, para reinas, las películas que ocupan su podio: 'Río Bravo' (Howard Hawks, 1959), 'Taxi Driver' (Martin Scorsese, 1976) e 'Impacto' (Brian de Palma, 1981). De la primera de ellas no dudó en decir: "Cuando voy en serio con una chica la llevo a ver 'Río Bravo' y más vale que le guste". Algo parecido a lo que le ocurría al Clarence de 'Amor a quemarropa' (su tercer guión), cuando se enamoraba de una prostituta sólo porque ésta le hacía creer que era fan de Sonny Chiba como él.

No caben tampoco todas esas películas españolas de nuestro Jess Franco citadas por él gran cantidad de veces y de las cuales compró carteles en una de sus visitas a Madrid (carteles que luego emplearía en los decorados de 'Death Proof').

Así pues, nos encontramos una fauna diversa que desafía cualquier ortodoxia y mojigatería de la crítica tradicional. ¿Que te gusta el cine comercial? Eres como Quentin. ¿Que pasas de Orson Welles, de Coppola, de Billy Wilder y de Chaplin pero adoras a Brian de Palma, a Oliver Stone y a Robert Zemeckis? Eres como Quentin.

No te ruborices nunca más a la hora de confesar que te chifla 'Sexo en Nueva York, la película' o 'Una mente maravillosa'. Di que eres como Quentin y ya está.

Os mostramos ahora un extracto de las 10 películas que más nos han chocado de su lista:

Y además

  • Pincha aquí para consultar la lista entera (en el apartado 'Alerta Tarantinófilos')

19 may 2009

Nuestro director más original se quiere embarcar en el género menos original

Y pensábamos los españoles que con Almodóvar estaba todo el pescado vendido, que íbamos a tener que rapiñar el ruido de fondo de lo que opinaba la virgen prensa extranjera para tener noticia. El relaciones públicas de la Mancha, hombre orquesta de profesión, necesitaba escupir un titular para reanimar las rotativas españolas en las ediciones de mañana una vez que la carrera comercial de 'Los abrazos rotos' anda casi extinta ya por estos lares. ¿Su joya? "Voy a dirigir una película sobre la guerra civil". Nuestro director más original se embarca en el género menos original.

El manchego se siente en su salsa entre los flashes de Cannes

Igual que se dice eso de que el western es el género por antonomasia y que no ha existido un baile más sexy que el de Rita Hayworth en 'Gilda', siempre se ha relatado que la nuestra Guerra Civil ha sido la contienda más revisada por el cine en toda su historia.

Muestras hay a patadas, muchas de ellas meritorias. Las dos últimas décadas han sido especialmente prósperas en cuanto a acercamientos serios y esforzados con algunas de las mayores figuras de nuestra cinematografía presentando su singular visión. Pero si singular hay alguien en nuestra industria, ése es Almodóvar, cineasta de cartera infinita con varias películas a medio escribir.

Todo parece indicar que lo siguiente a lo que hincará el diente será la comedia que tan abandonada tiene y que el público le demanda desde hace tanto ("Ahora mismo estoy dividido entre varias historias. Tengo también una comedia, que, como todo el mundo me la pide, me siento casi obligado a hacerla"), así que puede que el aviso de hoy no haya sido más que un golpe de efecto destinado a robarle los pocos flashes que le pudieran corresponder a su coprotagonista de la Sección Oficial, el italiano Marco Bellocchio, que presentaba hoy 'Vincere'.

Lo curioso con Almodóvar es que él, que nunca se ha circunscrito a ningún género —ahora empieza a darle al 'noir' pero con sus señas intactas—, se meta en una película de etiqueta tan clara a estas alturas. Aunque puede que, en una cinematografía tan personal, lo más personal sea volverse impersonal (se entiende, ¿verdad?). Eso sí, no nos esperemos tiros. "No va a haberlos y no va a haber contienda. Se va a hablar de otras cosas, de seres que ahora viven y que en ese momento eran muy jóvenes". Más concretamente del escritor Marcos Ana ('Decidme cómo es un árbol', novela cuyos derechos ya ha adquirido), "un superviviente de la cárcel franquista. Estuvo 25 años allí, desde muy joven. Salió con 42 y había entrado con 16, así que le tocó la guerra de adolescente".

Cuando se presentó en Madrid 'La mujer del anarquista' el pasado enero, un periodista preguntó "¿Otra sobre la Guerra Civil?", a lo que Enrique González Macho, distribuidor de la cinta, saltó, adjudicándose la respuesta que debía entonar la directora: "En España se estrenan al año 160 títulos y sólo uno o dos tratan este tema". Así que no, no son muchas, parece ser.

Gusto por la novela en cuestión o ganas de hacer mejores cosas partiendo de la misma base que reputados paisanos como Carlos Saura (¡Ay, Carmela!, 1990), Vicente Aranda ('Libertarias', 1996), Fernando Colomo ('Los años bárbaros', 1998), José Luis Cuerda ('La lengua de las mariposas', 1999 y 'Los girasoles ciegos', 2008), Montxo Armendáriz ('Silencio roto', 2001) y Emilio Martínez Lázaro ('Las 13 rosas', 2007) o genios importados como Ken Loach (Tierra y libertad, 1995) y Guillermo del Toro ('El laberinto del fauno', 2006), lo cierto es que habrá que esperar para ver si al final lo que ha parecido un golpe maestro tira para alante o se queda en agua de borrajas como tantos y tantos proyectos de nuestro director más universal, uno cuya cabeza va más rápido que su cámara.

18 may 2009

¿Quién es el mejor director de todos los tiempos?

Lars Von Trier se ha tirado un triple hoy en Cannes. Su 'Anticristo' no ha gustado pero no es de los que agachan las orejas. El danés prefiere tensar la cuerda haciendo de su capa un sayo. Que le dicen que su peli es un truño impresentable, pues él responde: "No tengo que justificarme. Yo hago películas y ésta es fruto de la voluntad de Dios. Además, yo soy el mejor director de cine del mundo". Lo más seguro es que después de casi doce décadas de historia del cine su frase sea un poco hiperbólica. ¿Tendrá abuela Von Trier? ¿Será una terapia de choque por baja autoestima prescrita por algún psicólogo escandinavo?

Lars Von Trier ¿'El Grande'?

Es que se vienen muchos nombres a la cabeza antes que el suyo, al menos a la de este redactor. ¿Habrá tenido Lars en cuenta a Chaplin, a Griffith, a Murnau, a Lang y a Eisenstein? ¿A Hawks, a Welles, a Hitchcock, a Buñuel, a Ford, a Bergman, a Kurosawa y a Wilder? ¿O a Woody Allen, a Clint Eastwood y al resto de moteros tranquilos y toros salvajes del cambio generacional de los 70?

Si nos ceñimos sólo a los contemporáneos —porque seamos justos, su triple ha sido de 8 metros pero no desde el otro campo (no ha dicho "Soy el mejor director de cine de todos los tiempos", sólo "Soy el mejor director del mundo"), es verdad que el espectro se reduce, pero, jo, es que el mundo es muy grande y ese tipo de juicios, muy subjetivos.

Aún con todo lo deplorable que tienen las listas etiquetadoras, la versión online revista Empire publicó hace cuatro años una encuesta realizada entre 10.000 lectores variopintos para otorgar tan goloso trono. En aquella ocasión se impuso Spielberg y ni rastro de Von Trier. ¿Montaría en cólera o es que por entonces no lo era todavía y resulta que 'Manderlay', 'El jefe de todo esto' y 'Anticristo' le han hecho saltar 40 puestos?

El top ten de Empire fue:

  1. Steven Spielberg
  2. Alfred Hitchcock
  3. Martin Scorsese
  4. Stanley Kubrick
  5. Ridley Scott
  6. Akira Kurosawa
  7. Peter Jackson
  8. Quentin Tarantino
  9. Orson Welles
  10. Woody Allen

Para los más puristas os dejo esta otra, elaborada por la revista Sight & Sound (aquí votaron críticos):

  1. Orson Welles
  2. Alfred Hitchcock
  3. Jean-Luc Godard
  4. Jean Renoir
  5. Stanley Kubrick
  6. Akira Kurosawa
  7. Federico Fellini
  8. John Ford
  9. Sergei Eisenstein
  10. Francis Ford Coppola

Pero seguro que también sobre estos listados también se os ocurren diabluras. Bueno, ¿qué hacemos?, ¿le damos la corona a Lars o qué?

Robin Wright, la princesa indie

Tiene 43 maravillosos años. Su cutis ya no es el que lucía en 'Santa Bárbara', de adolescente, pero aguanta. ¡Qué leches 'aguanta'! Robin Wright 'rulea' (como castellanizan los mexicanos). Fue proyecto de princesa de toda una generación —la de los 80— al ennoviarse (contra su voluntad) con el pérfido heredero Humperdinck cuando seguía enamorada de su Wesley en 'La princesa prometida'.

No se puede ser más guapa que Robin Wright

Desde entonces, uno de los debuts más asombrosos en años no ha hecho otra cosa que pulirse como ese vino bueno que aguanta en la barrica hasta que el sumiller descorcha. No ha desparramado su talento en superproducciones, sino que siempre ha buscado lo arriesgado, lo difícil, lo no inmediato. Buttercup, que está cerca de dejar de ser Robin Wright Penn después de que Sean la obviara en el discurso de agradecimiento en los pasados Óscar, pasea palmito estos días por Cannes. Y nadie —modelos, actrices o fans adolescentes— desprende tanto brillo como la 'princesa indie'.

Porque hay que ser muy indie para dejar correr 'Sabrina (y sus amores)' (1995), 'Batman Forever' (1995), 'Robin Hood, el príncipe de los ladrones' (1991) y 'La tapadera' (1993), si bien es cierto que las razones para estas dos últimas bajas tuvieron nombre propio: Dylan y Hopper, los hijos que comparte con Penn, con el que empezó a vivir en el 91. Aún así, los rumores dicen que entre 1995 y 1997 rechazó no menos de 14 papeles.

Una carrera que había comenzado como modelo se vio rápidamente respaldada por tres nominaciones a los Emmy por el culebrón que le sirvió de escaparate. Nunca renegó de él: "Fueron mis clases de actuación, un entrenamiento con sueldo. No esta mal, ¿verdad?". No sufrió una transición dramática como la de otras 'tops' que nunca fueron tomadas en serio (Claudia Schiffer, Eva Herzigova, Elle McPherson, cuerpo y ya). Quizá uno de sus espejos más claros sea Andie McDowell, que empezó dubitativa en 'Greystoke: La leyenda de Tarzán' y acabó por consagrarse. Lo que pasa es que Robin no se dedica a anunciar cosméticos. Lleva su madurez con dignidad y sentido del humor. "Elegir el tipo de papeles que hago se está convirtiendo en una especie de mal hábito. Cada vez que hay que interpretar el registro de maniaco-depresiva cercana a los 40 salto: 'Hey, aquí estoy yo'". Indie total.

Después de hacer 'Forrest Gump' (era la Jenny de "Jenny, puede que no sea muy listo pero sé lo que es el amor") se puso en el ojo del huracán. Una nominación al Globo de Oro por su torturada preciosidad fijó la atención de nuevo en ella tras haberse prodigado muy poco desde su debut. "¿Dejará los biberones y a su maridito y cogerá lo que es suyo?", se preguntaron al unísono todos los productores. La respuesta fue un gran no. Escudera de su marido, comenzó a aceptar (pocos) papeles pequeños en pelis grandes ('El protegido'), papeles grandes en pequeñas pelis ('Nueve vidas', 'Loved') y presencias en casi todas las dirigidas por Penn. A la sombra de su sombra. Haciendo menos dólares en taquilla que críticas positivas. Robin, esto es un axioma, nunca ha hecho una mala interpretación.

Robin Wright, Isabelle Huppert y Asia Argento, jurados las tres en Cannes 2009

Y nos plantamos en 2007, cuando la pareja empezó a flaquear. A partir de ahí la cuesta que dibuja su relación es pronunciada. Que si Penn es un 'vivalavida', que si me separo y aparezco en la fiesta post Óscar del brazo de Petra Nemcova, que si me voy con la primera que se pone a tiro, que si me vuelvo a juntar... Y Robin, estrella como él, en penumbra como siempre. Ella no daba titulares, simplemente se puso a trabajar: 'Hounddog', 'What Just Happened', 'The Private Lives of Pippa Lee'... Indie, indie, indie.

Los que preferimos a Jennifer Aniston antes que a Angelina nos pusimos contentos cuando la pareja Wright Penn se reconcilió, pero ha debido ser un reencuentro de lo más movidito, un cocktail que hace unos pocos días volvió a estallar. Dicen que es porque Sean se nos ha enamorado de Natalie Portman, con quien compartió plaza en el jurado —precisamente— de Cannes el año pasado. Qué mal gusto, ¿no, Sean? Osea, que la Portman no está mal, pero podrías ser su padre. Y por muy Amidala que fuera, nunca fue tan grande como 'la princesa prometida'.

A todo esto, Wright sonríe. La procesión, seguro, va por dentro, pero ella entreabre los labios y nos enseña su gesto perfecto posado tras posado. Cannes puede acabar siendo un fracaso rotundo en cuanto a calidad, pero no en cuanto a esplendor. No mientras ande por ahí Robin, la princesa indie.

14 may 2009

Fighting. Puños de asfalto (Dito Montiel, 2009)


Para Channing Tatum no hay crisis: le salen los proyectos por las orejas. Después de participar en las dos partes de 'Step Up!', en una de Amanda Bynes y en 'Memorias de Queens', 'Fighting' es su papel más lucido, el que le puede asomar a las grandes audiencias. Y si no es éste, será el de 'Enemigos públicos', el de 'G.I.Joe' o su participación en la nueva del sueco Lasse Hallström, las tres por venir.

Pero volvamos a 'Memorias de Queens', el refrescante debut de Dito Montiel hace tres años. Volvamos a Nueva York y volvamos a la lucha por la superviviencia y a la búsqueda de la identidad, que es lo que se le da bien al dire. Su ópera prima no pasó desapercibida —tanto fue así que fraguó en gran parte la recuperación de Robert Downey Jr.— y ahora la industria le quiere, los productores le quieren, todos quieren a Dito. Y Dito quiere a Channing, un veinteañero fibroso con más músculos que técnica interpretativa pero con el carisma que le da su aura de perdedor. Es muy peleón pero honrado. Se expone cuando de amar se trata y resulta un cruce entre el Ralph Macchio de 'Karate Kid' y el Edward Norton de 'El club de la lucha'. Su personaje, Shawn, un vendedor de baratijas reconvertido en coloso de la lucha callejara, anda pelado, sufre la crisis de cerca, pero no Tatum. Tatum está bien lozano.

Levantad las copas porque es el momento en que las 'majors' visten de 'A' a las series 'B'. Lo que no es del todo molesto. A veces, incluso, ayuda a pasar el rato.

Valoración: 6/10

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El albergue rojo (Gérard Krawczyk, 2007)


Gérard Krawczyk, que es un tipo acostumbrado a rodar acción francesa, se acomoda en un albergue diecinuevesco para fijar su cámara en una panda de tarados de talla mayor. Pero no es que se le haya ocurrido el vodevil, es que a veces la realidad supera a la ficción. Honoré de Balzac ya cronificó en 1931 los sanguinarios sucesos acaecidos en una posada en la que los huépedes no sobrevivían a su primera noche, pues eran asesinados por los anfitriones con sus alforjas como móvil. Dos versiones cinematográficas había conocido hasta la fecha esta tétrica historia, aunque, sin duda, la presente, con comediantes del prestigio de Christian Clavier ('Los visitantes'), Josiane Balasko ('Felpudo maldito') y Gérard Jugnot ('Los chicos del coro'), es la más ambiciosa.

No es humor para todos, sino para curtidos admiradores del chiste transpirenaico más básico. Para que os hagáis una idea, los tiros van más por 'Astérix' que por 'La cena de los idiotas'. Se advierten mejores intenciones que resultados en este enredo descafeinado en el que un grupo de aristócratas dan a parar con sus huesitos en la casa de los líos. Entre ellos, un curilla (Jugnot), que juega a dos bandas.

A los que os interese sorprenderos, os aconsejo que ni se os ocurra echar un vistazo al tráiler adjunto. Sería como pagar la entrada de algo que ya habéis visto.

Valoración: 4/10

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13 may 2009

Cine de cinco tenedores

Hace unos pocos años, sólo unos pocos, cuando los videoclubes no eran una entelequia, solía visitar con frecuencia la sección gourmet del Blockbuster (fijaos en que no estoy haciendo publicidad porque la empresa quebró hace tres años en España). Ellos llamaban 'Independiente' a esa sección que ocupaba apenas dos minoritarias baldas, pero yo la rebauticé porque no era nada extraño encontrarse con perlas cinematográficas (y gastronómicas) de toda nacionalidad.

Los protagonistas de 'Deliciosa Martha' se lamen las heridas mientras cocinan

Las primera anécdota que me viene a la cabeza al respecto es la cantidad de tiempo que estuve en lista de espera para alquilar 'Deliciosa Martha', el particular tributo que hizo la alemana Sandra Nettelbeck a la cocina de su país. La razón: que de tan alquilada que estaba la copia de mi barrio, se rayó y tuvieron que reponerla, y como sólo trajeron un repuesto, la espera fue eterna. A pesar de todo, la espera mereció la pena: en este fenómeno 'indie' del 2000 se mezclaban postales culinarias minimalistas con drama familiar lacrimógeno pero no manipulador. El punto de nieve salió tan bien, que los americanos vinieron con dinerito y Catherine Zeta Jones a rehacer lo que ya estaba bien en una de sus habituales muestras de falta de ingenio: 'Sin reservas'.

Estadounidense también fue 'Super Size Me' (2004), en la que el documentalista gonzo Morgan Spurlock se atiborraba de Big Macs durante un mes para demostrar que la fast food perjudica seriamente a la salud. Si es que este artículo sirve en algún momento para clarificar las idiosincráticas aportaciones de un país a la gastronomía global, ningún caso está más claro que éste. Las hamburguesas, reflexionadlo con calma, son una realidad que nos afecta a todos. Esta comedia estupendamente montada ganó el premio a la mejor dirección en Sundance y fue nominada al Óscar.

Justo después de comprobar que la cosa estaba funcionando, que la comida despertaba el apetito cinéfilo de las audiencias quejumbrosas por tanto efecto especial, los distribuidores se tomaron en serio eso de darle al pueblo su opio y comenzaron a reeditar. Es lo mismo que ocurre cuando estrenan una secuela en el cine, que te envuelven con lacito diferente el DVD de la entrega anterior. Si acaso se nos habían pasado 'Comer, beber, amar' (1994), del ahora archifamoso cineasta chino Ang Lee, ellos nos lo redescubrían. Estaba en la estantería de la 'C', la misma en la que un poco más abajo encontrábamos 'Como agua para chocolate'. Mexicana, sensual y desgarrada, un buen ejemplo de cómo el combo comida y deseo no sólo tenían cabida en '9 semanas y media' (o en su parodia de 'Hot Shots').

Se rumorea que los pechos de Pe sabían tortilla de patata en 'Jamón, jamón'

Y hablando de comidas que abren el apetito sexuarrl, no podemos dejar fuera a la española 'Jamón, jamón' (1992), en la que los pechos de Penélope Cruz, por lo visto, sabían a tortilla de patatas con cebolla. Eso si que es una buena 'Dieta mediterránea', la tortilla, digo. Y hablando de lo último de Paco León, fijaos si seguirá la tendencia reinante que este año acudió a Berlín a un ciclo de Cine y Comida, en la que se degustaban distintos platos tras las proyecciones. Es un cajón en el que muy bien podría haber entrado el año pasado 'Fuera de carta' (2008), la alocada comedia de Javier Cámara que se pegó un atracón en la taquilla.

¿Qué más países han hecho homenajes al arte de 'papear'? A ver... sí... Está 'El festín de Babette', proveniente de la Dinamarca pre Dogma, en la que la chica francesa del título invita a todos los puritanos habitantes de la aldea danesa que la ha acogido a una cena de chuparse los dedos. Como demostrar sus emociones parece una frivolidad, los lugareños meapilas intentan contener su orgasmo culinario en una propuesta que mereció el Óscar a la mejor Película Extranjera de 1987. Y por muy Óscar que fuera, minoritaria; no como 'Chocolat' (2000), que, dirigida por un sueco, también nos lleva a Francia, donde la Binoche endulzaba a todo un pueblito con sus chocolates afrodisiacos. La hiperglucemia que producía su romance con un gitano Johnny Depp no quitaba para que tuviéramos ganas de atiborrarnos de M&M's justo después de que acabaran los títulos de crédito.

Dulce también —bueno, agridulce, que tenía su buena dosis de lágrimas— fue 'Un toque de canela' (2003), el botón griego de esta muestra. En realidad, podemos decir que Turquía también tuvo su parte de peso en este caso, pues el protagonista, Fanis, debe viajar a Estambul a reencontrarse con su abuelo enfermo, dueño de una filosofía de vida ligada a la cocina que le resulta toda una epifanía.

Tráiler de 'Vacaciones de ferragosto'

De un plumazo nos hemos barrido casi todo el globo, y, mientras damos paso al último párrafo en el que hablaremos de 'Vacaciones de ferragosto', italiana, de estreno la próxima semana, nos preguntamos: ¿Y por qué será que los ingleses aún no han tenido huevos de hacer la suya propia si casi siempre resultan un éxito de crítica y público?

Pero bueno, al tajo, que a falta de la reseña del próximo viernes, conviene avanzar un par de pinceladas sobre uno de los más recientes fenómenos fílmicos del país transalpino: Gianni es un sesentón que vive con su madre y está hasta el cuello de deudas. Para que el casero le condone los gastos de comunidad acumulados durante varios años accede a hacerse cargo de la madre de éste durante dos días de fiesta. Pero la madre no viene sola sino que acaba montándose un geriátrico improvisado en la casa. Con tanta anciana rebelde, Gianni se vuelve loco y su único consuelo es la cocina. Mal hecho, amigo, que tu comida exquisita es la que las pone como motos. 'Vacaciones de ferragosto', una película que, si siquiera existiendo el Blockbuster de mi barrio (y el del tuyo), iría directa a la sección de 'delicatessen'.

El abc (d,e,f...) de Cannes 2009

Desde hoy hasta el día 24 no se hablará de otra cosa en el planeta cine. El festival de Cannes es la estrella de mayo año tras año. Sección Oficial, paralelas, estrellas, españoles... lo que se te ocurra, en cómodo formato alfabético, aquí lo tienes.


Un cartel de la 62 edición del Festival de Cine de Cannes (Francia), en el Palacio de Congresos

'Agora', de Alejandro Amenabar ('A' al cubo, pues, para empezar) se podrá ver por primera vez en la Sección Oficial del concurso, eso sí, fuera de competición.

Buñuel, muy de actualidad por su biopic de adolescencia 'Sin límites' (estrenado el pasado viernes), fue el último español en hacerse con la Palma de Oro. Fue en 1961 con 'Viridiana'.

El Cartel de este año está basado en la película 'L'Avventura' (Michelangelo Antonioni, 1960), "una obra intemporal de un maestro del cine", según declararon los responsables del festival.

Echad un ojo a esta serie de Datos curiosos sobre la historia del festival compendiados por la agencia Reuters. Destaca el hecho de su no celebración entre los años 48 y 50 debido a su falta de financiamiento. Pese a que este año hay tambores de crisis, no ha peligrado en ningún momento.

Esta es la Edición número 62 del evento. Su importancia siempre ha ido en aumento hasta convertirse en la cita festivalera de más prestigio de cada curso.

Francis Ford Coppola ha dado finalmente su brazo a torcer y presentará 'Tetro' en la Quincena de Realizadores. Al principio se negó porque consideraba indignante no ir a concurso en la Sección Oficial. Recordemos que nuestras Maribel Verdú y Carmen Maura comparten protagonismo con Vincent Gallo.

Glamour a raudales es una promesa que difícilmente incumple La Croisette. Si hay una alfombra roja garbosa aparte de la de los Óscar es ésta. Parece que, si finalmente acude, quien más flashazos se llevará este año será Brad Pitt, muy actualizado por sus peleas con Angelina Jolie. Tampoco están confirmadas todavía las presencias de Penélope Cruz y Jude Law, a pesar de que presentan película. Con quienes sí se podrá contar durante todo el festival será con George Clooney, Hugh Jackman, Gael García Bernal, Martin Scorsese (padrino de la selección de cine clásico de este año) y los hermanos Dardenne (que impartirán una clase magistral de dirección).

La catalana Isabel Coixet irá a concurso con su aventura japonesa 'Mapa de los sonidos de Tokio'. Algunos compañeros que ya han tenido oportunidad de verla hablan maravillas de ella.

El Jurado de la Sección Oficial estará presidido por la actriz Isabelle Huppert ('La pianista'). La acompañarán en la toma de decisiones los directores Nuri Bilge Ceylan, James Gray y Chang-dong Lee, las actrices Asia Argento, Shu QI, Sharmila Tagore y Robin Wright Penn y el novelista Hanif Kureishi.

Jan Kounen, célebre por haber dirigido la excesiva 'Dobermann', será el encargado de clausurar la Sección Oficial con la proyección de 'Coco Chanel & Igor Stravinsky', uno de los dos acercamientos fílmicos que este año rinden tributo a la diseñadora francesa.

Latinoamérica no va a tener demasiado peso este año. Debe de que, con la abundante expedición española, los franceses piensan que ya contentan a toda la comunidad hispanohablante. El otro día Claudia Regina Martínez ya os hizo un avance de lo que, por ejemplo, podremos ver de cine chileno en el festival, siempre fuera de concurso.

Un Mercado gigante, eso es lo que es Cannes cuando dejas aparte todo eso del arte. Sin ir más lejos, ya ha trascendido que Jaume Balagueró ('[REC]')se desplazará hasta la Costa Azul en busca de financiación para su nuevo proyecto, 'Flatmate', todavía sin reparto definido.

Atentos a los Nuevos valores. Es la primera comparecencia en Cannes de directores como Isabel Coixet, Jacques Audiard, Jan Kounen, Pete Docter y Elia Suleiman. ¿Conseguirán consagrarse?

Oriente pega fuerte. Cinco pelis a Concurso y cinco en Una Cierta Mirada. A nadie le extrañaría que nombres como Park Chan-wook, Ming Lian Tsai o Johnnie To acabaran coronando el palmarés.

Pedro Almodóvar viaja con la (para nosotros) 'veterana' 'Los abrazos rotos'. Allí es un genio incluso en mayor medida que aquí. Pedro de la Mancha quiere terminar lo que empezó en 1999 (Mejor director por 'Todo sobre mi madre') y continuó en 2006 (Mejor guión por 'Volver') y hacerse por fin con el premio de premios.

Quentin Tarantino cometió la machada de anunciar el verano pasado que tendría a sus 'Malditos bastardos' listos para Cannes 2009. Y lo ha conseguido. Ahora sólo falta que su macarrada bélica esté a la altura de lo que se espera del director de 'Pulp Fiction' (Palma de Oro en 1994). Ah, ya ha anunciado precuela sin saber cómo le irá con esta. Los hay que no tienen abuela.

'Rumbo a peor' es el título del primer cortometraje dirigido por el actor español Alex Brendehmühl, que ya demostrara hace poco su versatilidad al cofirmar el guión de la excelente 'Yo'. ¿Posible mini Palma de Oro?

El director italiano Paolo Sorrentino será el presidente del Jurado de la sección Una cierta mirada, en la que destacan la presencias de 'Air Doll' (Hirokazu Kore-Eda) y la cooperativa 'Tales from the Golden Age', en la que dirige uno de los segmentos Christian Mungiu, autor de '4 meses, 3 semanas y 2 días' (Palma de Oro en 2007).

Todas las películas a Concurso esperan estar a la altura de 'La clase', la más que digna vencedora de la edición del año pasado. Un docudrama sobre el sistema educativo francés profundamente humano que levantó ampollas. No se puede decir que Cannes sea un festival donde el mayor galardón recaiga con frecuencia en 'boutades' del tres al cuarto.

'Up' (Pete Docter), lo último de Pixar, será la encargada de abrir el festival hoy mismo. Llevamos muchos meses esperando para ver cómo caen de nuevo las barreras de lo imposible a manos de la filial informática de Disney. Esta animación participará, como Amenábar y Terry Gilliam, fuera de concurso.

Veteranos o repetidores o abusones, el adjetivo debe ir a gusto del consumidor. Varios de los directores que competirán por la Palma ya saben lo que es besar el cielo en La Croisette. Los mencionados Almodóvar y Tarantino deben sumarse a Ken Loach (Palma de Oro 2006 por 'El viento que agita la cebada'), Lars Von Trier (Palma de Oro 1996 por 'Rompiendo las olas'), Jane Campion (Palma de Oro 1993 por 'El piano'), Andrea Arnold (Premio del Jurado 2006 por 'Red Road'), Michael Haneke (Gran Premio del Jurado 2001 por 'La pianista'), Park Chan-wook (Gran Premio del Jurado 2004 por 'Old Boy'), Elia Suleiman (Gran Premio del Jurado 2002 por 'Divine Intervention') y Tsai Ming-Liang (Premio de la Crítica 1998 por 'The Hole').

Woody Allen, como Balgueró, buscará apoyos entre los distribuidores de todo el mundo para su nueva cinta (que contará con la presencia de Anthony Hopkins, Antonio Banderas, Naomi Watts, Freida Pinto o Josh Brolin), aún sin título y en fase de preproducción.

Nada de X desde que hace varios años el alcalde de la villa prohibiera el festival de porno paralelo, tan goloso para reportajes gráficos y con presencia central, por ejemplo en 'Porno', la secuela de 'Trainspotting', escrita por Irvine Welsh.

Dario Yazbek Bernal es el (hasta ahora) no muy conocido medio hermano de Gael García Bernal (comparten madre). ¿Tendrá tanto talento como el protagonista de 'Amores perros'? La respuesta, en 'Daniel y Ana' (Michel Franco).

Roschdy Zem será presidente de una de las secciones paralelas del Festival, la que otorga la Cámara de Oro a los noveles que compitan en la Quincena de Realizadores, dueños de los titulares de las crónicas del futuro.